lunes, 12 de noviembre de 2012

Una crítica a Vicenç Navarro (Catedrático de Economía y profesor de la Johns Hopkins University) y a Eduardo Garzón (economista y miembro de ATTAC-España). (Economía, Política. 993)


Una fantástica y completa crítica que desmonta las reiteradas manipulaciones económicas que tanto gustan al señor Vicenç Navarro. 
Muy muy recomendable:
El artículo es del interesante Blog Desde el Exilio
"Corre por la red un artículo titulado “La estafa de la deuda pública” firmado por el sr. Vicenç Navarro (Catedrático de Economía Aplicada por la Universidad de Barcelona, Catedrático de Ciencias Políticas y Sociales por la Universidad Pompeu y Fabra de Barcelona y profesor de la Johns Hopkins University (Baltimore, USA) durante 35 años) Además como nos informa en su reseña es
uno de los investigadores españoles más citados en la literatura científica internacional en ciencias sociales.
Vamos a analizar ese artículo.
1.- El sr. Navarro dice que:
El crecimiento de la deuda pública, sin embargo, tiene muy poco que ver con la supuesta exuberancia del gasto público.
El sr. Navarro intenta engañarnos convirtiendo una opinión suya en un hecho objetivo. El hecho objetivo es que el gasto público en España en los últimos cinco años ha estado siempre por encima del 41 % del PIB,  como se puede ver en la página 26 de este informe.
2008… 41,5 % del PIB.
2009… 46,5 % del PIB.
2010… 45,6 % del PIB.
2011… 43,6 % del PIB.
2012… 41,6 % del PIB.
En concreto el gasto público ha sido durante los últimos cinco años como media del 43,7 % del PIB anual. El gasto público en los últimos cinco años ha sido de aproximadamente 2,3 billones de euros (2.300.000.000.000 €) o dicho más gráficamente 51.000 € por español sea hombre, mujer o niño, sea parado, trabajador o jubilado.
850 € al mes por cada español durante los últimos cinco años.
1.700 € al mes por cada familia de dos miembros durante los útlimos cinco años.
2.550 € al mes por cada familia de tres miembros  durante los últimos cinco años.
3.400 € al mes por cada familia de cuatro miembros durante los últimos cinco años.
4.250 € al mes por cada familia de cinco miembros (como la mía) durante los últimos cinco años.
Mantener ese nivel de gasto era posible en los tiempos de la burbujacuando cientos de miles de millones de euros entraron en España de Alemania, Francia, USA… para financiar la compra de viviendas, coches, viajes, ampliaciones de negocios. De esos cientos de miles de millones el Estado se quedó, vía impuestos, con unos 350.000  M€ que pagaron el desmedido gasto público.  Con cada piso que se vendía el Estado se quedaba con  el IVA,  con la SS y el IRPF de los trabajadores de la construcción, con el Impuesto de Sociedades,  con los impuestos de la escritura y de la constitución de la hipoteca, con cada coche se quedaba con el IVA, con  el impuesto de matriculación de vehículos… En cada gasto que se hacía con el dinero que nos prestaban desde el extranjero el Estado estaba para llevarse su parte.
Y si los ingresos del Estado aumentaban los gastos no le iban a la zaga. Por poner un ejemplo el gasto en sanidad y educación aumentó durante la burbuja un 40 % (descontando la inflación).
Ahora que ya nadie puede endeudarse más el Estado ya no puede recaudar tanto dinero y con ese nivel de gastos estamos condenados a tener déficit tras déficit y a que la deuda pública aumente hasta la quiebra del Estado.
Esos son los datos objetivos sr. Navarro, los que usted oculta a la gente para engañarlos. Usted puede opinar que ese nivel de gasto es poco o mucho pero eso es sólo su opinión, su obligación como investigador es dar datos no opiniones.

2.- El sr Navarro dice que:
Sólo un adulto de cada diez trabaja en el sector público en España (en Catalunya no se llega ni a este ratio). En Suecia, es uno de cada cuatro.
¿Qué entiende el sr. Navarro por “adulto”? ¿Un mayor de edad (18 años) o una persona en edad de trabajar (entre los 16 y los 64 años)?
Según los datos que da en su artículo parece que entiende que adulto es unapersona en edad de trabajar es decir unos 30 millones de personas en España y con unos 3 millones de trabajadores del sector público las cifras encajan. Pero es inadmisible que se confunda adulto con persona en edad de trabajar.
En cuanto a los datos de Suecia, el sr. Navarro yerra en sus datos. La población en edad de trabajar en Suecia es de 6 millones de personas y el número de trabajadores públicos es de 1.125.000, un 18,75 % de las personas en edad de trabajar , muy lejos del 25 % que afirma.
La realidad, sr. Navarro, es que en Suecia de cada cuatro personas que trabajan hay un funcionario, no de cada cuatro personas en edad de trabajar. Pero usted mezcla los datos y aplica a España las personas en edad de trabajar y a Suecia las personas que trabajan pareciendo así que en Suecia hay muchos más funcionarios que en España.









Recordemos para aquellos que no lo sepan:
Población en edad de trabajar: personas entre los 16 y los 64 años. (30 millones en España, 6 millones en Suecia)
Población Activa: personas en edad de trabajar que trabajan o que buscan un trabajo y no lo encuentran (parados) (23 millones en España, 4,9 millones en Suecia). Quedan descartadas las personas que ni trabajan ni buscan un trabajo.
Población trabajadora: personas que trabajan. (17,3 millones en España, 20,3 millones  en el año 2008, 4,5 millones en Suecia)
Cada cifra es menor que la anterior. El sr. Navarro ha elegido la más alta para España y la más baja para Suecia. Lo honesto es utilizar magnitudes iguales para realizar comparaciones, cualquier investigador lo sabe.
Italia tenía hace dos años (en 2008) 3.400.000 empleados públicos, el 5,7% de la población, uno por cada 17 habitantes, una cifra muy similar a la española -5,5%, uno por cada 18- y a la alemana -donde había 4.500.000 funcionarios para más de 82 millones de personas, lo que se traduce en un 5,4%, 18 habitantes por cada empleado público-. El país que lidera la lista es Suecia, donde trabajan para la administración 1.125.000 personas, suponen el 12,3% de la población y tocan apenas a ocho habitantes por funcionario. Le siguen Finlandia, Letonia y Malta, con nueve por cabeza. Bélgica y Francia ocupan los puestos séptimo y octavo, ambos con 12 funcionarios por habitante. Irlanda, Portugal y Países Bajos también ganan a España, los dos primeros con 13 habitantes por cada empleado público y el último, con 16. Con menos funcionarios que España hay 11 países, incluidos Luxemburgo -en el puesto 17, con 21 vecinos por trabajador público-, Reino Unido -en el 19, con 29 por cabeza- y Grecia -el 20o de la clasificación, con un habitante más por funcionario que Reino Unido-.

En esta también pueden leer lo mismo.
Por otro lado el sr. Navarro nos compara con Suecia, pero la población de la UE 15 es de más de 385 millones de personas y la de Suecia de 9,5 millones (un 2,5 % de la población).
¿Por qué el el sr. Navarro no nos compara con países más significativos comoAlemania con más de 82 millones (21,3 % de la UE 15) o Francia 60 millones (15,6 %) o UK 60 millones (15,6 %)?
¿Quizá  porque los datos ya no le acompañarían tanto? Veámoslo:
¿Por qué el sr. Navarro no nos compara con Alemania o UK con la mitad y la tercera parte de funcionarios que Suecia respectivamente?
¿Por qué no nos compara con Austria uno de los países más ricos de la UE,  con una población similar a la de Suecia, y que tiene la tercera parte de funcionarios por habitante que Suecia?
Parece que el sr. Navarro no sólo ha escogido el país más favorable para sus argumentos sino que encima da los datos con un sesgo que hace parecer que en Suecia hay muchos más funcionarios de los que de verdad hay.
Y ojo que los datos son los del 2008 que si tenemos en cuenta que en España, a pesar de la crisis, el número de funcionarios siguió aumentando hasta el año 2011:
2008 …   2.813.000 funcionarios.
2009 …   2.917.000 funcionarios.
2010 …   2.985.000 funcionarios.
2011 …   3.038.000 funcionarios.
2012 …   2.900.000 funcionarios.
Con 18,1 millones de personas trabajando y más de 3 millones de funcionarios en España, en 2011, uno de cada seis trabajadores era funcionario.

3.- El sr. Navarro dice que:
El Estado en España (y en Catalunya) es uno de los más pobres de la Unión Europea de los Quince, UE-15. Ahora bien, los economistas de FEDEA, los gurús mediáticos –como Xavier Sala i Martín y otros- continuarán, contra toda la evidencia existente, subrayando que la raíz del problema que tiene España, incluyendo Catalunya, es su excesivo gasto público, que –según ellos- ha generado el gran crecimiento de su deuda pública.
El sr. Navarro mezcla un hecho objetivo con una opinión.
Es cierto que España es el país de la UE 15 que menos recauda en relación a su PIB, un 35 % o 36 % del PIB durante la crisis, aunque antes de la crisis esta cantidad se movía en torno a un 40 % del PIB.
Pero hay países muy ricos como Suiza, Nueva Zelanda o Australia donde la recaudación está en el 35 % del PIB y que no tienen grandes deudas.
Ahora bien el déficit público es la consecuencia de la diferencia entre los gastos y los ingresos del Estado, y, obviamente, el aumento del déficit público aumenta la deuda pública.
Determinar cuál es la solución al problema del déficit, si aumentar la recaudación fiscal o disminuir el gasto público es una cuestión diferente sobre la que el sr. Navarro no aporta ninguna evidencia, por lo menos no en este artículo, algo impropio de un investigador.

4.- El sr. Navarro dice que:
Lo que hace un Banco Central en un país es imprimir dinero y con este dinero compra deuda pública a su Estado, de manera que si los intereses de sus bonos se disparan porque el Estado tiene dificultad para venderlos, el Banco Central entra y compra muchos bonos, con lo cual los intereses bajan. El Banco Central está ahí para defender a su Estado frente a la especulación de los mercados financieros. En contra de lo que se dice y de lo que se escribe, los intereses de la deuda los decide un Banco Central, no los mercados financieros.
Que lo que hace un Banco Central de un país es imprimir dinero eso está claro pero de ahí a decir que el Banco central tenga que comprar deuda pública y todo lo demás que dice pues nuevamente es una opinión del sr. Navarro que quiere elevar a la categoría de hecho.
Todos los mercados son intrínsecamente especulativos, y el sr. Navarro lo sabe. En todo mercado los compradores intentan comprar lo más barato posible y los vendedores vender lo más caro posible. ¿Acaso usted,  lector, cuando va al Mercadona, al Corte Inglés o al Alimerka (famosa cadena de supermercados asturiana) no intenta comprar lo más barato posible (entre artículos iguales)? ¿Acaso usted, lectora, no cambiaría de trabajo si otra empresa le ofreciese mejor sueldo e iguales condiciones?
Sinceramente me pregunto cuál será el comportamiento del sr. Navarro cuando va a comprar pero creo que también se comporta como un especulador.
En cualquier caso sr. Navarro, el hecho objetivo es que todo el mundo se comporta como un especulador y todos los mercados son especulativos.Atribuir la especulación sólo a los mercados financieros es una falacia impropia de un investigador de su categoría, sr. Navarro. El hecho es que el ser humano siempre actúa movido por sus propios intereses da igual que esté comprando bombones o deuda pública.
Los intereses de los bonos se disparan por una mera cuestión de oferta y demanda. Si hay pocos ahorradores dispuestos a prestar dinero al Estado el interés se disparará, eso  lo sabe el sr. Navarro.
Lo que pretende el sr. Navarro es que el Banco Central sustituya esa falta de demanda de bonos del Estado imprimiendo dinero y comprándolos. Es decir el sr. Navarro pretende iniciar un proceso inflacionario, veamos como funciona:
Si el Banco Central imprime dinero para comprar bonos y luego el Estado utiliza ese dinero para pagar pensiones, sueldos de funcionarios o a proveedores lo que ocurre es que el Estado está pagando con dinero que no tiene respaldo de ningún bien producido. El Estado está pagando, literalmente, con papeles de colores, que si bien son indistinguibles del resto de los billetes en circulación, no han sido resultado de un proceso productivo.
Como consecuencia de esto, cuando los pensionistas, los funcionarios, los proveedores o los trabajadores de los proveedores vayan a gastar esos billetes se encontrarán con que no ha sido producido ningún bien en contraprestación. Sin embargo  esos billetes creados de la nada son indistinguibles del resto del dinero y nadie va a negarse a aceptarlos a cambio de cualquier bien. Pero  que en las tiendas acepten estos billetes no quita del hecho de que no existen bienes por los que cambiarlos. Lo que se produce a continuación es un exceso de demanda que lleva a un proceso de subida de precios, subida de precios que es la consecuencia de la inflación.
Existe la falacia, perfectamente conocida por el sr. Navarro, de que ese exceso de demanda se solucionará con un crecimiento de la economía y un aumento del empleo. Sin embargo el vendedor o el empresario no puede producir más bienes por más dinero que  imprima el Banco Central puesto que no ha tenido dinero ni tiempo para producirlos, el vendedor sólo tiene el dinero cuando entrega el bien. Si, por ejemplo, ha producido 10 bienes, entonces los que cobraron por fabricarlos vendrán a comprárselos, pero si además aparece otra persona con dinero creado de la nada entonces no existirán suficientes bienes y la única solución será subir el precio. O eso o alguien se quedará sin poder comprar porque no hay bienes suficientes.
Da igual que el empresario produzca 10 que 10.000 unidades de un bien, si luego aparece otra persona con dinero salido de la  nada no existirán bienes suficientes para los que produjeron los bienes y para esta otra persona.
Más aún, da igual que se adelante el dinero para que el fabricante produzca  bienes porque cuando el fabricante pague a sus trabajadores y proveedores con dinero creado de la nada y estos vayan a gastárselo se encontrarán con que no se ha producido nada en contraprestación al dinero recién impreso, y vuelta a empezar con las subidas de precios.
Pero la gente piensa que aunque en el presente la creación de dinero no sirva para aumentar la producción y el empleo más adelantes sí servirá. Es un nuevo error. Aunque en un futuro, y ante el aumento de la demanda y de los precios, el empresario decida fabricar más bienes se va a encontrar con un problema: como ahora los precios son más altos,  sus empleados pedirán salarios más altos. También los pensionistas y los funcionarios pues a todos habrá empobrecido la inflación.  Incluso el empresario querrá obtener mayores beneficios puesto queahora los precios son más altos para todo el mundo.                    
Si se suben las pensiones y los sueldos de los trabajadores y funcionarios volvemos a la situación inicial: el empresario no podrá producir más aunque haya obtenido más dinero de sus ventas puesto que sus costes habrán aumentadoy el Estado necesitará más dinero que antes, pues tendrá pagar  más por la subida de las pensiones y los sueldos de los funcionarios. Bueno, volvemos a la situación inicial pero con la diferencia de que ahora todo será mayor: los precios, los sueldos, las pensiones, los beneficios de los empresarios y … el déficit público.
¿Y si los trabajadores y los pensionistas aceptan seguir cobrando lo mismo? Bueno, en ese caso problema resuelto: el empresario ganará más dinero, el Estado se lo quitará para sufragar su déficit y que no haya que imprimir más dinero, es decir al final le quedará el mismo dinero y seguirá produciendo con los mismos salarios pero vendiendo al precio de la subida para poder seguir pagando los impuestos. El deficit se habrá solucionado porque ahora todos serán más pobres. Los trabajadores, los funcionarios y los pensionistas seguirán ganando lo mismo pero como los precios serán más altos serán más pobres, el empresario también seguirá ganando lo mismo puesto que tendrá que pagar más impuestos para financiar el déficit y como los precios también han subido para él será más pobre.
Si se opta por imprimir más y más dinero la inflación  degenerará en hiperinflación. Los alemanes saben mucho de eso porque sus padres, sus abuelos, sus bisabuelos o sus tatarabuelos vivieron una hiperinflación en los años 20 del siglo pasado. Saben lo que es que los precios suban cuatro veces al día, saben lo que es perder sus ahorros por culpa de la inflación y saben lo que es que al final ni con un billete de un millón de marcos se podía comprar una barra de pan. Y saben lo que fue el nazismo, la guerra y la derrota.
Todos los economistas sabemos eso y por supuesto el sr. Navarro también lo sabe, ¿por qué confunde a la gente así?  pues porque tiene otras intenciones que luego veremos.

5.- El sr. Navarro dice que:
Ahora bien, cuando se estableció el euro, el Estado español perdió tal capacidad de imprimir dinero y comprar deuda pública.
Es cierto sr. Navarro, pero usted oculta a sus lectores la contraprestación que España obtuvo a cambio de esa pérdida de soberanía: nunca tuvimos que volver a devaluar nuestra moneda como sucedió en los años 90 del siglo pasado.
Nunca volvimos a tener una inflación de más del 10 %.

5.- El sr. Navarro dice que:
Se delegó tal autoridad al Banco Central Europeo, que sigue imprimiendo dinero pero no para prestarlo al Estado español (la compra de deuda pública, en la práctica, es un préstamo al Estado), sino para prestarlo a la banca privada a unos intereses bajísimos (menos de un 1%). Y es esta banca privada la que compra deuda pública a unos intereses elevadísimos (un 6% o un 7% en el caso español o italiano). Es un negocio redondo para la banca. El chanchullo del año. La banca, incluyendo la banca alemana, se ha forrado de dinero durante todos estos años. Nunca les había ido tan bien. Chupaban la sangre (los altos intereses de la deuda pública) al Estado, y cuando éste parecía que iba a desmayarse o morir, entonces (y sólo entonces), el Banco Central Europeo le prestaba dinero al Estado, es decir, le compraba deuda pública para que continuara viviendo, a fin de que la banca privada, como sanguijuela, pudiera continuar chupándole la sangre (es decir, su dinero).
Para empezar España no tendría que pagar intereses si no se hubiera endeudado y si no siguiese endeudándose.
Lo siento sr. Navarro pero tengo que decírselo otra vez: no ponga como hechos lo que sólo son sus intenciones.
Como se puede ver en el gráfico:

España pudo financiar su déficit y refinanciar su deuda durante los años 2008 y 2009 con una prima de riesgo muy inferior a los 100 puntos básicos y con un interés por debajo del  5,0 %  en los bonos a 10 años, y teniendo una inflación media en los últimos cinco años de más del 2 %.
En el año 2010 la prima de riesgo estuvo hasta mayo por debajo de los 100 puntos básicos y a partir de junio y hasta octubre entre los 150 y los 200 puntos básicos, llegando en noviembre y diciembre a los 250 puntos básicos. Pero la subida de la prima de riesgo se debía más a la bajada de de intereses de la deuda alemana que al aumento de intereses de la española. De hecho los intereses del bono a 10 años estuvieron en el 4 %, los bonos a 3 años en el 2 % y las Letras a 12 meses en el 1 %.
Como pueden ver en la página 17, gráfico 1.4




En la primera mitad del 2011 la prima de riesgo estuvo por debajo de los 250 puntos básicos mientras que en la segunda mitad estuvo entre los 350 y los 400. Eso suponía pagar el bono a 10 años  entre un 5,00 % y un 6,00 %.
Y finalmente este año la prima de riesgo empezó por encima de los 300 puntos, rompiendo la barrera de los 400 y luego de los 500 puntos en verano bajando nuevamente a una banda entre los 400 y los 450 puntos. Es decir el bono a 10 años estuvo  entorno al 6 %.
Entre 2011 y 2012, y entre refinanciaciones y déficit, el Estado necesitó recaudar0,4 billones de euros. Sin embargo y aunque el bono a 10 años estuvo como media a casi un 6 %  existen otras emisiones de deuda a más corto plazo que pagan intereses mucho más bajos. Existen, y eso lo sabe perfectamente el sr. Navarro, Letras del Estado a 3, 6, 12 y 18 meses y hay Bonos a 2, 3 y 5 años. Todos estos instrumentos financieros al tener plazos de vencimiento menores pagan menos intereses, por debajo del 3 % las Letras y por debajo del 4 % los Bonos a 2, 3 y 5 años.
Para resumirlo vamos a la fuente de los datos  y entonces podremos ver en la página 23, cuadro 2.1, que en 2011 las emisiones de deuda fueron:
Letras a 3, 6, 12 y 18 meses ……..  51,0 % de la emisión de deuda.
Bonos a 3 y 5 años …………………. 19,9 % de la emisión de deuda.
Bonos a 10 años ………………………. 23,3 % de la emisión de deuda.
Bonos  a 15 años …………………….. 4,5 % de la emisión de deuda.
Obligaciones a 30 años ……………..   1,3 % de la emisión de deuda.
Es decir que mientras el sr. Navarro quiere hacernos creer que los bonos a 10 años suponen la parte más importante de la financiación del Estado podemos ver que en realidad sólo suponen un 23,3 % de la emisión de deuda el año 2011.
La realidad es que el 51 % de la deuda del Estado se financia a través de Letras a 3, 6, 12 o 18 meses de las cuales la parte más importante son las Letras a 12 meses que suponen casi un 50 % del total de emisiones de Letras y el 24,9 % del total de emisión de deuda en el año 2011.
Y los bancos para diversificar riesgos compran deuda pública a varios plazos por lo que lo importante son los intereses medios de toda la deuda.
Tampoco dice el sr. Navarro que el aumento de la prima no se ha debido sólo al aumento del interés del Bono español a 10 años sino también por la reducción del interés de el Bund alemán que ha llegado a estar  a niveles próximos al 0 %, recordemos que la prima de riesgo es la diferencia entre el interés del Bono español y del Bund alemán, por lo que una bajada del interés del Bund alemán aumenta la prima de riesgo aunque nuestros intereses no aumenten.
El sr. Navarro dice una verdad a medias cuando dice que la banca toma prestado dinero del BCE al 1 % y lo presta al Estado al 6 % porque no dice que eso sólo afecta al 23,3 % de la emisión de deuda (46.460,5 M€ en 2011).
Aún sumando todas las emisiones de bonos a 10 y 15 años y las Obligaciones a 30 años el resultado son 58.076,5  M€ en 2011. Ahora veamos el gran negocio, el chanchullo del año, con el que los bancos españoles y alemanes se han forrado.
Los bancos toman prestados 58.076,5 M€ prestados al BCE al 1 % de interés y luego se lo prestan al Estado español al 6 %, beneficio al año 2.903,8 M€.
Un momento, ¿De verdad el interés del bono español es del 6 % o del 7 %? Si vemos los resultados de las subastas de bonos del año pasado vemos que no. Un nuevO error del sr. Navarro, porque el interés medio del bono a 10 años fue en 2011 de 5,5 %. Ni siquiera este año el interés medio del bono a 10 años ha llegado al 6 % como se puede ver AQUÍ.
Así que vamos a reducir estas ganancias a 2.787,3 M€ De estas ganancias los bancos tienen que pagar el impuesto de sociedades, un 30 %,  y el negocio ya queda en  1.951,4  M€ anuales. Pero los bancos son personas jurídicas, en realidad los que ganan son los accionistas y si un accionista cobra dividendos también pagará impuestos, en este caso el IRPF. Si se trata de un pequeño accionista, que sólo obtenga 1.500 euros de dividendos por sus acciones, no paga nada pero a partir de 1.500  euros ¡¡Paga entre el 21 % y el 27 % de impuestos!!!
¿Quién se está forrando con los intereses de la deuda? ¿El accionista de los bancos o el Estado a base de impuestos?
¿Es este el fabuloso negocio de la banca, el gran chanchullo con el que se han estado forrando los accionistas de los bancos durante años? ¿Bancos con capitalizaciones de decenas de miles de millones de euros, con billones de euros de activos, con millones de accionistas dependen de esos 2.000 M€? Ya será menos Vicenç.
De hecho los inversores extranjeros están deshaciéndose de la deuda española,en el último año ni más ni menos que de 100.000 M€.
Aunque el sr. Navarro lo insinúe no nos dice la cantidad de deuda que ha comprado el BCE y el BdE, entre los dos suman la nada despreciable cantidad de80.000 M€.
Sigamos con  más cosas que no dice el sr. Navarro, como vimos más arriba en realidad la mayor parte del dinero con que se ha financiado el Estado proviene de emisiones de deuda a menor plazo (Letras), que suponen ni más ni menos que el 51 %  del total, y por las que se pagan intereses mucho menores, menos del 3 %.
Por ejemplo y como podemos ver en el cuadro 2.1 de la página 23 de este informe las Letras del Tesoro a 3 meses supusieron 18.057,8 M€  (9,0 % del total de la emisión de deuda) y por las que se pagaron intereses ¡¡ Inferiores al 2 % !!  Como pueden ver AQUÍ.
La media de intereses pagados por las Letras del Tesoro (a 3,6,12 y 18 meses) fue en 2011 de menos del 3 %.
Pero cuál es el interés que pagamos por la deuda pública, porque ese es el dato que de verdad importa. Es fácil de encontrar: AQUÍ ESTÁ. Y lo que nos dicen los datos, esos que no nos cuenta el sr. Navarro, y que son los que debe  tener en cuenta un investigador, son esto:
TIPO DE INTERÉS MEDIO DE LA DEUDA PÚBLICA ESPAÑOLA EN CIRCULACIÓN
AÑO        INTERES
2007   …..   4,53 %
2008   …..   4,32 %
2009    ….   3,53 %
2010    ….   3,69 %
2011    ….   4,07 %
2012    ….   4,10 %  (datos hasta septiembre)
¿Cómo es posible que con lo que ha subido la prima de riesgo los  intereses sean mas bajos que antes de la crisis? Pues por la sencilla razón de que ahora el Estado se financia más con deuda a corto plazo (Letras del Tesoro) por la que paga menos intereses que por Bonos del Tesoro , y porque a lo largo de estos años han ido venciendo Obligaciones a 30 años y Bonos a 15 años con intereses muy altos en algunos casos del 10 % o más. Y todo esto el sr. Navarro lo sabe pero se lo guarda.
Ahora comparemos los intereses de la deuda con la inflación:
AÑO   INFLACIÓN ESPAÑA   _________           AÑO     INFLACIÓN ALEMANIA
2007 … 4,2 %   _______________________   2007   ….. 3,1 %
2008 … 1,4 %  ________________________  2008   ….. 1,1 %
2009 … 0,8 %  ________________________  2009   ….. 0,9 %
2010 … 3,0 %  ________________________  2010   …… 1,7 %
2011 … 2,4 %  ________________________  2011 ……. 2,1 %
2012 … 3,4 % (datos de septiembre) ________ 2012 ……. 2,1 %
La conclusión es que:
a) Aunque los intereses de la deuda han aumentado en los últimos tres años, aún siguen siendo más bajos que en los años 2007 o 2008.
b) El interés medio de la deuda contraída o refinanciada en los últimos dos años,está  ligeramente por debajo del 4,5 % anual. El interés medio de la deuda contraída este año es del 4,5 %
c) Los intereses medios de la deuda pública española son del 4,10 % anual.
A la vista del siguiente gráfico parece que los inversores extranjeros huyen como de la peste del fabuloso negocio de la deuda pública española, como dije antes 100.000 M€ menos en el último año. ¿Pero no era este el chollo con el que se enriquecían los megamillonarios del mundo?

6.- El sr. Navarro dice que:
En realidad, a pesar de que el BCE ha dado desde diciembre de 2011 más de un billón de euros (sí, un billón de euros) a la banca privada (la mitad de este billón fue a la banca privada española e italiana), el crédito continúa escaso, pues la banca tenía otras inversiones (como comprar deuda pública) mucho más rentables que la de ofrecer crédito.
Vamos a ver sr. Navarro si no es la banca, con dinero del BCE, ¿Quién demonios le va a prestar dinero al Estado español o al italiano?
Por otro lado ¿Cómo puede pretender el sr. Navarro que la banca siga prestando dinero cuando todo el mundo que se podía endeudar (y muchos que no podían) ya lo ha hecho?
Y además gran parte de ese dinero ha vuelto al BCE
Sí, claro, lo que usted pretende es seguir financiando a todo el mundo con dinero creado de la nada. Ya puestos podía poner un sueldo de 6.000 € al mes a todos los adultos de España o de la UE o del mundo. ¡Será por dinero!

7.- El sr. Navarro dice que:
Cualquier persona normal y corriente se preguntará, ¿por qué el BCE no prestó este dinero a los Estados de la Eurozona en lugar de prestarlo a la banca para poder financiarse sin necesidad de pagar unos intereses tan elevados a la banca privada?
Cualquier persona puede, pero un prestigioso economista, catedrático y profesor de la Johns Hopkins University, debería saber el propósito con el que fue creado el BCE y las condiciones del Tratado de Maastrich.
¿Por qué el BCE no puede prestar dinero directamente a los Estados o comprar su deuda pública? Pues por la sencilla razón de que cuando se creó el BCE sus fundadores decidieron que el objetivo fundamental fuera el mantenimiento de un crecimiento de los precios entorno al 2 % anual. Ya se que al sr. Navarro le hubiera gustado que los objetivos del BCE fueran otros, pero no lo son.
¿Por qué se fija ese objetivo de mantener el crecimiento de los precios en torno al 2 % anual y en cambio no se permite al BCE comprar deuda pública para financiar a los Estados? Pues por la sencilla razón de que, como vimos antes y como también lo saben los economistas que fundaron el BCE, si el Banco Central se pone a imprimir dinero creado de la nada para comprar deuda pública con que el Estado pague sus gastos se generará inflación y será imposible mantener el nivel de subidas de precios a ese 2 %.
Pero además cuando se estableció el euro como moneda común entre las condiciones requeridas estaban las de que el déficit público no superaría el 3 % y la deuda pública no superaría el 60 % del PIB. Si se hubieran cumplido estas condiciones nunca se hubiera llegado a la situación en la que estamos y el BCE no tendría que hacer la trampa de prestarle a los bancos para que estos compren deuda pública.
En realidad no es que no sepa todo eso, que lo sabe, el problema es que no es conveniente recordarlo para mantener su demagogia en favor de la impresión masiva de dinero.


8.- El sr. Navarro dice que:
Hoy, uno de cada cuatro euros que el Estado se gasta va para pagar su deuda pública,…
Mentira, sr. Navarro. El gasto público en España va a ser este año de un 41,6 % del PIB (página 26), es decir unos 450.000 M€. Pero sr Navarro, ¿Uno de los investigadores sociales más importantes del mundo y no es capaz de encontrar el dato del gasto público?
Ya le dije más arriba que el gasto público por español está por encima de los 10.000 € al año. Si quiere le pongo unos gráficos.
En cuanto a los intereses de la deuda pública parece que van a ser unos 28.848 M€, un 2,75 % del PIB.
Y ahora, pregunta de concurso: cuanto son 28.848 M€ de 450.000 M€, pues el 6,4 %.
El 6,4 % no el 25 %, sr. Navarro.
Uno de cada 15,6 euros que gasta el Estado  lo gasta en deuda pública, no uno de cada cuatro, sr. Navarro.
¿Le ha fallado la calculadora sr. Navarro?
¡¡ Ha multiplicado por cuatro el impacto de los intereses de la deuda pública en los gastos del Estado!!

9.- El sr. Navarro dice que:
El economista Eduardo Garzón ha calculado (en su artículo “Situación de las arcas públicas si el estado español no pagara intereses de deuda pública”) lo que el Estado español tendría como deuda pública (desde 1989 a 2011) si hubiera tenido un Banco Central que le hubiera prestado dinero al 1% de interés, sin tener que recurrir a la banca privada pagando los elevadísimos intereses que ha pagado. Pues bien, la deuda pública sería hoy un 14% del PIB (sí, ha leído bien, un 14%) en lugar de un 90%.
Para empezar el sr. Garzón no plantea que un Banco Central preste dinero al Estado a un 1 % sino que habla de no pagar intereses. Puede que ese 1 % les parezca insignificante pero no lo es en absoluto.
Vamos a ver primero unos datos:
Año 1989, en euros constantes de 2011.
PIB:  784.000 M€
Deuda pública:  327.000 M€ (41,7 % del PIB)
Intereses deuda pública:  22.900 M€
Lo que plantea el sr. Garzón es dejar de pagar esos 22.900 M€ a los inversores en deuda pública.
Pero en ese caso ¿Quién iba a tener interés en invertir en algo que no produce dinero? La respuesta es clara: nadie. En consecuencia todas las nuevas subastas de deuda quedarían desiertas y todo el mundo se quedaría con el dinero de la deuda del Estado a medida que fuesen venciendo los plazos.
Resumiendo ¿De dónde sacaría, Sr. Garzón, el Estado el dinero para devolver los 327.000 M€?
Hay dos opciones:
a) Que el Estado confiscase el dinero a los inversores. Pero para eso debería derogar la Constitución. Ante esta situación cualquier capital o inversión extranjera huiría de España. Tendríamos demandas en los Tribunales Internacionales. Ante la incertidumbre generada la inversión privada española desaparecería y la gente sacaría el dinero de los bancos para guardarlo en sus casas con lo que el sistema financiero quebraría.
b) Que el Banco de España imprimiese los 327.000 M€ para devolverlos a los inversores. Pero recordemos que en aquella época todavía estábamos con la peseta, con lo que habría que imprimir  ¡¡¡54 billones de pesetas!!!. Ante esa creación masiva de dinero  de la nada ningún exportador extranjero  admitiría la peseta como medio de pago. La cotización de la peseta frente al dólar, el marco, el franco o la libra esterlina se derrumbaría. Los precios de los productos importados (entre ellos el petróleo) se dispararían. Los precios de los productos nacionales también subirían (en pesetas) debido al exceso de demanda que crearía la impresión de dinero.La gente se empobrecería, los ahorradores perderían su dinero y la recaudación fiscal se desplomaría.
Pero Eduardo Garzón no nos cuenta nada de eso en su informe. ¿Es tan inepto que no se da cuenta de las consecuencias de suspender el pago de intereses de la deuda pública o intenta engañar de una manera miserable a la gente? Lo que está claro es que no es un investigador científico.
Pero es que además, incluso restando los intereses, las cuentas públicas tuvieron déficit durante los años 1990, 1991, 1992, 1993, 1994, 1995 y 1996, como se puede ver en el gráfico que el propio sr. Garzón pone en su informe:
En el año 1996 y descontando el pago de intereses, el Estado todavía necesitaría un 13 % del PIB, ¡¡97.500 M€ de 2011 o 16,2 billones de pesetas!!
¿Volvemos a imprimir dinero sr. Garzón?
Luego, no se por qué, el sr Garzón cambia de criterio y decide devolver al Banco de España (porque no creo que nadie aparte del BdE prestase dinero a un Estado moroso) el dinero del déficit de los años 1990-1996.
En 2004 la deuda generada entre 1990 y 1996  habría desaparecido y a partir de ahí el Estado ahorraría dinero hasta el año 2007.
Lo que no cuenta el sr. Garzón, que como el sr. Navarro oculta sistemáticamente cualquier dato que ponga en duda sus teorías, es que los superávits de las cuentas públicas del periodo 1997-2007 se debieron al brutal aumento del endeudamiento privado.
*Nota: el gráfico de la izquierda tiene mal el dato de de la deuda pública del año 2011 que finalmente fue de 720.000 M€.
Como se puede ver en este gráfico el endeudamiento privado creció entre 1995 y 2008, en términos absolutos, un 653 % y en términos reales, descontada inflación, en un ¡¡¡ 441 % !!!
Parte de ese endeudamiento provenía de bancos alemanes, franceses, yankis… y cuando los españoles que se endeudaban para comprar el pisito o para expandir su empresa, un 40 % se lo llevaba el Estado vía impuestos. De esta manera el Estado pudo equilibrar sus cuentas y obtener superávits durante el periodo 1997-2007. Sin ese endeudamiento privado nunca podría haber habido un superávit público.
Cuando en 2008 se cierra el grifo del crédito y la gente y las empresas no sólo no se endeudan más sino que empiezan a desendeudarse los ingresos públicos se derrumban.
Como puede verse en en la página 30 de este informe.
Los ingresos públicos bajaron en sólo dos años del 41,1 % del PIB al 35,1 % y claro, apareció el déficit público.
Es ahora el sr. Garzón el que dice:
La presencia de mayor cantidad de saldos en superávit (o lo que es lo mismo, la ausencia de pagos por intereses) consigue que el total de la cantidad necesitada por el estado tenga una magnitud mucho menor que en el caso anterior, situándose durante algunos años en valores positivos y alcanzando un valor negativo aproximado del 14% sobre el PIB en la actualidad, mientras que en el caso anterior (caso real) rondaba el 87% del PIB.
Lo primero sr. Garzón cuando acabe este año la deuda pública española será del 80 % del PIB no del 87 %.
Aceptando que el Estado no pagara intereses por la deuda pública en los últimos 24 años y suponiendo que siguiese sin pagarlos en un futuro nos encontramos, según sus propios datos, con un déficit en el año 2009 del 9 % del PIB. A pesar de su cuento de hadas en sólo cuatro años (2008-2011) el déficit público devora el 14 % de superávit y genera una deuda del 14 % del PIB, o dicho de otro modo se gastan 300.000 M€ más de lo que se ingresa.
Es más, si no hubiera sido por los recortes de Zapatero en 2010, la deuda ya se hubiera ido al 20 % del PIB, ¿Imprimimos más dinero, sr. Garzón? ¿Otros 200.000 M€ más?
Finaliza el sr. Garzón diciendo:
Esta comparación a grandes rasgos entre los saldos brutos y los saldos primarios pone de manifiesto el grave perjuicio que supuso para la economía española la prohibición de monetizar la deuda pública, al obligar al Estado a tener que acudir a financiarse exclusivamente en los mercados financieros donde los inversionistas privados ofrecen capital a cambio de abusivos tipos de interés. Lo que es un muy rentable negocio para una estrecha capa de la población es también un coste sobresaliente para las arcas públicas del estado de cuya salud depende el bienestar de la mayoría de la población española.
¿Cómo puede decir un economista que prohibir “monetizar la deuda pública”, es decir prohibir imprimir dinero a mansalva, perjudica a la economía española? El sr. Garzón simplemente es un engañabobos.
Al Estado no le obliga nadie a acudir a financiarse a los mercados financieros, nadie obliga al Estado a endeudarse, sr. Garzón. De hecho según el Tratado de Maastrich España no debería tener un déficit de más del 3 %, ni una deuda pública de más del 60 %
¿Abusivo tipos de intereses? ¿Qué entenderá el sr. Garzón por intereses abusivos?
¿Es abusivo cobrar un 4 % de intereses medios por la deuda española, 4 % que después de impuestos se queda en un 3 %, cuando la inflación está en España por encima del 3 %. y  por encima del 2 % en Alemania?
Incluso prestando al 5,5 % de interés, después de impuestos y descontando la inflación se obtiene escasamente un 1 % de beneficio en España y un 2 % en Alemania.
¿Muy rentable un negocio en el con suerte se gana un 1 % y con menos suerte se pierde dinero? 
¿En qué se benefician esas “estrechas capas de la población” prestándole dinero al Estado a un tipo de interés real del 1 % o menos?
¿Por qué esos ricos avariciosos prefieren prestar a Alemania al 1 % que a España al 5,5 %? ¿Será porque en Alemania no tienen el déficit público descontrolado?
Es usted, sr. Garzón es el típico progre que se dedica a engañar a la gente con paraísos imposibles para tener audiencia y un cargo público para vivir desahogadamente… a costa de los demás.

10.- Y ya para acabar, el sr.Vicenç Navarro dice:
Esta transferencia de dinero se realiza también a nivel de la Eurozona, de manera que los países que tienen que pagar intereses de la deuda más altos (los países del Sur) los pagan a los bancos del Norte (que han invertido cantidades muy significativas de su capital en comprar deuda pública de tales países que generan unos intereses exuberantes, alcanzando unos beneficios estratosféricos).
Falso, sr. Navarro: ni intereses exuberantes ni beneficios estratosféricos. Como se puede ver en los enlaces que he puesto anteriormente y como he explicado en el punto anterior. A usted le interesa usar esa retórica y esas exageraciones, cuando no falseamientos de la realidad, para apoyar unas teorías que no sostienen el más mínimo análisis científico.
Unas teorías que son infumables pero que le habrán hecho entrar en el 10 % más rico, o puede que en el 5 % más rico, vendiendo libros como el que promociona al final de su artículo.
Ustedes sres. Vicenç Navarro y Eduardo Garzón no defienden más que sus propios intereses como funcionarios y políticos que viven de “lo público”, la realidad les importa un pimiento y poner en práctica sus teorías llevaría a la gente a la miseria más absoluta."

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