sábado, 22 de diciembre de 2012

¿Necesitamos un soviet de la libre competencia? (Economía, Política. 1114)


El control, las continuas reglas, la fijación de precios, impuestos y reglas de juego que implican restricciones y evitan la entrada de competidores conlleva un importante ataque al libre mercado y crea monopolios. Es lo que ocurre en el ejemplo de las telecomunicaciones:

"Ha vuelto a pasar una de esas cosas absurdas. La CNC (Comisión Nacional de la Competencia) ha multado a tres operadoras de móvil por violar las reglas de la libre competencia. Y no ha sido una tontería de amonestación, nada más que 119 millones de euros, oiga.
¿No le parece absurdo que la ‘libre competencia’ tenga que estar controlada? Si está vigilada por un órgano rector, un soviet, o un dictador de la producción es que ya no hay libre competencia. Solo hay libre competencia cuando interactúan oferta y demanda solas. Desde el momento que ponemos a un policía que interpreta aleatoriamente las reglas del mercado, esto es, de cómo compra la gente y venden las empresas, el escenario deja de ser libre.
Nos han dicho que las operadoras están liberalizadas y funcionan en una situación de libre mercado. No es cierto desde el momento esas ‘competencia’ se ha asignado a dedo. No es cierto que el sector sea libre desde el momento que el Gobierno establece reglas específicas para el sector, fijación de precios (y arbitrariamente después multe), impuestos especiales a esas empresas y reglas del juego diferentes a las de otros sectores evitando que entren más empresas con la restricción de caras licencias.
La CNC afirma que las empresas multadas fijaron precios entre ellas para vender caro. ¿Y qué pruebas muestra para eso? Pues mire, ninguna. Ha visto que los márgenes eran amplios y eso para la CNC es pre-acuerdo de precios. Y es que desde un punto de vista técnico, la fijación de precios entre empresas es casi imposible de llevar a la práctica ya que los incentivos que tiene cada una de ellas para romper ese acuerdo tácito y secreto es altísimo. Más aún si los márgenes son tan altos. Es lo que en economía llamamos el Dilema del Prisionero.
La CNC es un dictador de la producción que solo dificulta una competencia sana en el mercado. Para garantizar la competencia y su buen comportamiento no necesitamos un sóviet ni organismos afines a los políticos. Lo que se necesita es lo contrario. Menos intromisión del Gobierno en el mercado. Eso significa eliminar licencias. De lo contrario solo crearemos monopolios. Eliminar impuestos, dejar entrar a cualquier empresa que quiera competir, eliminar barreras de entrada, de precios y dejar de poner en los consejos de administración de las empresas a políticos. La libre competencia reduce precios porque elimina monopolios. Y eso funciona en todos los sectores (miren la nota de DiLorenzo El mito del Monopolio Natural donde afirma que los únicos monopolios los crea el Estado).
Observen la cara opuesta. Somalia es un país famoso en occidente por sus piratas, caos y solo tenemos malas y sesgadas noticias del país africano. ¿Pero sabe qué? Es la nación con menos regulaciones del mundo sobre las telecos. No tiene regulación alguna. Actualmente operan 15 compañías de telecomunicación (Dalkom Telecom, Galkom, Global Internet Company, Golis Telecom Somalia, Haatif Telecom Somalia, Hormuud Telecom, OnkoTel, NationLink Telecom, Netco, Somafone, Somali Telecom Group, Telcom, Telcom Puntland, Telenet International y Telesom Company).
Tiene el mejor servicio de Internet, wireless, móvil… de África, y las cuotas más baratas del mundo siendo el objetivo de todas las compañías del mundo. No está mal para un país que ha salido de una guerra y que su población es básicamente rural. Y todo sin un comité de la libre competencia que garantice precios y servicios.
Lo último que necesita la competencia para funcionar de forma sana es un comité o soviet que sustituya las decisiones de particulares y empresas por los caprichos de un burócrata en un despacho. Eso no es libre competencia, es Capitalismo de Estado; y por lo tanto, imponer dictadores de la producción."
Fuente: Jorge Valín

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