miércoles, 22 de diciembre de 2010

Los cinco riesgos más aterradores que amenazan a la economía mundial. (Mercados financieros, Bolsa. 9)

Según la web Citywire, las cinco cosas más aterradoras que nos puede deparar el mañana tienen que ver con los estímulos, las tensiones comerciales o la evolución de la inflación. Yo añadiría 2 más.

Ciertamente, coincido con los 5 riesgos que manifiesta Citywire, a los que en mi opinión añadiría no solo la inflación como comenta, sino el riesgo de deflación, algo tampoco descartable, como ocurrión en Japón, donde los planes de estímulo no consiguieron hacer salir del país de la misma. Hay muchos motivos también para pensar en ellos, al menos en algunos países, ciertamente, no tanto a nivel global, especialmente en los países emergentes con riesgos serios de descontrol de la inflación.
El otro elemento en mi opinión a destacar como riesgo serio sería la quiebra y la suspensión de pagos de no solo Estados soberanos (algo que está ocurriendo, pero que ni mucho menos está solucionado), sino también de ciudades, ayuntamientos, Estados federales. Este riesgo no solo afecta a Europa, sino también a EEUU, si bien las miradas sean hábilmente dirigidas a Europa (si bien este riesgo está muy relacionado con el riesgo de los bonos que nombra Citywire)
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"A tenor de las últimas declaraciones de intenciones de la Reserva Federal (Fed), los bancos centrales de occidente están listos para lanzar nuevas medidas de estímulo económico de forma inminente. Efectivamente, deflacionistas como el economista David Blanchflower argumentan que no hay más opción que seguir dándole a la máquina, pero ¿cómo de efectivas serán estas medidas?

Ese es el primer miedo: que las medidas de estímulo sean inútiles, como en cierto modo se está probando. Y es que no se trata de un problema de ausencia de liquidez, sino de que los individuos son reacios a pedir dinero prestado, y en cuanto a las empresas, aunque las pequeñas puedan tener dificultades a la hora de acceder al crédito, las grandes están en general sentadas sobre grandes cantidades de dinero que no mueven. Es decir, más que un problema de oferta de liquidez, hay más problemas en el lado de la oferta.

Guerras comerciales y burbujas de deuda

Este año, Pekín ha prometido una nueva estrategia que permitiera al yuan apreciarse, aliviando los temores de EEUU de que la presión bajista artificial sobre la divisa china rematara la debilitada economía estadounidense. Sin embargo, la falta de acción de China ha hecho que el Washington se desate una oleada de retórica proteccionista.

Recientemente, la Cámara de Representantes de EEUU aprobó una propuesta de ley para penalizar las importaciones de los países que estén manteniendo deprimidas la cotización de sus monedas de forma artificial, lo que provocó reacciones airadas del ministerio de Comercio de China. Y aunque esta proposición no tiene muchas posibilidades de recibir el visto bueno del Senado, otro de los riesgos que más asusta es la posibilidad de que se establezca una guerra comercial entre China y EEUU.

Tampoco haría ninguna gracia que se confirmara otra de las teorías que han ganado fuerza en los últimos tiempos: que una gran burbuja se está gestando en el mercado de bonos. No es descabellado pensar que esto pueda ser cierto: las ventas de fondos que invierten en deuda pública han alcanzado unos niveles comparables a las que se registraron en productos de bolsa justo antes del estallido de la burbuja tecnológica en el año 2000.

Presión por los recortes fiscales y descontrol de la inflación

Otro de los asuntos que preocupan, y mucho, según Citywire, es la impopularidad de los recortes del gasto y la austeridad fiscal que se están viendo obligados a asumir los gobiernos muchos países. Esta situación es especialmente delicada en aquellas naciones en las que los Ejecutivos son de coalición entre varios partidos, ya que los roces pueden comprometer su equilibrio y su supervivencia.

Por último, no hay que olvidar la inflación. La tentación de fomentar el consumo alimentando el endeudamiento público y privado es grande e inevitable. Pero el problema es evidente: una vez que se deja salir al genio de la inflación de la lámpara, es muy complicado tenerlo bajo control. Hay veces que los efectos adversos de una decisión hay que ser tenidos en cuenta, porque son peligrosos."
Fuente: El Economista

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