miércoles, 6 de marzo de 2013

Capitalismo, no consumismo (Política, Economía. 1.312)

Este artículo muestra brevemente algunas características del capitalismo, absolutamente necesarias para el progreso de la sociedad y la erradicación de la pobreza. Podemos hablar así del ahorro y los bienes de capital. Erroneamente, se suele relacionar al capitalismo con el consumismo o el intervencionismo, que incluye restricciones al comercio y barreras arancelarias. Nada más lejos de la realidad, pero es que desgraciadamente, son elementos de los que abusan hoy día los gobiernos, alejados cada vez más del capitalismo, con lo que supone esto para las sociedades:

"El término capitalismo se suele relacionar casi de forma automática con el término consumismo. Se cree con frecuencia que mientras más consumista, más capitalista es una economía, pero la diferencia está en la clase de bienes que se producen. En una economía consumista solo se producen bienes de consumo tales como cebollas y zapatos; en una capitalista se producen además bienes de capital como fábricas y maquinarias. Mientras los primeros son producto del consumo, los segundos son producto del ahorro.

Una economía que produce más maquinarias que cebollas es una que ha restringido el consumo para amasar capital y, al final del día, restringir el consumo no es otra cosa que ahorrar. El ahorro es el motor que produce bienes de capital, es decir, más maquinarias que zapatos; el ahorro de hoy es la riqueza de mañana.

“¡Ah, ahora entiendo!”. Usted debe de decir. “Por eso en Ecuador se está restringiendo tanto el consumo: para incentivarnos a ahorrar y convertirnos en una economía que prioriza el capital. Es por eso que hay tantas y tan altas barreras arancelarias e impuestos a la salida de divisas: para encarecer todos los bienes de consumo y no me quede más que ahorrar”.
La realidad es precisamente la opuesta: las restricciones y barreras arancelarias eliminan la capacidad de ahorro porque encarecen los productos y reducen el poder adquisitivo del consumidor. Por ejemplo, un consumidor que podría adquirir un par de zapatos por $ 20, al tener que desembolsar $ 10 adicionales por concepto de arancel, tiene $ 10 menos que destinar al ahorro. Los consumidores serán $ 10 más pobres que si no existiera el arancel, y la economía tendrá menor capacidad de ahorro.

Lo mismo ocurre con las barreras a la inversión extranjera. Medidas como el impuesto a la salida de divisas ahuyentan al capital extranjero, el cual ofrece oportunidades de crear bienes de capital. Así es como Dubái, nuestro colega petrolero, recibe abundante inversión extranjera que crea bienes de capital y riqueza futura, lo cual se ve reflejado en el crecimiento sostenible de su economía gracias a la apertura.

Por otro lado, en Ecuador se ponen barreras que dificultan la inversión, y la economía se mantiene con recursos estatales canalizados a un consumismo cortoplacista que únicamente tiene fines redistributivos; fines de consumir para crear empleo a corto plazo en lugar de producir para consumir y crear riqueza sostenible a futuro.

El economista español Juan Rallo dice al respecto: “Es el ahorro lo que nos permite dirigir durante un tiempo nuestros esfuerzos, no a satisfacer nuestra más inmediatas necesidades, sino a preocuparnos por satisfacer nuestras necesidades futuras: producimos bienes de capital para que estos, a su vez, fabriquen los bienes de consumo futuros que podamos necesitar”.

El verdadero camino al desarrollo y eliminación de la pobreza se logra fomentando el ahorro y la creación de bienes de capital. Las economías desarrolladas nos enseñan que el camino es la apertura económica."

Fuente: El Universo

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