jueves, 30 de septiembre de 2010

España lidera otro ranking en Europa: Jóvenes que ni estudian ni trabajan. (Política. Economía. 180)

Sin proyectos ni ilusiones. La juventud educada en los tiempos del auge económico rechaza cada vez más el compromiso y las responsabilidades. La generación ni-ni, que ni estudia ni trabaja, no tiene la mínima intención de forjar un proyecto de futuro y avanza con paso fuerte hacia la exclusión laboral.
Según un informe publicado por la Comisión Europea,y del que se hace eco Expansión, uno de cada siete españoles de entre 15 y 24 años ni estudia, ni trabaja, ni sigue cursos laborales. Una realidad que ha colocado a España a la cabeza de la Unión Europea (UE) con más del 14% de jóvenes ociosos, superando ampliamente la media europea (10,6%) y muy lejos de Estados como Dinamarca y Países Bajos, donde los jóvenes ni-ni no alcanzan el 4%.

Por si esto fuera poco, España también se distingue negativamente por tener la mayor tasa europea de paro juvenil: Un 41,5% frente al 9,2% de Alemania, una tasa cuatro veces más elevada que la de la principal economía comunitaria.

Esta situación es fiel reflejo del abandono escolar que se produce en nuestro país, donde el 31,2% de jóvenes han colgado los estudios sin concluir la enseñanza secundaria. Alemania, en cambio, registra una tasa de abandono escolar de 11,1%, mucho menor que el 14,4% de media de la UE.

“España es uno de los países europeos que menos invierte en gasto social relacionado con el bienestar, la juventud y la familia. Debido a esto se asume la alta tasa de fracaso escolar, que es una realidad sangrante en este país”, asegura Ignacio García-Valiño, psicólogo escolar y escritor. “Los jóvenes suelen frustrarse ante la falta de expectativas, sobre todo en esta época de crisis, y muchas veces acaban inmersos en la cultura de la calle”, añade.

La ociosidad y la falta de horizontes sumerge a los muchachos en la marginalidad, que unida al consumo de alcohol y de drogas, desemboca en otros problemas como la exclusión social. “Es cierto que estos chicos han fracasado en la escuela, pero se les debe ofrecer otras alternativas como oficios y talleres que no requieran formación teórica. Ésta sí es una manera de recuperarlos de la calle para que no acaben en la delincuencia”, sostiene García-Valiño.

Así como los ni-ni, que son el drama de este país, existen los sí-sí, que estudian y trabajan porque tienen mucha disciplina y voluntad. “En España el nivel de información es altísimo, pero el de formación es bajísimo. Está claro que el joven que está mejor preparado tiene más posibilidades de encontrar un puesto de trabajo”, subraya Javier Urra, doctor en Psicología y pedagogo terapeuta, y agrega que la Formación Profesional (FP) es una salida para quienes no tienen interés en el estudio.

“No hay que preocuparse tanto por los chicos que no siguen la educación ordinaria, sino por carecer de alternativas para ellos. Sé que a muchos les hubiera gustado matricularse en en FP pero no había plazas, y la administración se disculpa aduciendo que esta educación resulta muy costosa”, concluye el psicólogo

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