domingo, 10 de junio de 2012

El Estado no rectifica, el Corte Inglés sí. (Economía, Política. 730)

Como bien dice Mill, el Estado nunca rectifica (o solo a la fuerza):


"El problema del Estado no es que se equivoque, eso nos pasa a todos, el problema es que no rectifica. Es más los defensores del Estado intervencionista cuando el Estado se equivoca no dicen que hay que tener menos Estado dicen lo contrario: nos hemos equivocado porque “no hay suficiente regulación”, “no hay suficientes funcionarios”, “no hay suficiente dinero” o “hay que esperar más tiempo”.
El resultado de esta perversa manera de pensar es que si el Estado acierta es que el Estado es necesario y si falla entonces: ¡¡¡Es necesario más Estado!! Es decir un juego en el que si sale cara gana el Estado y si sale cruz pierdes tú.

En cambio la empresa privada no puede perseverar en el error. Bueno sí puede hacerlo y arruinarse, como por ejemplo Prisa donde sus accionistas han perdido el 96 % de su dinero mientras, eso sí, Juan Luis Cebrián, el presidente del consejo de administración, se ha hecho millonario (si se lo consienten sus accionistas y si a los lectores de EL PAIS no les entran arcadas pues todos felices).

Pero lo normal es que la empresa privada acabe rectificando, en cualquier caso el consumidor siempre va a poder comprar en la competencia. Así lo ha hecho El Corte Ingles rebajando sus precios. La verdad es que salvo algunas cosas como la carne, El Corte Inglés (en alimentación y limpieza) era caro, muy caro y aunque en otros tiempos existía un grupo de gente que prefería pagar más y tener algunas ventajas de El Corte Inglés como la tarjeta, amplitud de los pasillos, variedad de marcas…ahora parece que la diferencia de precio no compensa esas cualidades.

Y visto que si no puedes con tu enemigo (Mercadona y otras cadenas locales de supermercados como Alimerka en Asturias) lo mejor es unirse a él pues ha decidido bajar sus precios. El tiempo dirá si aciertan pero parece que no les quedaba otra.

En cambio el Estado es capaz de provocar el mayor desastre financiero de la historia de España con una gestión más que equivocada, una gestión abiertamente negligente, injustificable, absolutamente dañina. Y todos se van de rositas: Zapatero (“tenemos el sistema financiero más solvente del mundo”) con una pensión, puesto en el Consejo de Estado y la mayor condecoración que concede el Estado, Elena Salgado con otra pensión y de consejera a una compañía eléctrica, burlándose de la ley, Miguel Angel Fernandez Ordoñez sin siquiera explicar como fue posible que todos los controles del BdE fallaran, los funcionarios del BdE se mantienen en sus puestos y siguen cobrando sus buenos sueldos ¿Por qué? Si es que simplemente no hicieron su trabajo durante estos años.

Y qué decir de los políticos y sindicalistas que durante años mangonearon las cajas, gente que era incapaz para el cargo desde el minuto uno.
¿Cómo es posible que nadie viese la burbuja?
¿Cómo es posible que nadie tomase medidas?
¿Cómo es posible que se propusiesen soluciones tan absurdas como las fusiones frías? Porque los datos eran tan escandalosos como una tarántula en un plato de sopa.
Pues nada después de una década tomándonos el pelo ahora nombran a otro funcionario, ponen decenas de miles de millones de euros (mejor dicho ponemos) y a decir que hay que controlar más a los bancos. Incluso se habla de un mecanismo de supervisión bancaria europeo. Parece que cuanto mayor es el fiasco del Estado mayor tiene que ser el mecanismo de regulación estatal necesario a continuación.
No hay rectificaciones, ni explicaciones, los culpables los otros, los que pagamos los platos rotos los españoles y los medios echando la culpa a la codicia de los banqueros pero sin decir que los banqueros eran políticos y sindicalistas: Miguel Blesa (Caja Madrid) José Luis Olivas (Bancaja), Narcís Serra (Caixa Catalunya) Juan Pedro Hernandez Moltó (Caja Castilla La Mancha) José Ricardo Martínez (Caja Madrid), José Luis Regueiro (Nova Caixa Galicia)… la lista es inmensa y además: los banqueros siempre van a ser codiciosos.

No hay problema. ¿Qué sabe la gente del sistema financiero? Además con la mayoría de los medios de comunicación manipulando la información y todo el entramado de intereses creados: ¿Quién va a hacer caso a este economista neoliberal?

Hagan caso a los expertos."

Fuente: Desde El Exilio

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