miércoles, 28 de noviembre de 2012

Informe OCE: El Gobierno de Rajoy vuelve a castigar fiscalmente a los ahorradores. (Política, Economía. 1038)

El último informe del IJM pone de relieve lo desacertado de la subida de impuestos a las plusvalías a corto, así como su ausencia de base desde la fiscalidad comparada.

Aquí va un resumen y el enlace al informe completo donde se pone de manifiesto el nuevo error cometido y se echan por tierra las razones que exponen:


Artículo del Instituto Juan de Mariana:

"El Observatorio de Coyuntura Económica del Instituto Juan de Mariana (IJM) ha publicado un informe contra el incremento de la tributación de las plusvalías generadas a corto plazo propuesto por el gobierno del Partido Popular. De acuerdo con esta medida, las plusvalías a corto plazo pasarían a tributar a los tipos marginales de la base general del IRPF a partir de 2013. El Gobierno justifica esta nueva subida de impuestos por dos razones:
a) regresar al modelo de tributación vigente en España hasta 2006, que nos equipara con la tributación de las plusvalías en el resto de Europa y especialmente con la alemana,

b) combatir la especulación para fomentar la inversión a largo plazo.
El informe del IJM rebate los argumentos que el Gobierno utiliza para seguir castigando fiscalmente al ahorro, el único elemento capaz de acelerar la recuperación de nuestra economía.
En primer lugar, el sistema alemán no penaliza las plusvalías obtenidas en el corto plazo. Tanto las generadas a corto como a largo plazo tributan al 25% (tipo único muy inferior a los marginales del IPRF español).

La mayoría de países europeos separan las plusvalías del resto de rentas y las gravan con tipos impositivos inferiores a los marginales. Los países en que tanto las rentas del trabajo como las provenientes del ahorro tributan conjuntamente suelen presentar gravámenes mucho más bajos que los españoles (tipos únicos o flat tax).

Los pocos países europeos con fiscalidad diferenciada en función del plazo de generación no lo hacen para perjudicar a las plusvalías a corto, sino para beneficiar a las obtenidas a largo plazo, llegando incluso a eximirlas totalmente de tributar.

Es tramposo afirmar que con esta reforma regresamos al modelo vigente hasta 2006. En aquel sistema las plusvalías a corto tributaban según los tipos marginales del IRPF, y las generadas a largo plazo al 15%. Actualmente los tipos marginales del IRPF son mucho más elevados. Las sucesivas subidas fiscales, especialmente las del pasado mes de diciembre de 2011, hacen imposible comparar el modelo que entrará en vigor en 2013 con el existente hasta 2006.

Además, el Gobierno falsea la relación entre la inversión a corto y a largo plazo. La idea de que la especulación en los mercados financieros desestabiliza el precio de los activos y aumenta el riesgo de invertir a largo plazo es engañosa. En realidad, la especulación ayuda a fijar dinámicamente precios realistas para los activos, favorece el cálculo empresarial, fomenta la negociabilidad, y aumenta la oferta de capitales en los mercados financieros. Paradójicamente, la medida se aplica sólo a las personas físicas, no a las sociedades, que son las responsables de la mayor parte de las operaciones del mercado financiero español.

Por último, la medida ni siquiera ayudará a reducir el ingente déficit público. El propio Gobierno cifra su impacto recaudatorio en solo 90 millones de euros, el 0,09% de todo el déficit de 2011.

En resumen: hacer tributar las plusvalías a corto plazo según los gravámenes de la base general del IRPF es una medida puramente ideológica y populista que perjudicará a la economía española y dificultará su recuperación."

 
 

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