jueves, 15 de julio de 2010

¿La libertad religiosa o los derechos humanos? La demostración de la deriva de Occidente. (Islam, Oriente Medio. 38)

Todas las semanas se producen en distintos países hechos ciertamente graves en nombre o bajo el Islam y como suele ser habitual, sin apenas repercusión mediática en Occidente, que mira a otra parte.

Los hechos muestran una vez más la doble cara de los países musulmanes, que mientras exigen en los demás países el respeto a su religión, a la libertad religiosa, a la implantación de la sharia y sus leyes, a la defensa de las minorías, a la construcción de mezquitas y cesión de terrenos (subvencionados con nuestros impuestos), la educación y sanidad gratuíta y subvenciones para traer, repatriar y mantener a sus familias, el permiso para la formación de partidos políticos, viviendas de protección oficial, la creación de medios de comunicación propios, la cesión de centros históricos (como la catedral-mezquita de Córdoba)... mientras que por otro lado no permiten absolutamente nada de esto en sus propios países, sino absolutamente todo lo contrario y reaccionan con violencia, amenazas y chantajes y boicots económicos ante cualquier comportamiento que no satisfaga sus pretensiones, y que cómo no, siempre consiguen, ante la debilidad creciente de Occidente y la cesión y sumisión para evitar confrontaciones aún a costa de perder las libertades, derechos y valores que tantos siglos nos ha costado obtener. Y a pesar de todas estas concesiones y ayudas se promulga e incrementa el odio hacia Occidente, no solo desde fuera de nuestras fronteras, sino también desde dentro.
-Nosotros respetamos la fe en cualquier otra religión, y sus prácticas, mientras que ellos, prohiben profesar cualquier otra fe o abandonar el Islam con pena de cárcel o de muerte, aún realizándola de manera privada dentro de tu propia casa. Otros países sí permiten la existencia de la fe cristiana o judía, pero a cambio de un tributo, ya que son considerados ciudadanos de segunda (como indica el Corán, es la única vía de permitir la vida de los infieles no convertidos, si bien el resto de creencias, como el budismo o el ateismo, no se permiten ni aún así).

-Permitimos esa libertad religiosa, mientras, en esos países más moderados, donde hace décadas había muchísima mayor presencia de cristianos y judios, son marginados y expulsados. Los recientes casos de Marruecos son notorios, donde está habiendo una oleada de expulsiones sin precedentes iniciada el 7 de marzo, con la orden de salida del país dada a los 16 extranjeros que regentaban un orfanato en Ain Leuh (Atlas) con la excusa de intentar cambiar la fe de los niños que ayudaban y cuidaban. Menos mal que es su país más moderado, porque está prohibido discutir de religión con los marroquíes o cualquier otra persona de confesión musulmana incluso en el supuesto de que sea el otro el que inicie la conversión sobre este asunto, ya que puedes ser acusado de proselitismo y de querer quebrantar su fe. Por eso tienen que callarse (ya que a veces son provocados) si no quieren que les expulsen del país como los más de 100 cristianos en las últimas fechas de distintas nacionalidades.Y hay que dar gracias porque han expulsado en lugar de juzgado y encarcelado a esas personas (no han querido provocar tensiones, y hay que dar gracias y todo).

Solo EEUU ha protestado ante esta barbaridad, hasta el punto de que peligra un subsidio de 700Millones $ que en breve le iba a entregar a Marruecos para combatir la pobreza. Y es que como dice el congresista republicano Frank Wolf, “Es inadmisible que el dinero de los contribuyentes americanos vaya a parar a una nación que hace caso omiso de los derechos de los ciudadanos americanos residentes en Marruecos y expulse americanos a la fuerza por sus creencias religiosas”.
Al final ha conseguido su objetivo, y Marruecos ha dado marcha atrás con estos últimos americanos.

-Les estamos permitiendo en Occidente la aplicación de su ley sharia (destaca el incremento de su aplicación en Reino Unido para muchos conflictos, aliviando de trabajo a sus jueces), que va contra muchos derechos adquiridos en Occidente, mientras que en sus países, esta ley religiosa está por encima de cualquier otra cosa, y que permite la ablación del clitoris de las mujeres, casarse con 4 mujeres al hombre (pero no a la mujer), el tener relaciones sexuales con menores (pedofilia), la horca para los homosexuales, la lapidación de las mujeres (video atroz, aviso) o cortar las extremidades a los ladrones, así como ejecutar a personas que no piensen como ellos, por poner algunos ejemplos y tenemos que seguir sus normas sí o sí, como el llevar un velo las mujeres (en algunos no es obligatorio, pero sí aconsejable, y depende de si es zona turística o no), o no poder besar publicamente a tu mujer (con pena de cárcel a algunos países). Es esta la sociedad que queremos y que tanto esfuerzo nos ha costado? Hay que permitir esto con la excusa de la libertad religiosa? (porque los imanes y congregaciones musulmanas en la misma España defienden y justifican esto, y son subvencionados por nuestro gobierno!). Hay que seguir cediendo para no hacerles enfadar? A qué estamos jugando? Hasta dónde va a llegar nuestra hipocresía?

-Nosotros les damos educación gratuíta, y les permitimos crear escuelas coránicas (en España cada vez más estudian en ellas no acudiendo al colegio normal, evitando así la integración), mientra en sus países no se permite lo contrario salvo a los de la propia minoría. Les damos sanidad gratuíta, pensiones por hijos y por traer a sus familias, algo todo lo contrario que allí, que fuerzan en muchos casos la salida de esos países y la conversión a la fuerza (es fácil demostrar esta tendencia con el descenso paulatino de la población de otras religiones en esos países) junto con la persecución y constantes atentados terroristas contra estos colectivos. Dramático el caso de estos españoles, que vieron peligrar su vida y casi ir a la cárcel durante sus vacaciones por no llevar encima el libro de familia (y por lo tanto atentar contra su ley al no demostrar que estaban casados).

-Exigen la continua creación de mezquitas, minaretes, que les cedamos la gestión de monumentos que consideran suyos, cesión de terrenos para que puedan construir y rezar, pero absolutamente nada de esto lo permiten tampoco en sus países y nosotros los cedemos gratis con nuestros impuestos.

Mientras que ellos no lo permiten, nosotros seguimos cediendo en todo sin exigir reciprocidad, y soportando amenazas, atentados, proclamas de violencia y odio crecientes hacia Occidente, así como boicots hacia los países que no ceden a sus pretensiones. Occidente, cada vez más débil y cobarde y con menor aprecio de los valores e historia propia, cede ante el miedo y chantaje para no confrontar el problema, lo que envalentona y aumenta las exigencias, la fuerza y la fe en su superioridad de los islamistas, lo que no hará más que agrandar los problemas y agravar una futura solución (que la historia demuestra dramática), provocando la creciente islamización de Occidente (vía inmigración, natalidad y cesiones).

Pero mientras tanto, aquí se tapa cualquier noticia que muestra esto (hay que mantenernos dormidos y sumisos), y cualquier denuncia de estos hechos son acusados increiblemente de racismo.
¿Es esta la alianza de civilizaciones que queremos?. Tenemos un grave problema y el miedo a afrontarlo lo retrasa en el tiempo, pero lo intensifica gravemente. ¿Abriremos los ojos a tiempo?

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