Eso sí, el endeudamiento del país sigue rompiendo todos los techos hasta nuevos niveles y subiendo, porque este gasto adicional (compras de activos) lo hace cada mes al margen de su insostenible nivel de gastos corrientes, con un déficit disparatado.
Como bien concluyera el completísimo estudio de Rogoff y Reinhart, en su libro “This time is diferent”, cuando un país supera el 90% de deuda pública sobre PIB, empiezan los problemas graves. Y EEUU está por encima del 100% de deuda pública sobre PIB.
Y cada vez necesita inyectar más dinero (más deuda) para producir 1 unidad adicional de crecimiento PIB, con unos efectos negativos tremendos, teniendo luego que equilibrar las cuentas, haciendo insostenible fiscalmente al país y produciéndose bancarrotas (sin tener en cuenta por otro lado la superinflación que puede llevar a provocar, y cuyas consecuencias son realmente nefastas como la historia ha mostrado).
Un ejemplo gráfico. Francia es el paradigma. Lleva desde 1989, 24 años consecutivos con déficit en sus cuentas, es decir, gastando más de lo que ingresa, exactamente igual que Grecia y Portugal. Ya sabemos dónde han ido esos países y a dónde va Francia (ayer se le escapó al Ministro de Trabajo francés este comentario en una entrevista, aunque han movido tierra y cielo para hacer creer que eran irónicas (aunque esta es su situación)
Pero nadie decía nada antes. Liquidez a go go y déficits y deuda sin descanso. Ahora llegan las consecuencias, que no provienen de la austeridad, que no se da tampoco hoy en día, sino de los excesos. Pero todo el mundo exige ahora más gasto aún, más "estímulos". Que siga la fiesta, claro.
Keynesianismo (y monetarismo) en estado puro. Gastar sin parar. Ah que esto trae problemas? Pues gastemos más aún, que el problema es que se ha gastado poco...(y esto no es broma, es literal, con Krugman a la cabeza).
No hay comentarios:
Publicar un comentario