martes, 22 de junio de 2010

¿Puede haber un corralito en España?. Semejanzas con Argentina. (Economía, Política. 144)

La crisis de la deuda soberana ha estallado en Europa Occidental recientemente con los graves problemas de Grecia, que ha tenido que ser rescatada por la UE. Pese a todo, se descuenta con un 50% de probabilidades de que suspenda pagos y es casi seguro que le tengan que hacer una quita a su deuda, perdonándole parte del dinero que se le ha prestado desde la Unión Europea, uno de ellos, España.
Ahora las miradas se han dirigido especialmente a España, tema muchísimo más preocupante debido a su peso en Europa (supone más del 12% de su economía frente a un residual 2,5% de Grecia).
Con una deuda disparada, la absoluta dependencia de la financiación externa y los elevados vencimientos de deuda que tiene que asumir este año (el Tesoro necesita emitir 70.000M € solo entre Julio y Septiembre), las comparaciones con la Argentina del corralito se muestran crecientes.
Veamos las similitudes y la evolución de lo que pasó en Argentina y lo que está pasando en España para responder a esta pregunta.

En primer lugar explicar que se denominó corralito a una restricción a la extracción de dinero en efectivo de plazos fijos, cuentas corrientes y cajas de ahorro impuesta por el gobierno de Fernando de la Rúa en el mes de diciembre de 2001 con el objetivo de evitar la salida de dinero del sistema bancario, intentando evitar así una ola de pánico bancario y el colapso del sistema. La justificación secundaria que se intentó fue lograr un mayor uso de los medios de pago electrónico, evitando así la evasión impositiva y provocando la bancarización de la población, siendo éste un beneficio para los bancos (aumentan su negocio, clientes e ingresos por comisiones).

Comencemos con los hechos y similitudes:
Los hechos se iniciaron con una grave recesión en 1998 (también nosotros estamos en recesión desde el 2008), que dejaron un elevado déficit fiscal (como nosotros), por lo que se tomaron severas medidas de ajuste con el propósito de sanear las finanzas (medida que también se ha hecho imprescindible aquí), considerando siempre como base fundamental de su programa económico el mantenimiento de un tipo de cambio estático al dólar estadounidense llamado convertibilidad (en nuestro caso el Euro, ya que al tener la moneda única, es como si tuvieramos un cambio estático no pudiendo devaluar nuestra moneda).

Estas medidas incluyeron un aumento impositivo sobre las clases medias y altas hacia enero de 2000 (les suena de algo todas las subidas que se están anunciando en España?), como parte de un paquete que procuró mejorar las finanzas públicas. Sin embargo, el ajuste frenó lo que algunos especialistas afirmaban era una incipiente reactivación que se vislumbraba en los primeros meses del gobierno aliancista (año 2000), con crecimiento económico en el primer cuatrimestre (bueno, aquí se está aplicando la mayor subida impositiva de la historia sin haber salido de la recesión aún ya que el 2010 vamos a seguir en recesión como en 2009)

El peso de la deuda externa ahogaba al gobierno y aumentaba el déficit fiscal (vaya, otra importante similitud). Los bancos tenían una gran exposición con el gobierno nacional, como en España, donde se están rescatando mediante el FROB con dinero público, destacando además que en la última emisión de deuda española, el 50% de la misma ha sido comprada por bancos españoles. De hecho, según acaba de publicar UBS, solo siete bancos españoles acumulan bonos estatales por valor superior a 130.000 millones de euros, ya que Santander tiene 64.000 millones, seguido de BBVA (31.000 millones), Popular (10.424 millones), Banesto (8.000 millones), Bankinter (6.900 millones), Pastor (6.700 millones) y Sabadell (3.000 millones). En Argentina empezó a asaltar la duda de que el Estado entrara en suspensión de pagos, lo que alimentaba la posibilidad de una corrida bancaria (de esto también se empieza a hablar aquí y con la exposición de nuestra banca a la deuda del Estado si éste no paga, la quiebra está garantizada).

En diciembre de 2000, Argentina negoció un paquete de salvamento de cerca de 40.000 millones de dólares (denominado "Blindaje") que postergaba pagos de capital e intereses a efectos de aliviar la situación financiera del estado y recuperar la confianza. Aquí en España ha sido la UE junto con el FMI la que ha creado un fondo de rescate de 750.000 Millones de € ante posibles quiebras de Estados, que curiosamente coincide con los importes de rescate de Grecia, más los rumores en los mercados previos a la creación del fondo de la ayuda que iba a necesitar Portugal y España para ser rescatados (ayuda que permitió el mayor incremento en bolsa en la historia de España en un solo día). Pero la cosa no ha quedado ahí porque la UE ha tomado más medidas tales como la compra de bonos de Estados por parte del BCE (algo que era ilegal en sus estatutos) y la emisión de lineas de liquidez a los bancos en este caso españoles para resolver los graves problemas de liquidez que tienen hoy (esto es lo que ha provocado las fuertes subidas en las bolsas recientemente, ya que cogen prestado dinero a menos de un 1% del BCE y lo invierten en bonos españoes al 5% con lo que sin hacer nada ganan un 4% de diferencia y no solo se ayuda a los bancos sino que se  solucionan los graves problemas de financiación de la deuda española, ya que desde fuera el resto de entidades han cerrado el grifo a la banca española).

A pesar de la medida tomada en Argentina, en marzo de 2001 comenzó la fuga de depósitos de los bancos. En enero de 2001 había depósitos por US$ 85.000 millones, para marzo se habían perdido más de 5.000 millones (bueno, la situación en España se está repitiendo, ya España figura como el segundo país de Europa por salidas netas de depósitos, con una fuga de más de €14.700 millones. Lo cierto es que la fuga de capitales en España se está disparando a consecuencia también de las fuertes subidas impositivas a las rentas medias-altas y al ahorro, y esta fuga tiene un impacto muy negativo en la economía española. De hecho, el gobierno ya se ha dado cuenta de esto, y como en Argentina comienzan las trabas para que ocurra esto.

En junio de 2001, el gobierno de De la Rúa pidió ayuda complementaria al Fondo Monetario Internacional (FMI) y a los bancos privados para reducir la presión de la deuda externa realizando el llamado "Megacanje" por US$ 29.500 millones (esto es similar a las otras medidas adoptadas por el BCE y los bancos españoles que he comentado antes). Sin embargo, la recesión y la fuga de capitales continuaron a ritmo acelerado, con el agravante adicional del descontento provocado por las medidas de ajuste que formaban parte de las condiciones solicitadas por el FMI a cambio de su ayuda (esto también está ocurriendo ya que ante la ineptitud del gobierno a tomar medidas y afrontar la crisis desde mucho antes como he ido comentado en muchas ocasiones, con las acciones que ha llevado a cabo, en Europa solo nos van a seguir prestando dinero si tomamos medidas serias de manera inminente para reducir nuestro déficit, como las anunciadas con los funcionarios, pensionistas...).

En Argentina, el gobierno continuó con una serie de medidas intentando contener la situación, como aquí (se subirán más impuestos, se reformará el sistema de pensiones, se reformará el sistema de sanidad, se reformará el mercado de trabajo...)

Pero la profundidad de la crisis hizo en Argentina que todos los indicadores cayeran bruscamente en el segundo semestre. En octubre, el desempleo fue récord, con un 18,3% de la población activa (aquí también vamos de récord en récord superando ya el 20%). La deuda pública llegaba a 132.000 millones de dólares. Los datos de noviembre, previos al estallido de la crisis eran devastadores, con caídas del 11,6% en la industria;18,1% en la construcción, 27,5% en la industria automotriz, etc., (estas caídas también las hemos sufrido, pero gracias a emitir más deuda y a diversos planes de como el Plan E, plan 2000 del coche...se han recuperado parte de estas caídas alargando el problema en el tiempo y haciendo la bola de la deuda más grande).
El riesgo país fue el más alto de la historia, 5000 puntos básicos (a esto sí que de momento no hemos llegado, si bien estamos en nuestro máximo histórico y la semana pasada, los mercados descontaban en un 22% las probabilidades de quiebra de España).

Tras esto, el 3 de diciembre del 2001 se establecían normas tanto para los bancos como para los clientes (como prohibir trasferencias al exterior o sacar más de 250$ por semana del banco) con el fin de evitar la fuga de depósitos y la especulación sobre una posible salida de la convertibilidad con el dólar (el equivalente a nuestra salida del €uro, ya que si ésto ocurriera y se devaluara la moneda un 20% por ejemplo para ser más competitivos, nuestro dinero valdría un 20% menos que el de la zona euro y nuestras deudas un 20% más también). Por ello, con esto en mente, el gobierno de De la Rúa-Cavallo realizó una jugada desesperada para detener la amenaza de un crack bancario (si todo el dinero sale a la vez de los bancos el sistema y la economía quiebran), imponiendo una retención forzada de los depósitos y la pretendida “bancarización” de todas las transacciones, a través del uso de la tarjeta de débito (de esta manera, se evita las operaciones en dinero negro y sin tributar).

Las consecuencias fueron la restricción brusca de la liquidez monetaria y la paralización del comercio y el crédito, que llevó a Argentina a declarar el default de la deuda pública, la mayor suspensión de pagos de un estado en la historia.

Por tanto, como podéis observar, las similitudes son tremendas, como bien comentan muchos argentinos sobre el tema.
Un euro débil es importante para España actualmente ya que supone lo mismo que una devaluación de la moneda y por tanto permite mejorar nuestra competitividad respecto al resto del mundo (incrementa nuestras exportaciones porque al valer menos el euro son más baratas, con lo que vendemos más, incrementa nuestra producción y empleo mejorando el beneficio de nuestras empresas). Pero lo que veo mucho más inviable y desde luego perjudicial sería la salida del Euro, ya que las consecuencias serían mucho más negativas que positivas (mayor fuga de capitales, incremento brutal de la deuda de los españoles, gran empobrecimiento de los españoles con un precio mucho mayor de los precios de los productos importados...).

En cualquier caso muchos analistas descartan el corralito debido a nuestra pertenencia al Euro, que es una garantía, ya que al no ser un país único, se trataría no de un default de la economía de un país sino de toda una región (la UE), viendo imposible el corralito en toda la zona euro. Y aunque esto es muy cierto, el problema de la deuda no solo afecta a un país sino que se está dando en varios países, lo que complicará muchísimo o hará imposible el rescate de varios de ellos, por lo que se podría exigir su salida a alguno de ellos por el bien del resto.
También se argumenta en contra del corralito que en Argentina se aumentó enormemente el gasto público, lo que disparó el déficit, pero que nosotros justamente ahora nos encontramos en un contexto de recorte. El problema aquí es que el déficit es tremendo y las medidas de recorte no son suficientes, de la misma manera que allí no lo fueron.
También se argumenta que en Europa es inconcebible una agresión de este tipo por parte del Estado a sus ciudadanos y que además, la inseguridad política y la corrupción de los poderes públicos en Argentina en aquellos años era una situación lejana a la actual. Esto, que es cierto, no implica que en caso de necesidad absoluta (fuga de capitales, cierre absoluto del grifo de la financiación a nuestros bancos, algo que se está produciendo, junto a un nuevo empeoramiento de la crisis...) se vieran obligados a tomar medidas drásticas.

Por tanto, es cierto, que sería muy factible un corralito de no estar bajo el cobijo de la UE, pero también es cierto que el problema de la deuda es tremendo y afecta a grandes países como Francia, Italia o España entre otros, lo que traerá consecuencias graves en las economías, ya que la UE no puede rescatar a todo el mundo cuando no solo es un país el afectado, sino que son prácticamente todos. Y si a esto le unes que el Reino Unido y EEUU tienen un problema de deuda aún mucho mayor que la UE, y que serán los siguientes en verse afectados (pese a que aún no se hable de ello) por una situación cada vez más insostenible (aunque muy bien escondida) no es dificil ver que vienen tiempos dificiles, y es que efectivamente, esto no ha hecho más que comenzar.

3 comentarios:

  1. acabo de encontrar tu blog por casualidad. a ver si alguien te lee y por lo menos le da una oportunidad a este chaval, pq por lo menos argumenta y dice verdades como puños.

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  2. Tras 15 meses tu artículo es de la máxima actualidad. Felicidades

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  3. Pues muchas gracias. La verdad es que sí es de actualidad, sí. Y ciertamente, después de 17 meses sigo manteniendo mi conclusión del último párrafo. Un saludo

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