jueves, 26 de noviembre de 2015

Con tiroteos masivos, el gobierno nos hace menos seguros


Interesante artículo de Justin Murray sobre el debate (en EEUU, pues aquí no existe) relacionado con el papel del control de armas de fuego, a raíz del último tiroteo en una Universidad de Oregón.
Artículo de Mises Hispano:
With Mass Shootings, the State Makes Us Less Safe
Tras el tiroteo del pasado mes en la Universidad Umpqua en Oregón, se ha iniciado de nuevo el debate nacional sobre el papel de controles de armas de fuego. Deben aprobarse leyes de control de armas, nos dicen, que se ocupen de estos eventos y reduzcan o eliminen su frecuencia. Sin embargo, casi igual que en la mayoría de los debates en el ámbito de la política, conveniencia y titulares ocupan el centro del escenario por encima de entender las causas reales de la propia violencia. El debate se confunde más con técnicas inapropiadas de comparación de datos y recogida de información, principalmente para dirigir un programa político predeterminado y no para intentar resolver el problema homicida.
Antes de que entremos en el tema del homicidio en general, es importante aclarar unos pocos errores comunes al identificar los acontecimientos en Oregón.
La principal declaración, realizada por el presidente Obama, es que esto no ocurre con la misma frecuencia en Europa. Incluso la “verificación de hecho” enlazada en PolitiFact usa incorrectamente la información. El mayor error es que las naciones individuales se comparan 1 a 1. Un gran incidente en una sola nación pequeña cambiará radicalmente la tasa de homicidio aunque sea verdad que una nación más pequeña tendrá menos incidentes individuales debido a ser un nación más pequeña. Antes de poder hacer una comparación con sentido, hay que normalizar los datos. Para lograr esto, he puesto a todas las naciones desarrolladas y seguras en Europa que hayan tenido un caso de matanza en masa como una sola nación unificada para los propósitos de este ejercicio. Esto normaliza la población tanto de EEUU como este estado unificado con niveles de población casi idénticos. Las naciones seleccionadas, que tuvieron este tipo de eventos en los últimos catorce años son Reino Unido, Suiza, Suecia, Eslovaquia, Noruega, Holanda, Italia, Alemania, Francia, Finlandia, La República Checa, Bélgica y Austria.
Un error adicional cometido por PolitiFact es que su investigación ignoraba acciones definidas formalmente como terrorismo, lo que significa que se ignoraban las bombas de la maratón de Boston en EEUU y los tres atentados terroristas de París en 2015. Yo incluyo todas las formas de matanzas masivas, ya que es difícil argumentar que un tiroteo masivo sea fundamentalmente distinto debido a los motivos del perpetrador. Después de la normalización, el gráfico de estos eventos y sus consecuencias queda así:
US Events by Year
EU Events by Year

Superficialmente, parece cumplir los criterios de la afirmación del presidente Obama. Estos eventos sí se producen más a menudo en Estados Unidos que en grupo anterior de naciones de la UE, con cuarenta y cuatro incidentes en Estados Unidos y veinticinco en la UE. Sin embargo, contar eventos no cuenta toda la historia. Para entender mejor el riesgo de matanzas masivas, tenemos que identificar la causa real de preocupación: la pérdida de vidas humanas. Cuando consideramos las pérdidas humanas, la historia cambia significativamente.

US Rampage Killings by Year
EU Rampage Killings by Year

Esto indudablemente no apoya la afirmación de que la UE es más segura ante matanzas masivas que EEUU. Las principales diferencias son que, es verdad, estos eventos se producen más a menudo en EEUU, pero los que se producen en la zona normalizada de la UE son más letales (15 muertos por evento en la UE frente a 7 por evento en EEUU), lo que hace que los eventos en la UE sean mucho peores. Además, el daño total de estos eventos es mayor en los países de la UE, experimentando la zona 933 heridos y 352 muertos frente a los 473 heridos y 322 muertos en EEUU.

¿La respuesta es más seguridad pública?

Hemos señalado previamente que el control de armas de fuego no tiene ningún impacto importante en las tasas de homicidio en general, pero ¿resolverían ese problema esos controles y otros como un mejor control de la salud mental y verificaciones de historiales? Por desgracia, como ha demostrado la UE, particularmente con los recientes trágicos acontecimientos de París, si una prohibición completa no funciona, es improbable que tampoco funcionen factores como los anteriores. Sin pretender trivializar a quienes pierden sus vidas en estos eventos, he aquí como se ven estos comparados con la tasa general de homicidios:
2002-2015 Homicide by TypeNo pongo aquí la etiqueta de UE o EEUU porque ambos gráficos son idénticos, una pequeña raya azul en un mar naranja. El porcentaje total es tan pequeño que se muestra como “0%”.
Estos eventos son difíciles de evitar debido a su aleatoriedad e infrecuencia. La capacidad del gobierno de identificar previamente si un grupo pequeño de hombres obtuvo o no armas automáticas contra su prohibición es probablemente imposible. Además, otros medios de prevención, como leyes que prohíban la compra de armas a personas con problemas mentales son valdrían para quienes busquen ayuda activamente. Ninguna de nuestras naciones estaría dispuesta a someternos a revisiones mentales anuales obligatorias y a guardar nuestros resultados de bases centralizadas de datos.
Prohibiciones de armas, controles de salud mental y otras soluciones del gobierno para protegernos de estos acontecimientos impredecibles caen bajo la clasificación de Teatro de Seguridad. Cuando el estado nos dice activamente que se ocupa de nuestra protección, permitimos que nos tranquilicen con una falsa sensación de seguridad. Además, muchos gobiernos restringen o prohíben directamente a las personas asegurar su propia seguridad.
Pero los agentes públicos no pueden estar en todas partes en todo momento. Mantener tu seguridad solo es posible protegiéndote tú mismo. En todo el mundo, los gobiernos han decidido en nuestro nombre que no tenemos la opción de asegurar nuestro propio cuerpo ante la violencia y, a su vez, generar las situaciones que llevan a estos eventos. Igual que muchos tendrían seguros de automóvil en ausencia de órdenes del gobierno, no porque temamos la destrucción de nuestro vehículo, sino porque, como reza el dicho, es mejor tenerlo y no necesitarlo que necesitarlo y no tenerlo. Una sociedad a la que se da la opción de protegerse por sí misma no es una sociedad con miedo, es una sociedad prudente. A las víctimas de París nunca se les dio la opción de proteger sus vidas ni tuvieron la fortuna de tener defensores armados presentes o combatientes formados para detener el ataque antes de que les alcanzara. La gente necesita la oportunidad de garantizar su propia seguridad, ya que, como han demostrado los últimos doce años, el Estado les fallará.

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