lunes, 11 de agosto de 2014

La crisis del asistencialismo y sus causas

Murray Rothbard en su obra "Hacia una nueva libertad" mostraba con datos y explicaba bien este hecho, cuando mostraba una evidencia histórica, que se da de manera creciente en Occidente. 
 
Y es que es algo irrefutable, que en el sistema actual, una proporción cada vez mayor de la población vive como demandante ociosa, compulsiva, de lo que produce el resto de la sociedad.


El asistencialismo ha ido incrementándose de manera constante y creciente década tras década desde los años 30 del siglo pasado pese a que los niveles de pobreza en dichos países contrariamente, se iban reduciendo. 
 
Si por ejemplo "en 1934, en medio de la mayor depresión en la historia estadounidense, cuando la vida económica había llegado a su punto más bajo, el gasto total del gobierno en asistencia social  era de u$s 5.800 millones, de los cuales los pagos directamente relacionados con el asistencialismo (“asistencia pública”) alcanzaban los u$s 2.500 millones. En 1976, después de cuatro décadas del mayor auge en la historia de los Estados Unidos, cuando se había alcanzado el nivel de vida más alto en la historia del mundo, con un porcentaje relativamente bajo de desempleo, el gasto del gobierno en asistencia social sumaba u$s 331.400 millones, de los cuales la asistencia directa llegaba a u$s 48.900 millones.

En resumen, el gasto total en asistencia trepó en un enorme porcentaje, el 5.614 por ciento en estas cuatro décadas, y la asistencia directa aumentó 1.856 por ciento. O, dicho de otro modo, el gasto en bienestar social se incrementó en promedio, 133.7% por año durante el periodo 1934.1976, mientras la asistencia directa en beneficiencia subrió 44,2% por año."

Unas cifras igual de escandalosas aún corrigiendo el efecto de la inflación (corrigiendo las cifras debido a la inflación, el gasto del gobierno en asistencia social alcanza la altísima suma de 1.798 por ciento, o 42,8 por ciento por año durante estos 42 años, mientras que la asistencia directa sube 519 por ciento, o 12,4 por ciento por año. Más aun, si observamos las cifras de asistencia directa en beneficencia, de 1950 y de 1976, corregidas por la inflación, hallamos que el gasto en asistencia social aumentó durante los años del auge en cuestión, alrededor de un 1.077%, o 41,4% anuales. "
 
Otra comparación gráfica es que "de 1955 a 1976, el número total de personas que recibieron asistencia social se quintuplicó, de 2,2 millones a 11,2 millones".
 
Rothbard mostraba que este enigma se aclara una vez que uno se da cuenta, que "cuando los incentivos para recibir asistencia aumentan, las nóminas de la beneficiencia crecen, y se produce un resultado similar si los desincentivos disminuyen".
 
¿Cuáles eran estos incentivos/desincentivos y cómo han ido cambiando? Resumo algunos extractos:
 
"Un factor extremadamente importante es la relación entre el ingreso que se obtendrá del bienestar social, en comparación con el que se ganará haciendo un trabajo productivo. Si las ganancias netas que se obtienen del trabajo se van reduciendo, el resultado será un enorme aumento de las nóminas de la asistencia, que serán mayores pues los contribuyentes tendrán que pagar mayores impuestos para poder mantener a una clientela aumentada y virtualmente no contribuyente del asistencialismo. 
 
Para verlo con un ejemplo:  "el salario “promedio” o corriente (el que está al alcance de un obrero “promedio”) en cierta área es 7.000$ por año, y el ingreso que se obtendrá del bienestar social es de u$s 3.000 por año. Esto significa que la ganancia neta promedio del trabajo (antes de deducir los impuestos) es 4.000$ anuales. Supongamos ahora que los pagos de asistencia social se incrementan a 5.000$. La diferencia (la ganancia neta que se obtiene del trabajo) ha bajado ahora a la mitad, de 4.000 a 2.000$.
 
En consecuencia, "puede esperarse que si como ha sucedido, los los niveles de pagos de asistencialismo se han venido elevando con mayor rapidez que los salarios promedio, habrá cada vez más personas que se inscriban en las nóminas de la asistencia social. Retomando el ejemplo, si los pagos por asistencialismo aumentan a 5.000$ al año, ¿qué podemos esperar que suceda con los trabajadores que ganan 4.000? o incluso 6.000?. El hombre que gana 5.000 por año, que antes tenía una ganancia neta de 2.000$ más que el beneficiario de la asistencia social ha reducido su diferencia ahora a 0. No solo no gana más sino que gana menos deducidos los impuestos!! que aquél que vive solo a expensas del Estado. ¿Puede resultar extraño que empiece a dedicarse a vivir del lucrativo negocio de la beneficiencia?"
 
"Otro factor poderoso en el aumento de las nóminas de asistencia social es la creciente desaparición de varios fuertes desincentivos para acogerse a este régimen. El más importante de ellos ha sido el estigma que significaba para toda persona el subsidio a la desocupación, que le hacía sentir que vivía parasitariamente a expensas de la producción en lugar de contribuir a ella. Este estigma fue eliminado por valores que han penetrado en el moderno populismo socialdemócrata; además, los organismos gubernamentales y los propios asistentes sociales cada vez instan más a la gente a recibir lo antes posible la beneficencia por parte del Estado. La idea clásica del asistente social era la de alguien que ayudaba a las personas a ayudarse a sí mismas, que las impulsaba a lograr y mantener su independencia y a valerse por sus propios medios. Era ayudar a salir de esa situación tan pronto como fuera posible. Pero ahora tienen el objetivo opuesto: tratar de que la mayor cantidad de gente posible reciba asistencia social, promocionar y proclamar sus "derechos". 
 
El resultado ha sido una continua simplificación de los requerimientos de elegibilidad, una reducción de los trámites burocráticos y la desaparición de los requisitos para obtener un subsidio. Y como ya casi ha desaparecido el antiguo estigma, la gente tiende cada vez más a pasar rápidamente al régimen asistencial en lugar de salir de él".
 
Irivng Kristol (en "Welfare: The best of intentions, the worst of results" , 1971) escribió acerca de la explosión del asistencialismo de la década de los 60: 
 
"Esta "explosión" fue creada, en parte, de manera intencional, y en mayor parte en forma inconsciente por funcionarios y empleados públicos que llevaban a cabo políticas públicas en relación con una "guerra contra la Pobreza", que fueron defendidas y propugnadas por muchas de las mismas personas que luego se mostraron perplejas ante la "explosión del asisntencialismo". El problema que intentaban resolver era el mismo que habían creado." 
Las razones que hay detrás de esta "explosión" son: 
 
-El número de pobres que son elegibles para la asistencia social aumenta a medida que se amplía el alcance de las definiciones oficiales de "pobreza" y "necesidad".
 
-El número de pobre elegibles que actualmente solicitan asistencia social crecerá a medida que aumenten los beneficios de la asistencia (como ha ocurrido). Cuando los pagos de beneficiencia compiten con los salarios bajos, muchas personas pobres preferirán, racionalmente, recibir la beneficencia. Hoy en día, los beneficios de la beneficencia no solo compiten con los salarios bajos, sino que los superan. 
 
-El rechazo de aquellos realmente elegibles para recibir asistencia social disminuirá si se instituye cualquier campaña organizada para "reclutarlos". 
 
Parece que algo salió mal; una política sensible a los problemas sociales por parte del populismo socialdemócrata engendró todo tipo de consecuencias inesperadas y perversas. "

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