jueves, 19 de julio de 2012

Los líderes sindicales ocultan sus salarios. (Política, Economía. 804)



Es curioso como los sindicatos, pese a que viven y muy bien de las subvenciones y el dinero de los contribuyentes (aunque no quieran) siguen sin querer hacer públicos sus sueldos y sus cuentas, estando exentas de ningún control estatal:
"Desde los partidos políticos, pasando por sus dirigentes, la Iglesia y hasta la Casa Real. Lejos quedan ya los tiempos en que era imposible conocer las cuentas de las principales instituciones de nuestro país que, o bien obligados por normativas, como es el caso de los partidos políticos, diputados o senadores, o motu propio, como la Corona o la Iglesia, han hecho el ejercicio de transparencia que la opinión pública les reclamaba. Todos, menos los sindicatos, principalmente   CC OO y UGT, que se resisten a hacer públicas sus cuentas y las retribuciones de sus líderes, pese a que gran parte de su financiación proviene de las arcas del Estado a través de cuantiosas subvenciones.

La sugerencia ya la hizo la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, el pasado mes de febrero. «Que valoren si ha llegado el momento» de hacer un ejercicio de transparencia ante los ciudadanos y ante los afiliados» para difundir lo que cobran dentro de la organización y fuera de ella. Ni Cándido Méndez ni Ignacio Fernández Toxo recogieron entonces el órdago. Y es que tan cierto es que no están obligados a hacerlo, como que no predican con el ejemplo de transparencia que se viene produciendo en el resto de instituciones.

Tuvo que ser en el conocido programa de televisión «Tengo una pregunta para usted» de TVE para que Cándido Méndez desvelara su salario ante la pregunta de un ciudadano. «2.574 euros una vez deducidas las cotizaciones sociales», contestó Méndez, lo que se traduciría en unos aproximados 40.000 euros anuales. Simples estimaciones, como las que se rumorea que cobra también el secretario general de CC OO, Ignacio Fernández Toxo, o lo que es lo mismo, unos 2.200 euros netos al mes.

Y es que las cuentas anuales de las dos centrales sindicales mayoritarias no pasan por ningún control estatal. De hecho, los propios sindicatos admiten indirectamente en su información institucional que son entidades ajenas al control del Tribunal de Cuentas, es decir, el órgano fiscalizador del Estado. Dicho organismo inspecciona, bajo el concepto de «sector público», a la Administración del Estado, a las comunidades autónomas, a las corporaciones locales, algunos servicios de la Seguridad Social, organismos autónomos o entidades públicas, entre otros, pero en el que quedan exluidos los sindicatos, considerados entidades privadas, así como a la patronal.

En este sentido, son las propias centrales sindicales las que ejercen un «autocontrol» de sus cuentas, al pasar un único examen anual por parte de las denominadas «Comisiones de Control Económico». Lo llamativo es que dichas comisiones están integradas por miembros del propio sindicato, que elaboran un informe anual para después elevarlo a los distintos órganos federales para su posterior aprobación. Una particular estructura que hace imposible que alguien externo al sindicato pueda conocer las cuentas de ambas centrales, cuya financiación proviene en gran parte de subvenciones autonómicas y estatales. A menos, por supuesto, que CC OO y UGT decidan hacerlo público en un futuro, como ya lo han hecho diputados, Casa Real o la Iglesia. De momento, habrá que esperar.

80 manifestaciones...y menos liberados sindicales
Los sindicatos tienen convocadas manifestaciones en más de 80 ciudades contra las últimas medidas económicas del Gobierno, bajo el lema: «Quieren arruinar el país, hay que impedirlo, somos más». Las manifestaciones quieren servir de «cauce» para la protesta ciudadana, aunque a ellas se han sumado el sindicato de funcionarios CSI-F, la Confederación General del Trabajo (CGT) o la Unión Sindical Obrera (USO), así como el movimiento 15-M, que consensuó apoyar las movilizaciones acudiendo en un bloque diferenciado, y que contará con el apoyo de Izquierda Unida y el PSOE. Y mientras tanto, Hacienda desveló ayer que la reducción de más de 6.000 liberados sindicales supondrá un ahorro de 250 millones de euros para el conjunto de las   administraciones, central, autonómica y local, «sin recortar los derechos de los sindicatos», según las estimaciones del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas. De esta forma, se pone fin a una situación que prácticamente triplicaba el número de representantes sindicales que en igualdad de   condiciones tendría el sector privado. Recorte éste que provocará, según señala Hacienda, que unos 8.000 liberados sindicales alienten las marchas al tener que volver a sus puestos de trabajo.

Casa Real, Iglesia y diputados, ejemplos de transparencia
En el último año, las muestras de transparencia han llegado desde todos los ámbitos. Primero fue el Rey, quien detalló el presupuesto de Casa Real, incluido su sueldo y el del Príncipe. Diputados y senadores publicaron las actas de ingresos y gastos en 2011, y el último ejemplo ha llegado desde la Iglesia con la «Memoria Anual de Actividades de la Iglesia en 2010»."
Fuente: ABC

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