lunes, 21 de abril de 2014

¿Bajo qué sistema político-económico estamos actualmente?

Nuevas noticias de rescates públicos y ayudas a sectores determinados y nuevas subvenciones suenan a diario, mientras se acentúan las políticas intervencionistas en todo ámbito, pero curiosamente se pretende acusar al libre mercado de los males e insatisfacciones que genera el incumplimiento de las promesas electorales.

Analizaré a continuación en qué consiste un rescate o ayuda pública, la propaganda a su favor, qué sistema tenemos hoy en día y cómo hay y cómo no hay que llamarlo para no dejarnos engañar por las continuas falacias mediáticas y porqué estamos y hemos llegado a esta situación.


Todo rescate con dinero público, implica privilegiar a un sector a costa de los demás. Significa una redistribución de rentas desde unos colectivos (contribuyentes u otras empresas) a favor de un grupo de presión o lobby. Significa despilfarrar recursos dirigiendo dinero de la economía productiva a sectores ineficientes que no satisfacen las necesidades del consumidor, manteniendo así artificialmente sectores ineficientes y desincentivando que tomen las medidas necesarias para corregir estos hechos (pues son cubiertas por dinero de terceros). En definitiva, implica despilfarrar capital privando su asignación a donde es más necesario (o requerido y demandado por el consumidor) dirigiéndolo a otro donde no lo es, reduciendo así el bienestar social y la satisfacción del consumidor.

Por supuesto, para disfrazar este hecho (quitar a la fuerza el dinero de una gente para dárselo a otra, o lo que es lo mismo robarte en tu cara para dárselo a otros grupos y que ellos lo disfruten), lo envuelven de palabras bonitas que las justifiquen: sector estratégico, política industrial, fomentar "campeones nacionales"...

Esta situación es la que prima en el sistema actual (nada que ver con el libre mercado, aunque por supuesto recibe las acusaciones y se mete el miedo reiteradamente con el mismo, para evitar que dicha situación de privilegios para muchos cambie hacia ese libre mercado en donde no recibirían privilegio a costa del ciudadano de a pie), rigiendo hoy por tanto un sistema que es cualquiera de los siguientes descritos a continuación (y que repito no tiene nada que ver con el libre mercado o capitalismo de libre mercado):

-Corporativista (grandes corporaciones afines al régimen se benefician de rescates o ayudas "estratégicas" vía subvenciones, siempre por nuestro bien, nos dicen),

-Clientelar (ayudas a clientes del político de turno a cambio de favores diversos, bien sea apoyo electoral, bien sea evitarse protestas en la calle, bien sea comisiones diversas y desvío de parte de esa ayuda en beneficio propio),

-Capitalismo para amiguetes (crony capitalism), donde distintas élites (empresariales, funcionariales, sindicales, políticas) son beneficiadas con el fruto del trabajo de terceros,

-Socialismo para ricos, donde se privatizan los beneficios pero se socializan las pérdidas en su beneficio,

-Capitalismo de Estado (un sistema a medio camino entre el capitalismo de mercado y el socialismo), donde el mercado solo funciona y se deja actuar libremente de manera muy parcial, interviniendo el Estado en todas las áreas sociales y económicas, dictando el funcionamiento de las distintas. De esta manera se permite el mercado por su capacidad de generación de rentas y beneficios (ya que el socialismo real y la eliminación del mercado lleva al desabastecimiento, la pobreza, la escasez y al autoritarismo y mayor violencia y falta de libertad para obligar a los súbditos a trabajar para el Estado y colectivo, y nunca para sí mismos), pero es esquilmado para apropiarse de gran mayoría de las mismas para gestionarlas por parte del Estado y élite política de manera arbitraria en beneficio propio y por la compra de votos mediante el "regalo de dádivas" apropiándose cada vez de más medios haciendo más y más dependientes a las masas y ciudadanos y empresas del Estado, al que recurren en mayor medida cada vez para que vea cumplidas las promesas (incumplibles) del político (lo que lleva a gastos públicos y un peso del Estado insostenible y a crecientes impuestos y deuda para hacerlo frente, que acaba resquebrajando el sistema con efectos devastadores.

Desgraciadamente, las promesas continuas del político (un defecto del sistema intervencionista, pues para ganarse el voto promete y promete con dinero ajeno, esto es impuestos y deuda, cuyos efectos nocivos se ven no a corto plazo sino a largo plazo y son otros los que asumen dichos errores e irresponsabilidad), unida a la continua propaganda en todos los ámbitos (mediáticos, educativos, políticos... que por supuesto viven del mismo) en favor de dicho sistema y contra cualquier alternativa) crean una "bestia" (o Leviatán como diría Hobbes) a la que es cada vez más difícil de darle de comer y cuyos miembros (ciudadanos) piden más y más a cambio de menos, pues así se les ha prometido y promete (como si ello fuera posible), por lo que lejos de desmontar o querer desmontar dicho sistema, exigen más de lo mismo (más gasto público y deuda, más subvenciones, más prestaciones gratis....) sin saber que las insatisfacciones crecientes que van teniendo son consecuencia de dicho sistema perverso, y que esta política lleva al desastre...

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