jueves, 26 de agosto de 2010

La vivienda ya no será una manera de ganar dinero. (Burbuja inmobiliaria. Vivienda. 23)

Interesantes declaraciones en el New York Times, donde se pone de manifiesto que el pensar en ella como inversión ha acabado pese a que los compradores siguen creyendo en las subidas.
La explosión de la burbuja inmobiliaria a lo largo del mundo es la principal causante de la actual crisis. La vivienda probablemente se recuperará, pero existen muchas dudas de que vuelva a ser como en los últimos años.

Al menos así los consideran los expertos consultados por el diario The New York Times, que aseguran que la rentabilidad que se obtuvo en la segunda mitad del siglo XX no volverá y que la vivienda no volverá a ser un medio para enriquecerse. La era de la riqueza generada por la vivienda, que impulsó economías, ha acabado, según el diario.

"No hay una regla de oro que diga que la vivienda deba revalorizarse", explica Stan Humpries, economista jefe de Zilow, una web inmobiliaria. "Todas esas teorías de por qué la vivienda era especial, que ganaron terreno durante el boom (la gente elegía pagar más por su casa, que más gente se iba a vivir a la costa, que cada vez había menos espacio disponible) no se sostuvieron", añade.

En lugar de ello, Humpries y otros economistas apuestan a que el precio de la vivienda sólo se revalorizará en línea con la inflación, y que no se podrá multiplicar la inversión como se hizo durante los años de la burbuja.

Dean Baker, co-director del Center for Economic and Policy Research, calcula que se tardarán 20 años en recuperar los 6 billones de dólares de riqueza que se han perdido desde el estallido del mercado en 2005 y que, ajustándolo a la inflación, los precios nunca volverán a ser los mismos. "La gente no debería pensar en una casa como una manera de hacer dinero, porque no lo será", dijo Baker ak NYT.

Sin embargo, en la psicología de los compradores todavía permanece la idea de que los precios volverán a subir. En una encuesta realizada por los expertos inmobiliarios Robert Shiller y Karl Case (creadores de uno de los índices de precios más seguidos en EEUU), cientos de compradores en diversos lugares del país contestaron que creían que los precios de sus inmuebles recién adquiridos se revalorizarían un 10% anual durante la próxima década.

Y esta tendencia no es nueva. En 2005, en pleno pico inmobiliario, los compradores también pensaban que su vivienda subiría, y también lo pensaban en 2008, en pleno desplome de los precios. "La gente piensa que es una ley de la naturaleza", explica Shiller, que también es profesor en la Universidad de Yale.
Shiller también asegura que esta tendencia es relativamente nueva: en la primera mitad del siglo XX, la vivienda se veía como un coche, un bien de consumo. Sin embargo, la noción de la vivienda como inversión comenzó a ganar fuerza tras la Segunda Guerra Mundial, cuando se generó un boom de la construcción.

La inflación de los años 70 y las políticas fiscales ayudaron a que la vivienda fuera también una buena apuesta, como lo fue la caída de los tipos hipotecarios en los 80. A pesar de todo, los precios inmobiliarios tan sólo subieron un 1,1% una vez descontada la inflación, según los cálculos de Shiller. Sin embargo, a finales de los 90 la revalorización ya alcanzaba el 4%.

"La experiencia que tuvimos entre finales de los 70 y finales de los 90 fue una aberrración, la gente no debería contener la respiración esperando que vuelva a pasar", explica Barry Ritholz, de la firma de investigación Fusion IQ.

Otros expertos, sin embargo, mantienen que la vivienda es una inversión única, y vuelven las teorías que abundaban durante el boom inmobiliario. "Tienes que vivir en alguna parte", explica Bob Walters, economista jefe de la hipotecaria Quicken, aunque puntualiza que el colapso reciente creará una "cicatriz en la mente" como lo hizo la Gran Depresión.
Pero sigue siendo optimista. "En tres o cuatro años, el precio de la vivienda volverá a subir".

Fuente: El Economista

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