sábado, 11 de enero de 2014

Animales en peligro de extinción: Privado vs. público. Zimbawbe vs. Kenia

Este ejemplo es uno de tantísimos, también producido en temas medioambientales (empezando por la pesca), como muestra el dilema de "la tragedia de los comunes".

Y es que el ser humano se mueve por incentivos. Está en su naturaleza, de ahí la importancia de su estudio, como bien refleja Ludwig Von Mises en su obra magna "La acción Humana".

El otro elemento a destacar en el comentario que acompaña la imagen es efectivamente como las soluciones intuitivas son las más perjudiciales a largo plazo, siendo las soluciones correctas las contraituitivas. Y ese el principal motivo al rechazo, por desconocimiento y falta de formación/comprensión de muchas medidas económicas, y el éxito y aceptación de medidas y políticas populistas, que intuitivamente son aceptadas y aplaudidas por las masas sin entender el grave daño que suponen para el conjunto de la sociedad, especialmente en el medio-largo plazo. Y que aún son mejor vendidos cuando se acompañan apelando a sentimiento y demagogia e insultando o descalificando a quién diga lo contrario como que está en contra de a quién se pretende ayudar-favorecer...

Imagen y comentario de Juan Domingo Vía Divulgación Libertaria:
 
 
"Si se quiere proteger a los animales en peligro de #extinción y evitar la #contaminación ambiental, la mejor solución es #privatizar esos recursos naturales.
 
En Zimbabwe se remataron los elefantes, los cuales fueron adquiridos por conservacionistas, empresarios del turismo, caza, hotelería, marfil, etc, para que los explotaran libremente. Al ser de su propiedad, tuvieron un gran incentivo para cuidarlos de los cazadores furtivos, reproducirlos y obtener lucro con el turismo y la caza controlada. El resultado fue un exitoso aumento del 170% del número de elefantes, incluso tuvieron tantos que comenzaron a exportarlos para repoblar otros países como Kenia, donde los elefantes son públicos y la caza fue totalmente prohibida desde 1977, política que dejó como resultado una desastrosa reducción del 80% de elefantes.

A veces las soluciones son muy contraintuitivas y las buenas intenciones terminan siendo perjudiciales, ya que es un tema de incentivos, no de voluntarismo. Lo que es de todos, no es de nadie. Las gallinas no se extinguen porque son de propiedad privada."

 

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