domingo, 9 de marzo de 2014

Bofetón del Banco de España al Gobierno: el nivel de deuda pública reduce la inversión productiva

Es el propio Banco de España el que recrimina la mala gestión del gasto público llevada a cabo por el Gobierno, que la ha disparado desde su llegada desde el 70,5% del PIB hasta el 94% en 2013 (ya casi en el 100% en 2014 con los datos computables, puesto que hay parte de la deuda que no se contabiliza de manera oficial).


Eso sí, es increíble como se manipulan los términos pretendiendo acusar de austeridad a esta situación de descontrol y aumento disparatado de la deuda, que ven erróneamente como salida todos los partidos políticos y que solo implica (acompañada de la más que errónea subida de impuestos) un mayor castigo al ciudadano y una crisis mucho más duradera y agravada en el tiempo), causando como explica el Banco de España la "imposibilidad de que las empresas privadas y autónomos accedan al crédito, reduciendo inversión productiva y el bienestar general" (el denominado efecto expulsión o crowding- out en el cual el Ejecutivo acapara todo el crédito disponible), si bien peca del error de proponer entre otras cosas una nueva subida de impuestos para pagar deuda pública (lo que advertía que ocurriría por seguir endeudando las arcas públicas aumentando el gasto sin parar, siendo el camino fácil al no pretender reducir el gasto).

Artículo de Voz Pópuli

"El Banco de España ha dado un bofetón al Gobierno en su flanco macroeconómico más débil: el alto nivel de endeudamiento en el que se está embarcando. Desde que Rajoy llegó a Moncloa, la deuda pública ha crecido desde un 70,5% del PIB hasta representar el 94% en 2013 y casi alcanzar el 100% este año. El regulador concluye en un documento de trabajo que esa enorme deuda “impide a los bancos prestar a los negocios privados, reduce la inversión productiva y el bienestar general”. “La economía en su conjunto pierde por las oportunidades de inversión desaprovechadas”, concluye el regulador.


Según el análisis del banco central, se está produciendo un efecto expulsión de las empresas que piden créditos (lo que los economistas llaman “crowding-out”) en favor del Ejecutivo. “En ausencia de fricciones financieras –afirma el estudio—los demandantes de crédito pueden acudir a entidades extranjeras”. Sin embargo, en la actual crisis, eso no es posible. El resultado es que se está expulsando del circuito financiero a quienes podrían ser demandantes solventes de créditos.

La consecuencia es que mientras la bajada de la prima de riesgo se ha dejado notar ya en los intereses soberanos, los particulares y las empresas siguen pagando un sobrecoste.
El documento de trabajo del Banco de España no es vinculante y sirve para revisar también la situación de Grecia, Portugal e Italia con un lenguaje contundentemente claro que, sin embargo, se ha atenuado en los boletines mensuales oficiales como los de junio y julio en los que la advertencia es mucho más sutil. Entonces advertía del riesgo que suponía que las entidades nacionales fueran las compradoras casi exclusivas de bonos y letras del Tesoro y las autonomías.
Bancos prisioneros de la “persuasión del Gobierno”
"Al contrario de lo que dicta la lógica de la diversificación, los bancos españoles han comprado mucha deuda española", dice ahora de forma mucho más contundente el BdE. Ante ello, el banco central concluye que sólo hay dos posibles explicaciones: “o los acreedores domésticos creen menos probable la quiebra de sus gobiernos” o “son prisioneros de la regulación de un gobierno al que tienen que financiar”.
El resultado es que la deuda emitida por el gobierno está siendo fundamentalmente absorbida por los bancos españoles, una tendencia que se ha corregido ligerísimamente en los últimos meses pero que se mantiene todavía a día de hoy. El regulador da la alerta sobre el problema que puede suponer que los problemas soberanos puedan estar trasladándose a los balances bancarios del país.
La recomendación política: más impuestos
La deuda pública cerró 2013 en 961.555 millones, la cifra más alta desde 1909. Las recomendaciones políticas que se derivan del informe a raíz de ese dato ahondan en la misma dirección de las medidas ya adoptadas. La solución ideal sería que la banca tratara a todos los demandantes de crédito por igual, afirman los autores del documento. “Un enfoque más realista es hacer un esfuerzo por reducir la deuda”. Para ello, plantea varias recetas entre las que destaca una nueva subida de impuestos dirigida a repagar la deuda ya que, si no se usa con ese fin, “la austeridad reduce el consumo pero no tiene efectos expansivos” sobre la economía."

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Twittear