viernes, 28 de febrero de 2014

Estremecedor relato sobre los gulags de Corea del Norte

Más declaraciones sobrecogedoras de supervivientes (en este caso un carcelero fugado del país) de los gulags de Corea del Norte, realizadas estos días en Ginebra, ante la Comisión de investigación.

Artículo de La Nación:
"GINEBRA (AFP).-  Había tres perros que mataron a cinco chicos", recordó, en Ginebra, Ahn Myong-Chol, guardián de un campo de prisioneros durante ocho años, en un desgarrador testimonio difundido ayer sobre las violaciones de los derechos humanos en Corea del Norte ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
"Tras escapar de sus dueños, los perros se tiraron encima de los niños que volvían de la escuela. Mataron a tres. Los guardias enterraron vivos a otros dos que fueron heridos y respiraban a duras penas", dijo el ex guardián, asistido por un intérprete.
Ahn hizo estas declaraciones en Ginebra, donde participa en una conferencia de la ONU que en marzo redactará un informe sobre las violaciones de los derechos humanos cometidas por el régimen de Pyongyang, uno de los más cerrados y crueles del mundo.
La Comisión de Investigación, que entre otros testimonios escuchó el de Ahn, denunció en un documento difundido la semana pasada "crímenes contra la humanidad" e instó a la comunidad internacional a reaccionar.
La comisión estima que "cientos de miles de prisioneros políticos fallecieron en los campos de concentración durante los últimos 50 años" por "hambrunas premeditadas, trabajo forzado, ejecuciones, tortura y violaciones". Y agregó que "entre 80.000 y 120.000 prisioneros políticos continúan detenidos en cuatro grandes campos", si bien dijo que el número de campos y de prisioneros disminuyó por las muertes y por algunas liberaciones.
"En los campos aplastan a las personas como a moscas", afirmó Ahn, que trabajó en cuatro gulags, denominados "zonas de control total", y que huyó del país en 1994.
En los gulags, los prisioneros son obligados a trabajar entre 16 y 18 horas por día, duermen cuatro o cinco horas y reciben 300 gramos de papilla por día.
"Todos los días alguien muere de hambre, de agotamiento o por algún accidente", contó el refugiado, seleccionado a los 18 años para trabajar como guardián.
En su primer destino, el campo 14 al norte de Pyongyang, se fomentaba la práctica de artes marciales contra los prisioneros, considerados "la encarnación del mal", y a los que se tiene el derecho de matar.
"Teníamos el derecho a matarlos, y si traíamos el cuerpo, podíamos recibir como recompensa ir a la universidad", explicó el ex guardián, y añadió que muchos dejaban escapar a propósito a los prisioneros para matarlos y obtener la recompensa.
Ahn contó que participó en actos violentos, pero afirmó que nunca mató a nadie. Aseguró que algunos prisioneros están en los campos desde que tienen dos años y que otros incluso nacieron allí. "El 90% desconoce los motivos por los cuales está encarcelado", dijo.
"Estos horrores continúan", señaló Ahn, para quien la población "está paralizada por el miedo" al actual líder, Kim Jong-un.
Un Lugar maligno.
El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, calificó anteayer a Corea del Norte como un "lugar maligno", días después de que la ONU divulgara un informe que expone los crímenes de Pyongyang contra la humanidad.
"Corea del Norte es uno de los lugares más cerrados y más crueles del planeta. Es un lugar maligno, maligno", aseguró Kerry.
Muchos norcoreanos huidos de su país dieron espeluznantes testimonios ante la comisión de la ONU que la semana pasada divulgó un informe que asegura que en ese país se cometen masivas violaciones de los derechos humanos.
Además, el jefe de la diplomacia estadounidense dijo que mantiene "conversaciones muy serias" con China sobre Corea del Norte, que entre otros temas incluyen el controvertido programa de desarrollo nuclear."

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