martes, 8 de diciembre de 2009

Referendum sobre minaretes en Suiza. Una reflexión. (Islam, Oriente Medio. 19).

Hace unos días se celebró un referendum en Suiza sobre la prohibición o no de construir nuevos minaretes (hay ya 4 y son las torres de las mezquitas desde donde se llama a la oración) en Suiza. Por sorpresa (las encuestas previas rechazaban la prohibición), ganó el sí a la prohibición de nuevos minaretes (que no mezquitas), y esta decisión, adoptada libremente por el pueblo (no por los políticos, como se haría aquí, porque esta opción no es posible en España) se incorporará a su Constitución.

De esta manera, el 57,5% de los suizos rechazaron la posibilidad de construir minaretes en las mezquitas. La decisión ha traído una gran polémica.

Las amenazas previas al referendum no se hicieron esperar. Así, en Al Jazeera, comentaban que prohibir los Minaretes en el propio país conducirá a enfrentamientos , conflictos de convivencia y de convivencia multicultural y sería una discriminación hacia una minoría religiosa. Pero acaso sin Minaretes los musulmanes no le pueden rezar a “Ala”?.

Tamer Aboalenin, corresponsal “suizo” de Al Jazeera, advierte que la diplomacia suiza podía sufrir enormes perjuicios si prohíben a sus hermanos de fé, construir minaretes en “su propio país”. La Diplomacia suiza ya no sería escuchada en los países árabes. Lo gracioso es que nadie habla de las prohibiciones hacia otras religiones en los países árabes, donde no solo se prohibe la construcción de Iglesias, sino que se queman las ya construidas o persigue a los cristianos sin consecuencias, por supuesto, hasta el punto de que, frente a una igualdad en número hace décadas, ahora, creyentes de otras religiones en esas áreas, son casi inexistentes. Ante esto nadie alza la voz ni se queja. Ésto está bien visto, como la ausencia de derechos humanos.

Y es que Suiza tiembla ante una reacción airada del mundo musulmán y ha emprendido una campaña de información. El muftí de Egipto calificó la decisión suiza de "insulto" para todos los musulmanes, a quienes pidió sin embargo que no se dejaran provocar. El líder religioso chií libanés Fadlalah denunció "el racismo contra los musulmanes en Occidente". El miedo es tal, que el parlamenteo suizo se dirige a los musulmanes en 5 idiomas (aleman, inglés, francés, italiano y árabe), diciendo que deben aceptar la decisión del Referendum y ha prometido a los islamistas que los cuatro minaretes que ya están construídos permanecerán y que se seguirán construyendo Mezquítas.

La esperanza del Gobierno suizo, que hizo campaña por el no prohibir, es que el derecho internacional tumbe una enmienda constitucional por ir supuestamente contra los derechos humanos y un portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los derechos humanos anunció que un grupo de expertos está examinando la cuestión desde un punto de vista legal. Cualquier intento de revocar el Referendum o de acudir a la Corte de Justicia europea sería un ataque a la Constitución suiza y por lo tanto inaceptable.

A su vez, la ministra sueca de integración comentó que "Los suizos tienen un sistema excelente de consulta popular, pero a veces puede ser utilizado mal, como en este caso".

Estas palabras reflejan la realidad de los gobernantes que rigen nuestro futuro, mientras votamos lo que a ellos desean, fantástico, pero cuando nos salimos de lo esperado y votamos en contra de lo establecido es mejor ignorarnos, invalidar la votación o volver a repetirla hasta q salga lo q ellos quieren (en eso los medios y políticos harán su papel para hacer cambiar de opinión). Un ejemplo de Democracia a la europea se mostró en el Referendum de Irlanda. La UE les iba a hacer votar tantas veces como fuera necesario hasta que los resultados fueran de su gusto, como así fue finalmente. Lo gracioso es que cuando el resultado es sí, ya no se repite nada.

Es indignante cómo los políticos que nosotros, “el pueblo soberano” elegimos para que defiendan nuestros intereses y nuestra identidad, se dignen a decir semejantes palabras.

Alguien debiera explicarle a esta ministra que la ausencia de minaretes no impide el culto musulmán y ninguna mezquita necesita minaretes. Los musulmanes se empeñan en construir minaretes en las tierras cristianas conquistadas, para mostrar su dominio sobre ellos y superar en altura a las torres de las iglesias, lo que es síntoma de poder. Al respecto cabe destacar las declaraciones (en 1999) del actual primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan diciendo que "Las mezquitas son nuestros cuarteles y los minaretes nuestras bayonetas". Ahora propone un boicot a la banca suiza (y es que hay mucho dinero árabe en las cuentas suizas y en el capital de sus bancos, como UBS), a parte del petroleo claro (a destacar la bajada de pantalones ante Gadafi teniendo que liberar a su hijo pese a tener que estar en la cárcel, por las amenazas del tirano (mientras que mantiene diplomáticos suizos secuestrados, de los que ya nadie habla).

En fin, mientras, las leyes islámicas castigan a los musulmanes por cambiar de religión (con la muerte), o limitan o prohíben el culto de otras confesiones, manteniendo leyes que sí son contrarias a las leyes de Occidente y a la Declaración de Derechos Humanos. No hay ningún tipo de tratado de reciprocidad, de construcción de catedrales, e instituciones religiosas, que se les permita a otras religiones tener sus cultos y sus locales en paises islámicos, sin embargo aquí, aprovechándose de nuestras leyes y democracia nos la exigen.

¿Tienen incluso que sentirse culpables los Suizos por querer mantener su propia identidad?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Twittear