lunes, 31 de marzo de 2014

Cuba recurre al capital extranjero para salvar su economía

Vaya, como cambia el cuento en los países comunistas que ven con el tiempo que la única manera de salir de la absoluta pobreza es crear y abrirse al mercado y dar entrada al capital y a financiación externa, eso tan odiado y malo (que ya lo hacen en distintos temas como el turístico, su mayor fuente de ingresos), y que les permita un mayor comercio, adquirir la tecnología y los productos del exterior (de los malvados capitalistas) a los que no tienen recursos para acceder, puesto que su producción al ser colectivista es muy deficiente al no haber propiedad privada e incentivos.

Pero qué malo es el lucro que permite los beneficios, una mayor producción, y por tanto un mayor abastecimiento y recursos excedentes, que implica acumulación de capital obteniéndose ahorro e inversiones, que permiten mejoras de la productividad y eficiencia, y con ello abaratamiento de precios y aumento de salarios en términos reales, favoreciendo, facilitando e incentivando nuevos inversiones, investigación, desarrollo y avance tecnológico y en consecuencia mayor extensión de dichos productos a todas las capas sociales y áreas geográficas.

Así lo que en un principio solo e accesible a unos pocos o ricos en ciertas zonas, es disfrutado por el conjunto a los pocos años, incrementando así una mayor satisfacción de necesidades y un mayor bienestar). Ejemplos los hay a millones (coches, móviles, ordenador personal, internet, medicinas y tecnología en cientos de sectores, incluyendo maquinaria industrial, o TV, vuelos en avión, acceso al agua, calefacción, luz en el hogar...y un largo etc.

Hechos o servicios que solo unos pocos disfrutaban en sus inicios (todo ello eran artículos de lujo inaccesibles a la inmensa mayoría), y que acaban disfrutando y accediendo (visto ya como normal) para la inmensa mayoría (incluido en los países más pobres, en proporción inversa a la apertura económica que se tenga, algo que ni en sus mejores sueños un rey de hace pocas generaciones podría disfrutar de dicho bienestar). Pero qué mala es la globalización y el capitalismo.

¿Pero si todo esto es tan malo, por qué lo hacen entonces?


Y es que resulta que a Cuba se le puede estar acabando el chollo de vivir de terceros (primero con la URSS y una vez cayó ésta a través de Venezuela, cuya cubanización la está empobreciendo a marchas forzadas, no teniendo recursos ya ni para sí misma pese a ser uno de los países más ricos en recursos del mundo).

Cuba, que es muy consciente de esto pretende ahora atraer capital extranjero a numerosos sectores económicos "actualizando" así su modelo socialista.

Artículo de Libertad Digital:
"La Asamblea Nacional de Cuba aprobó este domingo una nueva ley de inversión extranjera para atraer capitales foráneos, con lo que intenta reanimar su maltrecha economía y "actualizar" su modelo socialista.

Con la asistencia del presidente Raúl Castro, los diputados cubanos, reunidos en sesión extraordinaria, acordaron por unanimidad una norma que ofrece beneficios fiscales y tributarios para los inversionistas extranjeros y que permitirá la participación de capital foráneo en todos los sectores de la economía menos la salud, educación e instituciones armadas.

Cuba actualiza así su política de inversión extranjera acuciada por la necesidad de captar capital para desarrollar y dinamizar su economía aunque bajo la premisa de que la entrada de inversión externa no supondrá "vender el país" o "regalarlo en pedazos" según el gobierno de Raúl Castro.

Las necesidades de la economía cubana

La isla comunista necesita entre 2.000 y 2.500 millones de dólares anuales para hacer sostenible su modelo y sus reformas, según reconoció el vicepresidente del Consejo de Ministros, Marino Murillo, ante el pleno de la Asamblea Nacional, una sesión a la que no tuvo acceso la prensa extranjera acreditada en Cuba.
Murillo explicó que, para acelerar el crecimiento económico, se necesita alcanzar un aumento del Producto Interior Bruto (PIB) entre el cinco y el siete por ciento como mínimo, lo que demanda tasas de inversión anual en torno al 20 %, según declaraciones divulgadas en la televisión estatal. "Esto demanda un necesario financiamiento externo con el que hoy el país no cuenta", agregó el también coordinador del plan de las reformas económicas cubanas.

En 2013, el PIB cubano creció un 2,7 %, cifra inferior al 3,6 previsto inicialmente, y para 2014 se prevé un aumento del 2,2, de acuerdo a estimaciones oficiales.

Presentada como un instrumento "estratégico" y "trascendental", la nueva normativa persigue que la llegada de inversiones extranjeras ayude a diversificar y ampliar los mercados de exportación, acceder a tecnología avanzada, sustituir importaciones y crear empleo.

Cuba dice que esta ley dará a los capitales extranjeros protección y seguridad jurídica y garantiza que esas inversiones no podrán ser expropiadas "salvo por motivos de utilidad pública o interés social previamente declarados por el Consejo de Ministros".

La norma incluye un régimen especial tributario que contempla la exención del impuesto sobre los ingresos personales a los inversionistas extranjeros socios en empresas mixtas o partes en contratos de asociación económica internacional. Entre otros beneficios,exime del pago de impuesto sobre utilidades por un período de ocho años, un plazo que el gobierno cubano puede extender.

Otro aspecto destacado es que los capitales foráneos pueden entrar en casi todos los sectores de la economía incluida la agricultura, área prioritaria para un país que gasta al año unos 2.000 millones de dólares en importar alimentos.

Una novedad es que, de forma excepcional, se permitirá inversión extranjera en fórmulas de gestión no estatal, concretamente cooperativas, pero el estado tendrá un papel de control en esos proyectos para que no se produzca concentración de la propiedad.

En cuanto a la contratación de trabajadores locales se seguirá realizando a través de una agencia empleadora estatal, uno de los aspectos que más preocupa a los empresarios extranjeros, si bien esa entidad no tendrá un fin recaudatorio.

En la sesión parlamentaria, el ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca, enfatizó las garantías a los inversores en cuanto a la "protección" de las propiedades adquiridas, o la libre transferencia al exterior de sus utilidades en divisas.

La nueva ley, al igual que la anterior, no impide que los cubanos emigrados inviertan en la isla pero el ministro advirtió de que "Cuba no irá a buscar inversión extranjera a Miami (EEUU)", según un reporte de la agencia Prensa Latina.

La evolución de la economía de la isla desde 1959

Con el triunfo en 1959 de la revolución que lideró Fidel Castro, Cuba nacionalizó las inversiones extranjeras si bien a mediados de los años 80 del siglo pasado comenzó a abrirse a los capitales externos en algunos sectores.
En los noventa, la isla profundizó en esa opción por la grave crisis económica del "Periodo Especial" que padeció el país con el derrumbe de la Unión Soviética, su principal sostén hasta ese momento.

Tras su aprobación hoy en la Asamblea, la Ley de Inversión Extranjera, que sustituye a la de 1995, entrará en vigor dentro de 90 días, luego de su publicación en la Gaceta Oficial del país."

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