lunes, 15 de abril de 2013

El 19% del PIB, para abonar la deuda y sus intereses en 2013 (Política, Economía. 1.438)

Lo hemos ido advirtiendo año a año, frente a los que exigían más gasto público y deuda pública, porque ésta no era ningún problema, y se necesitan más política de "crecimiento" (de gasto), que es precisamente la política que se ha llevado a cabo estos años, con resultados de sobra conocidos. Pero no es suficiente al parecer, y se exige pues todavía más!


Pues resulta que esta deuda se ha disparado a niveles muy preocupantes, y solo en intereses de la misma se presupuesta en 2013 casi 40.000 millones de €, lo que implica pagar casi 10.000 millones más que el año pasado. Y no es un problema de altos tipos de intereses de la deuda, ya que éstos son más bajos que antaño y bastante más bajos que antes de iniciarse la crisis (algo que sorprenderá a más de uno). El problema es que cada vez hay más deuda que se acumula y es imparable por el nulo esfuerzo e intención en reducirla por parte de los políticos (en el gobierno, y ya no digamos en la oposición, donde todo lo que se gasta es poco e insuficiente, y lo que se exigen son más impuestos aún).

Y si esto no fuera poco  hay que sumar a estos intereses más de 150.000 millones de € de devolución de deuda que vence este año (que se refinanciará claro está), pero aquí no hay ningún problema de gasto público, no.

Como publica El Economista:

"El Gobierno ha presupuestado 38.590 millones en coste del pasivo, a los que se suman vencimientos de 151.481 millones.

La deuda pública se le va de las manos al Gobierno de Mariano Rajoy, y con ella, la buena racha que presentaba nuestro país en la ratio de pago de intereses/PIB en relación con nuestros socios de la eurozona y de la Unión Europea. De hecho, hay que retroceder once años -hasta 2001, con el 3,1 por ciento- para encontrar un dato peor que el encajado por España en 2012, cuando hubo que destinar el 2,88 por ciento del PIB para pagar el coste del pasivo acumulado por las Administraciones públicas.

También el año pasado dejamos de estar muy por debajo de la ratio europea en coste de intereses respecto al PIB, y nos pusimos al nivel medio de los Estados del euro; una tendencia que será difícil de corregir este 2013, ya que el Gobierno ha presupuestado 38.590 millones de euros en gasto de intereses.

Dicho en román paladín: hacer frente al coste del pasivo exige movilizar prácticamente el 4 por ciento del PIB -el 3,86 por ciento, contando con que cada punto supone 10.000 millones de euros-, la cifra más alta en lo que va de siglo. Y aún hay más: sumando a estos intereses los vencimientos del principal de la deuda, que este ejercicio ascienden a 151.481 millones, resulta que España tiene hipotecado el 19 por ciento de su PIB para afrontar el endeudamiento de las AAPP.

Con el agravante de que la economía sigue encallada en la recesión, y las más optimistas previsiones -las del Gobierno- auguran un retroceso del PIB del 0,5 por ciento, mientras la mayoría de analistas hablan de punto y medio.

La situación de crisis y los recelos hacia España se confabulan para encarecer nuestra factura en intereses, sin que el Banco Central Europeo haga lo suficiente para aligerar nuestras cargas financieras.

El coste se dispara

En detalle, el coste de la deuda pública subirá este año en 9.742 millones -casi un punto de PIB en un año-, lo que significa destinar el 33,8 por ciento más de recursos que en 2012. Todo ello, en un contexto de recorte del gasto que lleva a los expertos a alertar de que ese fuerte repunte de la carga de los intereses neutralizará el ahorro previsto, por ejemplo, en los Ministerios, donde los Presupuestos para 2013 han dado un tijeretazo de 3.883 millones. El sobrecoste de los intereses del pasivo es la manzana envenenada que ha dejado 2012 en el cesto de las cuentas públicas, ya que la deuda de las Administraciones no sólo no se contuvo el año pasado, sino que en un solo ejercicio se disparó en la imponente cifra de 145.871 millones, hasta el récord de 882.339 millones. Es decir, en el primer año de mandato de Mariano Rajoy, el endeudamiento creció 14 puntos de PIB: del 69,3 al 83,5 por ciento.

En octubre, el propio Ministerio de Hacienda vaticinó que España debería más de 900.000 millones -el 90,5 por ciento del PIB- a finales de 2013. Y el primer mes del año va en esa dirección, pues, según datos del Banco de España, el endeudamiento público alcanza ya los 896.309 millones de euros.

El problema de la deuda pública española "no es la cantidad en sí misma, que es asumible, sino lo rápido que crece", según señala María Jesús Fernández, analista de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas). Fernández asegura que en 2012 "sí ha habido un recorte del déficit estructural" y avisa de que el riesgo es que las cuentas públicas se vuelvan insostenibles si la depresión dura muchos años.

"El aumento de la deuda pública es lo que explica el alza de los intereses, más que el encarecimiento de la financiación en sí mismo", afirma la analista, que ve poco probable que el Gobierno pueda anular algunas de las medidas temporales que han ayudado a reducir el déficit en 2012 -en particular, la subida de impuestos- "ni este año ni en 2014". La razón: en un contexto de contracción, con las cuentas de 2012 pendientes de verificación por parte de Bruselas ("y suponiendo que las CCAA no nos den sorpresas como las del año pasado"), más el impacto en deuda de las ayudas a la banca, "cualquier relajación del esfuerzo estructural sería nefasto", sostiene Fernández.

En medio de tanta sombra, una luz: tal y como recoge un informe del Tesoro Público, "el coste medio de la deuda del Estado en circulación cayó en 2012, si se tiene en cuenta la financiación obtenida gracias a las favorables condiciones del préstamo del Mede para la banca". De hecho, la vida media de la deuda en circulación se redujo el pasado año, aunque la inclusión del préstamo del Mede (vida media de 12,5 años) mitiga esta caída.

Europa y Estados Unidos

La deuda pública es un pesado fardo para muchos países, entre los que España no es, ni mucho menos, el peor. Según los últimos datos homogéneos que facilita la oficina europea de estadísticas (Eurostat), de 2011, los Estados rescatados son los que pagan más intereses. Algo lógico, pues los préstamos de la troika impactan directamente en el pasivo, lo que explica que, por ejemplo, en 2011 Grecia estuviera en la misma situación que en 2000, que Portugal hubiera empeorado desde el siglo pasado y que Irlanda destinara dos puntos más de PIB a pagar deuda que al inicio de la crisis.

Al margen de los rescatados, a Italia -que ya en 2011 dedicaba el 4,8 por ciento del PIB a intereses- le va peor que a España: el pasivo del Estado llegará al 130,4 por ciento del PIB, con lo que Roma revisa muy al alza sus anteriores previsiones, del 126,1 por ciento."


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