sábado, 14 de febrero de 2015

La verdadera educación privada es la educación individualizada

Edgar Vargas analiza el sistema de educación obligatorio o colectivista y su falla y objetivo, recurriendo para ello a su origen.

A su vez, muestra algunas diferencias a tener muy en cuenta entre la educación libre y la estatal y algunas conclusiones importantes.

 
Artículo de Mises Hispano:
 
INTRODUCCIÓN
 
Uno de los temas esenciales del libertarismo y de la política en general es el tema de la educación. Actualmente se entiende a la educación como un supuesto ‘‘derecho y deber’’ que alguien está en la obligación de darte prácticamente a punta de pistola. Es lo que se conoce como la famosa educación ‘‘obligatoria’’ o colectivista, es decir, la educación no es vista como una herramienta de liberación y cuestionamiento sino como una herramienta de obediencia y conformidad.
 
LA EDUCACIÓN OBLIGATORIA




Cuando se dice educación obligatoria no lo es tanto desde el punto de vista del sujeto educativo, si no desde la población en general porque es un sistema que se sostiene a través de impuestos y regulaciones estatales.
 
Es necesario hablar de un elemento fundamental llamado información sin el cual la educación vendría siendo un cascarón vacío; tanto la educación como la información son elementos interdependientes. Los  gobiernos  y los políticos (en especial los regímenes marxistas) se jactan de combatir el analfabetismo y de supuestamente ofrecer una ”educación de calidad a la población”, sin embargo ¿De que vale educar a la población cuando el acceso a la información está controlado por el Estado o mejor dicho, cuando no existe libertad para investigar ni de formar opiniones más allá de un programa establecido por el Estado?. Aquí es donde debemos preguntarnos cuál es la falla del sistema educativo y para ello debemos indagar en su historia.
 
El sistema de educación obligatoria o colectivista es relativamente nuevo (en comparación con el sistema libre que ha funcionado por miles de años); tiene su fundamento y origen directo en un sistema de formación militar llamado Sistema Prusiano de Educación, este sistema es el modelo estándar de educación global ya que en la gran mayoría de las naciones modernas se impone; se desarrolló en Prusia en el siglo XVIII como una estrategia de guerra de Napoleón Bonaparte para lograr primeramente soldados y luego ciudadanos obedientes dentro de los territorios conquistados, con carácter forzoso, es decir financiado a través de impuestos. Posteriormente los políticos le vieron utilidad y ha sido adoptado por distintos Imperios y Estados a partir de entonces.
 



El sistema prusiano se vale de un programa de adoctrinamiento metódico donde se inculca a la población desde temprana edad un conjunto de rituales y símbolos, se enseña que  trabajar en función del Estado representa la mayor libertad de todas, colocando un supuesto interés colectivo por encima de la individualidad, arriesgando la vida propia para obedecer las órdenes del Estado de ser necesario, en pocas palabras, su objetivo es el de anular la personalidad, la individualidad, la disidencia y todo cuestionamiento al Estado en pro de crear un colectivo homogéneo, de futuros trabajadores o profesionales que paguen impuestos puntualmente y soldados obedientes dispuestos a servirle.
 
LA EDUCACIÓN LIBRE
 



La opinión pública sostiene que privatizar la educación significa transformarla simplemente en un negocio privado, eso es cierto en parte porque la educación es un trabajo que merece remuneración, pero en realidad todo va más allá, la privatización implica que el Estado renuncie completamente a la titularidad tanto de la educación como de la información, programas y contenidos para devolverles a las familias y al niño el protagonismo en su rol educativo. Actualmente el Estado asume prácticamente una buena parte de la custodia y la educación del niño, lo secuestra y lo encierra en una celda de cuatro paredes, el timbre escolar le programa psicológicamente para desmotivarlo y asumir que cualquier actividad o enseñanza no es lo suficientemente importante como para continuarla, es un sistema inflexible, mecanizado, rutinario e inherentemente antipedagógico, con la clara intención de suprimir al individuo.
 
Todo niño tiene una curiosidad innata y es quien primeramente debe asumir el protagonismo y pautar el ritmo de su propia educación, en un ambiente de plena libertad no recluido en una prisión física y mental dentro de un aula. El sistema de educación obligatoria es excelente para matar el espíritu creativo y la motivación de cualquier individuo, no todos deben ser educados bajo parámetros uniformes ni evaluados acorde a las mismas reglas, porque cada individuo es diferente, tiene cualidades, intereses y metas personales, la educación individualizada en el hogar (homeschooling o su forma más pura el unschooling) es el método educativo ideal para descubrir las habilidades o destrezas del niño y sacarle provecho al máximo para su mayor beneficio, porque ¿Quien conoce mejor al niño que su propia familia?.
 
Esto no significa despreciar el trabajo de los actuales docentes profesionales,  al contrario, sería acercar más su trabajo a las familias ya que podrían especializarse en tutorías personalizadas no por contenidos fijados en una reunión de burócratas. Conozco personalmente docentes que me han manifiestado su disconformidad con ésta rigidez burocrática porque a ellos tampoco se les permite educar con libertad, trabajan bajo la amenaza de ser expulsados del gremio, tener la licencia revocada o perder su empleo. Es preciso darse cuenta que el Estado es el principal obstáculo a eliminar para generar una relación entre docente y familia mucho más estrecha y libre. Además que  la mayor parte del aprendizaje de la vida y  las ciencias no se encuentra en libros de texto o dentro de un aula de clases, sino explorando la naturaleza y la sociedad; el educador debe ser visto como una autoridad de guía, no como una autoridad imperiosa e incuestionable. 



La educación libre también le devuelve el rol social educativo a las comunidades, nada les impide asociarse libremente para planificar su propio modelo acorde con las creencias o filosofía de vida de cada comunidad, tal como ha venido funcionando por miles de años. Las grandes mentes de la antigüedad y muchas en la modernidad fueron cultivadas con educación en el hogar o libre comunitaria.
 
Los docentes tienen el derecho de exigir una remuneración por su trabajo, porque el arte de educar es un trabajo que requiere de mucha disciplina y paciencia, para formar escuelas comunitarias libres los docentes podrían ser elegidos en asamblea de familias dentro de las comunidades a través de concursos, también podrían funcionar como tutorías personalizadas en cada familia o asociarse en firmas privadas docentes o cooperativas compitiendo por calidad y reputación en libre mercado.
 
CONCLUSIÓN
 
El primer objetivo que debe plantearse todo libertario para lograr una sociedad libre, es la abolición de la educación colectivista, abogar por una verdadera educación privada, es decir, individualizada. La Educación Obligatoria es la columna vertebral del Estado, es el principal instrumento para mantener su hegemonía, en otrora los gobernantes y sus recaudadores de impuesto eran vistos como criminales comunes por la sociedad, hoy día son vistos como modelo a seguir, los niños sueñan con ser Jefes de Estado, la mayoría crece para trabajar y unirse a las filas de las agencias recaudadoras de impuestos, anteriormente los criminales cobraban sus impuestos a domicilio, en nuestros días la sociedad se dirige a sus oficinas y les paga de buena fe, creyendo ingenuamente que cumplen con un deber altruista, esta inversión de valores tan radical ha sido posible solamente gracias a la expropiación del sistema educativo por parte del parásito Estado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Twittear