miércoles, 8 de agosto de 2012

Propiedad privada, libertad y robo. (Política, Economía. 829)

Pues totalmente con este comentario de Alvaro Lodares al respecto del robo perpetrado por el político de IU Sánchez Gordillo a Supermercados:

 
"A Sánchez Gordillo, Alcalde de la pequeña Cuba en España ( Marinaleda) le ha dado en esta ocasión por robar en supermercados y agredir a las trabajadoras de los mismos. Hay gente a la que le ha sorprendido que este tipo sea un ladrón. A mi no. Sánchez Gordillo jamás ha respetado la propiedad privada, por tanto siempre ha sido un ladrón. Más allá del hecho, que como digo es absolutamente condenable pero no me sorprende, sí me preocupa más otro hecho. Uno, que es habitual usuario de las redes sociales, ve como la actitud de Sánchez Gordillo sigue teniendo mucho apoyo en España.
Vivimos en un país en el que violar la propiedad privada es visto por mucha gente como un mérito y no como lo que es: un robo. Y si ese robo ya se le hace a un gran empresario entonces la mayoría de este país lo aplaude sin disimulo alguno.
La propiedad privada es un elemento esencial para que exista libertad. El socialismo pretende arrebatar a la gente su propiedad privada porque es la manera de tenerlos sometidos. Sin propiedad privada es imposible mantener la libertad. Hay veces que los economistas liberales cometemos un error: poner el énfasis en las cualidades económicas que tiene la propiedad. Defendamos la propiedad privada porque sus consecuencias económicas son muy buenas. Esto que es cierto, no es lo más importante. Lo más importante de la propiedad privada es que está relacionada con la libertad individual. Además con la prosperidad. Pero aunque no estuviera asociada con la prosperidad, al estar íntimamente ligada a la libertad hay que defenderla. 
Lo que ha hecho Sánchez Gordillo muestra el comportamiento clásico del socialismo real: intentar acabar con la libertad individual usando esa palabra tan prostituida por el poder político: solidaridad. La solidaridad si es impuesta no es tal solidaridad. La solidaridad por la que algunos como Sánchez Gordillo abogan se llama en realidad redistribución y no es otra cosa que un robo, ya que la persona es dueña de si misma y por tanto de lo que produce."
Fuente: El Liberal

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