miércoles, 28 de mayo de 2014

¿Islamismo con rostro humano?

Un interesante artículo de Daniel Pipes sobre las posibilidad de evolución del Islam. 

Artículo de Elmed.io:
"Hasta ahora, el gobierno islamista ha supuesto violencia y dictadura. ¿Puede evolucionar y convertirse en algo correcto?
Dicho de otro modo: si la brutalidad de Ruholá Jomeini y de Osama ben Laden hizo de ellos los hombres del ayer, y la autocracia de Recep Tayyip Erdogan y de Mohamed Morsi los convierte en los hombres de hoy, ¿podrán los islamistas (musulmanes que pretenden una aplicación consistente y global de la ley islámica bajo el mandato de un califa) del mañana volversedemocráticos y humanos?
El islamismo ha evolucionado de manera significativa en los últimos 13 años. En 2001 ser partidario suyo era sinónimo de ser criminal, terrorista y revolucionario. En ese espíritu escribí,tres días después del 11-S, que muchos islamistas “son aparentemente pacíficos, pero todos deben ser considerados asesinos en potencia”.
Esas palabras, ahora, suenan anticuadas, en un momento en el que los islamistas consideran queuna urna electoral es una vía más efectiva hacia el poder que un arma. Desde luego, el terrorismo y la coerción siguen empleándose ampliamente, como demuestran grupos tan salvajes como el EIIL y Boko Haram. Aun así, ya hay ciertas reformas del islam que están en marcha.
La cuestión principal ahora se refiere a la forma de Gobierno: ¿pueden pasar los islamistas, no sólo del terrorismo a la política, sino de la dictadura a la democracia? ¿Pueden suprimir su supremacismo, belicosidad, inmoralidad, misoginia y antisemitismo, aparentemente inherentes a ellos? Hay ejemplos que sugieren que hay cambios, entre ellos los siguientes:
En Turquía, una serie de destacados islamistas -de manera especial Fetulá Gülen, líder de la organización islamista más influyente del país, y el presidente Abdulá Gül- parecen evolucionar de una forma que les aleja de la dictadura agresiva. Por ejemplo, Gülen criticó el papel del Gobierno en el incidente del Mavi Marmara con Israel en 2010.  La voluntad de Gül de tratar con comprensión las manifestaciones del Parque Gezi contrastaron con la violenta respuesta del primer ministro Erdogan.
La esposa de Gül, Hayrünisa, que se cubre la cabeza, visitó Londres en 2010 y, cuando se le preguntó qué pensaba de que niñas de escuelas primarias llevaran hiyab, respondió:
Una niña no puede decidir por sí misma llevar pañuelo para cubrirse la cabeza a tan corta edad. Debería decidir por sí misma cuando sea lo bastante mayor.
Con Gül en el poder, ¿el AKP turco podría convertirse en el movimiento socialmente conservador de abstemios, mujeres vestidas con modestia, nostálgicos otomanos y capitalistas que ahora tan sólo pretende ser? ¿O se volvería tan agresivo como Erdogan?
En Irán, la promesa de Hasán Ruhaní de un islamismo menos riguroso supo llegar a un electorado ansioso de normalidad. Como síntoma de ello, los hiyabs han evolucionado en Irán, alejándose de las prendas severas y anticuadas que lo cubrían todo de antaño. Hoy, con la diseñadora Farnaz Abdoli y su línea de ropa Poosh al frente, las iraníes disfrutan de opciones en la moda que resultaban inconcebibles hace una generación.
En Jordania, la Iniciativa Zamzam se ha alejado de los Hermanos Musulmanes, como protesta contra su “monopolio del discurso islamista”, e insta a que el islam sea “un marco cultural que abarque a toda la nación al tiempo que hace hincapié en el pluralismo religioso, sectario, político y racial”.
En Egipto, muchos jóvenes activistas repudiaron la toma del poder por Morsi. El portavoz Hamza Zoba’a acusó a los Hermanos Musulmanes de haber “cometido errores” y de caer “en la trampa de gobernar solos”. Alí Jafagy, uno de los líderes de Giza, sostenía:
Llegará el momento de pedir responsabilidades a nuestros líderes y exigir un cambio. Y debe haber cambios. Necesitamos gente más abierta, más dispuesta a colaborar con todos.
Un observador, Tarek Osmán, considera que los Hermanos pueden triunfar enterrando sus ansias dictatoriales y evolucionando “casi hasta ser irreconocibles”.
En Túnez, con Ennahda, el partido gobernante, afrontando una crisis, el vicepresidenteAbdelfatah Muru ha demostrado una inusual apertura al compromiso con los no islamistas, mientras el propio partido colabora con su rival izquierdista, Nidaa Tunes.
Durante décadas, he sostenido que el islamismo, lo mismo que el fascismo y el comunismo, esdictatorial por naturaleza, ya que los tres comparten una mentalidad utópica radical, una glorificación del Estado y una búsqueda de la hegemonía global. Comparé, despectivamente, a un islamista moderado con un nazi moderado, y señalé que, aunque Erdogan y Osama ben Laden empleaban tácticas distintas, ambos aspiraban a aplicar el mismo código legal medieval.
El comunismo nos sugiere dos posibles vías de evolución. En la Primavera de Praga de 1968, Alexander Dubcek trató de construir un “socialismo con rostro humano”, es decir, un sistema comunista con multipartidismo, abundantes bienes de consumo y libertad de expresión y de movimiento. El Partido Comunista chino ha supervisado un boom capitalista radicalmente antimarxista.
La naturaleza del islam, profundamente antimoderna y autoritaria, me hace dudar seriamente que de esta ideología pueda surgir algo civilizado y digno; lo más probable es que los recientes acontecimientos positivos sean meramente tácticos y temporales. Pero ya no puedo seguir rechazando con seguridad la posibilidad de que el islamismo pueda evolucionar y, en cierta medida, mejorar.
Notas:
  1. Para más información sobre la tríada Erdogan-Gül-Gülen y sus credenciales diplomáticas, lean la entrada en mi blog titulada “¿Deben ser autocráticos los islamistas?”.
  2. Algunos lectores me han preguntado si no he querido decir que el islam se puede volver democrático, tener un rostro humano, etc. No, ese tema lo traté hace un año en “¿Puede reformarse el islam?” .Este tema es muy distinto de aquél y mucho más incierto."

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