jueves, 13 de agosto de 2015

La crisis desangra el sector privado, pero deja casi intacto el público

Manuel Llamas analiza el daño producido por la crisis en el sector privado y público en España, atendiendo a los datos oficiales del Ministerio de Hacienda.

Artículo de Libre Mercado:  
Nota: Los gráficos empleados y comentados en el texto, se pueden ver en el enlace adjunto de Libre Mercado.
La presunta austeridad pública ha centrado buena parte del debate político y mediático en los últimos años, pero el análisis de los datos desmonta buena parte de las soflamas difundidas al respecto. ¿Qué sector ha sufrido más durante la crisis en términos de sueldo y empleo? ¿El sector público o el privado? Las cifras oficiales que aporta el Ministerio de Hacienda zanjan el debate de forma taxativa, tumbando de paso algunos mitos muy extendidos acerca de quiénes han soportado realmente el estallido de la burbuja crediticia.
Una buena forma de aproximarse a la realidad consiste en observar la evolución que han registrado las bases del IRPF y sus distintos componentes durante la crisis, tanto en número de declarantes como en forma de sueldos, rentas declaradas o recaudación fiscal. El último informe anual de recaudación que ha publicado la Agencia Tributaria, correspondiente al ejercicio 2014, incluye éstas y otras claves importantes a tener en cuenta.

Caen las rentas del trabajo y del capital

Así, el primer dato relevante es el referido a la rentas brutas de los hogares, es decir, los ingresos anuales que han percibido los españoles en forma de sueldos, dividendos o prestaciones públicas de diversa índole antes de pagar el IRPF. La renta total de las familias se desplomó en casi 54.000 millones de euros durante la crisis, al pasar de los 596.000 millones en 2008 a menos de 469.000 en 2014, lo cual supone un descenso acumulado del 9%.
Pero, ¿dónde se concentró esta caída? Las rentas del trabajo (sueldos públicos y privados) bajaron en 29.000 millones (-5,8%), concentrando más de la mitad del descenso, mientras que las rentas del capital (derivadas del ahorro y la inversión) cayeron en otros 20.000 millones (-30,8%), representando casi la otra mitad. El resto de rentas, incluidas las de los autónomos, bajaron en unos 5.000 millones (-14,2%).

Así pues, una primera conclusión es que, si bien los ingresos de los españoles han sufrido en los últimos años, las rentas del capital han experimentado un descenso relativo mayor que las del trabajo.
Ahora bien, dentro de las rentas del trabajo, ¿qué sector ha salido más perjudicado?, ¿el público o el privado? Para obtener respuesta, es preciso analizar la evolución de los distintos tipos de declarante en el IRPF y el sueldo percibido por los mismos, puesto que ambas variables son las que determinan el volumen total de las rentas.

El empleo público sólo baja un 3,6%

Parte de los contribuyentes no están obligados a declarar por no alcanzar los ingresos mínimos que marca Hacienda, de modo que el dato clave a tener en cuenta es el de la población con rentas sujetas a IRPF. Dejando a un lado los pensionistas y los beneficiarios de prestaciones de desempleo, la estadística de Hacienda muestra que el número de asalariados (sin contar País Vasco y Navarra) cayó en 2,1 millones de personas (-14,2%) durante la crisis, pasando de 14,7 millones en 2008 a poco más de 12,6 millones en 2014, al tiempo que desaparecieron unos 47.000 autónomos y profesionales (-1,4%), hasta rondar los 3,3 millones.

Sin embargo, la clave es que los asalariados del sector público se mantuvieron casi intactos durante este período, con tan sólo 92.000 trabajadores menos (-3,6%), frente a los 2 millones de empleos perdidos en el sector privado (-16,4%).

Los sueldos públicos son un 28% más altos

Asimismo, en materia de sueldos, Hacienda indica que el salario medio de los españoles bajó un 1,4% desde 2008, hasta rozar los 24.560 euros a cierre del pasado año. Sin embargo, los sueldos públicos se mantuvieron prácticamente intactos en una media 33.500 euros durante la crisis, mientras que los privados cayeron casi un 3%, colocándose por debajo de los 22.400 euros. Además, resulta reseñable observar que los sueldos públicos son de media un 28% más altos que los privados.
La suma de destrucción laboral, reducción salarial y sueldos más bajos hacen del sector privado el gran damnificado de la crisis en comparación con el sector público, el cual, prácticamente, sale indemne en términos globales.
Y la mayor prueba de ello es que, si bien el volumen total de salarios que conforma la base imponible del IRPF cayó en más de 56.000 millones de euros desde 2008 (-15,3%), su evolución es muy dispar según se trate de uno u otro sector, ya que el volumen de sueldos públicos sujetos a retención bajó tan sólo en 3.400 millones, casi un 4% menos, mientras que los privados se hundieron en unos 53.000 millones (-18,8%).

A la vista de los datos, es evidente quién ha pagado la factura de la crisis. Los empleados públicos han mantenido más o menos estable tanto su nivel de empleo como de remuneración desde el estallido de la burbuja crediticia, frente a la intensa sangría que han sufrido los trabajadores del sector privado.

La recaudación de IRPF sube por los 'sablazos'

Y lo más trágico es que, además, son esos mismos trabajadores privados los que han soportado el grueso de las históricas subidas fiscales aprobadas por PSOE y PP en materia de IRPF.
Así, la recaudación de este tributo, si bien ha descendido ligeramente en algunos ejercicios, se ha mantenido bastante constante durante estos años. De hecho, el IRPF recaudó más de 72.600 millones en 2014, unos1.300 millones más que en 2008 (+1,8%).

Y la razón no es otra que el fuerte castigo fiscal aplicado por PSOE y PP a los contribuyentes mediante constantes y fuertes subidas del IRPF, ya que el tipo medio efectivo aplicado sobre las bases imponibles -una vez descontadas las correspondientes deducciones y bonificaciones fiscales- se ha disparado más de un 20% desde 2008, tras pasar del 10,86% hasta el 12,96% actual.

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