martes, 14 de junio de 2016

Abrazos, corazones y otras mandangas

Alberto Illán sobre la neolengua política, el excelente dominio de la misma por parte de Podemos así como de los sentimientos, donde importa cada vez menos el fondo como la forma, habiendo mutado la política en una creciente lucha de memes. 


Una de las características más visibles de la política actual es que tiene su propio idioma: el politiqués. Es éste un idioma que se está inventando todos los días y que determina qué conviene o qué no, qué está de moda o qué términos y conceptos tienen un carácter peyorativo o, por el contrario, se pueden usar sin miedo a meter la pata, que en política es algo muy peligroso, sobre todo ahora, que las redes sociales no perdonan ni el más mínimo error.
El uso de las neolenguas, de lo políticamente correcto, tiene muchos siglos de tradición, si bien hasta el siglo XX estas formas no han tenido tanta importancia como el fondo o la estrategia del poder (ya sea un discurso, un acuerdo, un asesinato o una guerra). Los discursos al aire libre, sin un aparato que los pudiera transmitir o grabar, no eran especialmente peligrosos para el futuro de un aspirante, pero las tecnologías avanzan mucho y pronto todos, ya fueran demócratas, monarcas o tiranos, se vieron en pantallas, besando a niños y madres, saludando a los padres o abrazando a camaradas, pudiendo llegar con el tiempo a todas partes sin moverse del sitio.
En la política actual, sobre todo en una situación como la española donde en apenas medio año vamos a votar por segunda vez en unas elecciones generales, los mensajes profundos, incluso los contenidos de los programas, importan poco o nada a los votantes, así como a los partidos que los incumplen sistemáticamente. Realmente, estamos un poco cansados de tanta actividad democrática. Y mientras unos cobran por no hacer nada en seis meses, nosotros, a través de los impuestos, pagamos todo este exceso, que no siendo mucho en comparación con otros derroches, se podría haber evitado.
Señoras, señores, el pueblo español está un tanto encabronado, y en tal estado, un apropiado uso del politiqués es un arma muy poderosa para conseguir un buen resultado electoral y, por tanto, un buen pedazo del poder. Y en esa labor, en España, la izquierda siempre ha superado a la derecha, ya sea conservadora o liberal; y dentro de la izquierda que tenemos, los de Unidos Podemos se llevan el premio. Hay que reconocerlo, nos sobrepasan, saben usar las medias verdades, las mentiras, los datos, las encuestas, de una manera que asusta.
Desde que la semilla de Podemos se creó durante el 15M y después fuera presuntamente financiada allende los mares (y los desiertos), los podemitas nos han dado una lección continua de cómo usar el idioma. El primer objetivo de una revolución, del signo que sea, es crear una situación socialmente inestable. Así, Podemos y sus mareas (y mareados), nos han llenado de mensajes declarando las enormes DESIGUALDADES que hay en España, la POBREZA horrible a la que se ven sometidos los más JÓVENES, agotados por el DESEMPLEO, por un MERCADO LABORAL INJUSTO, que prima a los EMPRESARIOS EXPLOTADORES, frente a los PROLETARIOS EXPLOTADOS, todo ello aderezado por el CAPITALISMO SALVAJE que, en manos de los BANCOS, con excesivos BENEFICIOS, no les importa DESAHUCIAR a esa pobre gente que se ve abocada a la DELINCUENCIA, mientras que los políticos de la CASTA viven en los CONSEJOS de las mismas empresas del IBEX 35 que les han puesto ahí. Así, Podemos se terminó presentando como el partido que pretende DEVOLVER AL PUEBLO lo que es del PUEBLO, es decir, sus DERECHOS como la SALUD o la EDUCACIÓN, y meter en la cárcel a todos estos personajes, los VERDADEROS TERRORISTAS Y DELINCUENTES, para vivir todos en una especie de ¿paraíso social?
He puesto en mayúsculas algunos de los conceptos que durante todos estos años han aparecido con frecuencia en sus discursos, apariciones televisivas o radiofónicas, o en las redes sociales, en especial en Twitter, que es la red más usada para que los políticos transmitan ideas y mensajes. En eso nos hemos quedado, de la política de la Grecia Clásica a un mensaje comprimido en 140 caracteres, y ni uno más.
Hay más, desde luego, pero no es cuestión de hacer una recopilación de politiqués, eso se lo dejo a los que les gusta escribir libros que simulan diccionarios de argot, que además de muy entretenidos, resultan mucho más profundos de lo que parecen. Pero quiero tratar dos conceptos que me parecen estupendos “descubrimientos” por parte de Podemos y terminar haciendo una reflexión final.
El primero es un término que me tiene atónito: la VIEJA SOCIALDEMOCRACIA. Unidos Podemos no puede ir con el concepto de comunismo por montera, eso es una cosa de los antiguos y recientemente Pablo Iglesias ha afirmado que Marx y Engels eran socialdemócratas. La reciente alianza de Podemos e IU le está dando problemas, porque los veteranos de la vieja coalición sí que se sienten comunistas y no les importa serlo. Sin embargo, los votos los está consiguiendo sangrando al PSOE y, para atraer a los jóvenes votantes socialistas, los podemitas se muestran ante ellos como los nuevos representantes del PUEBLO al que defienden. Lo JOVEN frente a lo VIEJO, se repite el mito del hombre nuevo. Sánchez y Díaz son viejos, dignos sucesores del de la cal viva y del terrorismo de Estado, aunque tengan menos años que algunos podemitas.
El segundo concepto que manejan con maestría es el del ABRAZO, el del CORAZÓN y otras palabras que vienen impregnadas por el vulgo de positividad. Los podemitas saben que necesitan a la gente encabronada, enfadada para llegar a los instintos más bajos, pero ese continuo estado es contraproducente, pues nos termina enfermando. De vez en cuando, necesitan también transmitir una imagen dulce, ideal, además de ideológica, y para eso se han inventado, dentro de una tendencia muy new age de jugar con los significados que se les da a las palabras, un politiqués amable donde podemos encontrar términos como el ABRAZO que propuso de Manuela Carmena a la ciudad de Madrid de la que es alcaldesa, sutituyendo a los enfados de los madrileños. Es tan útil que ha sido un CORAZÓN el que ha puesto fin a la polémica sobre el género adecuado de UNID♥S PODEMOS. Ellos son los que ofrecen tranquilidad frente a la crispación que ofrece el resto de partidos, aunque sean ellos los que nos recuerden todo lo que está mal. Paradojas de la vida.
Es cierto que antes me he lamentado de que la política haya degenerado en una especie de lucha de memes donde el fondo tiene poca importancia, pero es lo que hay en este momento y cabría preguntarse si no se puede convertir esta herramienta en una ventaja, de la misma manera que los comunistas de Unidos Podemos lo han hecho, a la hora de transmitir las ideas de la libertad. Es cierto que el mensaje liberal es mucho más complejo de transmitir que el de los podemitas, que quizá requiera cierta formación y experiencia que permitan comprender que no es una idealización de lo que nos gustaría, sino una observación de lo que ocurre. En todo caso, creo que es una manera simple y, por tanto incompleta, de acercar estas ideas, pero no por eso debe desecharse. De la misma manera que, a lo mejor, antes de leer el Quijote hubo gente que leyó a Mortadelo y Filemón, puede que en el futuro haya grandes liberales que empezaron escribiendo tuits.

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