miércoles, 30 de enero de 2013

Hoy en Suecia, mañana en España. (Islam, Oriente Medio.155)


Un problema muy preocupante y que sigue creciendo en Europa, la extensión de la violencia, el odio y la intolerancia islámica. Pero los intentos de resolver esta situación de integración (políticas de subvenciones, ayudas sociales, culturales...) no ha hecho más que fracasar e incrementar y ahondar el problema, extendiéndolo. Y es que el problema es otro muy distinto...
 Es el caso de Suecia (entre otros muchos):

"La ideología islamista, la corriente dentro del Islam que quiere implementar dicha religión en todo el orbe, adoctrina a los musulmanes en el odio religioso a los no-musulmanes afirmándose en la orden de Alá, de obligado cumplimiento, y sin excepción, para todos los musulmanes en todos los tiempos y todos los lugares: Combatid contra ellos hasta que dejen de induciros a apostatar y se rinda culto a Alá. Si cesan, no haya más hostilidades que contra los impíos. Corán 2:193

La inmigración musulmana en Suecia es un fenómeno relativamente cercano en el tiempo, y en España es aún mas reciente. Suecia cuenta con uno de los más famosos y prestigiosos sistemas de bienestar social. El país nórdico ha vertido enormes ayudas económicas, sociales y culturales con la ilusión de integrar a los musulmanes. Los políticos han abordado los problemas derivados del islamismo, sus delitos (robos, atracos, violaciones, asaltos) y crímenes, con teorías psico-sociales y lacrimosas historias.
Todo esto no ha sido más que un espejismo.
El supremacismo cultural europeo progresista ha analizado todos los fenómenos sociales desde una perspectiva economicista-marxista o pseudomarxista y ha ignorado el verdadero motor que determina las acciones y voluntades de los islamistas: las creencias islámicas sobre la superioridad del Islam y de la Umma [Nación Musulmana] y de sus valores respecto al resto de las existentes, la percepción de vulnerabilidad del mundo musulmán ante el mundo no-musulmán, al que califican de infiel, la culpabilización del mundo no-musulmán por agravios pasados o presentes en el mundo musulmán, y las creencias devaluadoras del mundo no-musulmán, emanadas del Corán, en el que se deshumaniza y despersonaliza a sus miembros, como la frase tan repetida por los líderes musulmanes, locución procedente de los Hadices, que los judíos descienden de los monos y los cristianos de los cerdos, atribución de características, actitudes e intenciones indeseables y degradantes. Llegando como resultado a estigmatizar y culpabilizar a las víctimas de los actos criminales perpetrados contra ellas, reduciendo la empatía y excluyéndolas moralmente, privándolas de principios morales. El islamismo se auto otorga la potestad de decidir quien tiene derecho a la existencia y quien no, y que país tiene el derecho a la existencia y cual no.
Así como el efecto Morgana, ilusión óptica debida a una inversión de temperatura, deforma la realidad al observador, el análisis dominante en Occidente invierte y falsea la realidad, y el victimario islamista es confundido como víctima, fruto de las desigualdades económicas y sociales mundiales y del colonialismo. Este análisis obvia que los más desfavorecidos negros (no-musulmanes), asiáticos (no-musulmanes) y sudamericanos no se han volado ni explosionado contra los ciudadanos de las antiguas metrópolis coloniales. Nunca se ha explotado un judío ni ha ido matando alemanes en “venganza” por el genocidio nazi, ni tampoco ningún cristiano turco o del mundo árabe contra los opresores islamistas. Tampoco los islamistas se han inmolado o atentado contra los riquísimo líderes del mundo árabe y/o musulmán.
Son numerosos los informe sobre el odio islamista en Suecia y en Europa, y del desprecio por los no-musulmanes. Los islamistas tienen el mismo desprecio contra los judíos, budistas, sijs hindúes, ateos, homosexuales, musulmanes nominales y cualquier persona que no sea lo que para ellos es un “buen” musulmán, un islamista.
La escandinava ciudad de Malmo ha sufrido una ola de atracos en el último año, en parte, "una guerra contra los suecos" según declaraciones de los mismos delincuentes.
Los jóvenes ladrones musulmanes fueron entrevistados por Petra Åkesson para su tesis de Sociología. La autora había leído el informe Bra sobre los delincuentes jóvenes musulmanes en Estocolmo y Malmo y quería indagar por qué ellos asaltan y roban, siendo elevadas las ayudas sociales que reciben y siendo poco el monto robado por estos delincuentes musulmanes.
Petra Åkesson ha recibido ayuda de consejeros de tres escuelas y una organización que trabaja con jóvenes delincuentes para tener contacto con los delincuentes musulmanes. Ella habló con ellos tanto individualmente como en grupo. La edad de los delincuentes era de entre 15 y 17 años. Ella ha grabado las respuestas y dice que las ha tenido que escuchar varias veces para entender realmente lo que decían. Uno de los argumentos recurrentes es: “Cuando nosotros estamos fuera de la ciudad y asaltamos, entonces somos unos guerreros, pues estamos en guerra contra los suecos”
Uno de los chicos de una de las escuelas dijo sonriendo que "una hermosa sensación recorrió mi cuerpo cuando asaltaba, te sientes satisfecho y feliz, te sientes como lo hemos logrado."
Otro joven declaró: “Por mí, que los suecos yazcan en el suelo y besen mis pies.”
Los delincuentes musulmanes jóvenes no planifican sus crímenes y afirmaron que "Es tan fácil robar a los suecos, es tan fácil. … y… Los suecos no hacen nada, sólo nos dan cosas, son tan cobardes."
NOTAS

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