jueves, 2 de junio de 2016

Nos enfrentamos a uno de los factores más desestabilizadores de los últimos años

Carlos Montero se hace eco de algunas advertencias más que serias de uno de los factores de mayor riesgo y preocupación: la burbuja de crédito en China.

En los últimos meses estamos publicando artículos advirtiendo de un factor que puede desestabilizar negativamente a los mercados globales de valores de forma importante: La burbuja de crédito en China.
Credit Suisse afirma que el país se encuentra en la tercera mayor burbuja de deuda de la historia. Otras casas creen que aún ocuparía un puesto más avanzado. Las encuestas realizadas a especialistas en la materia advierten sobre el sobrecalentamiento en la deuda corporativa. En el primer trimestre las empresas chinas vendieron un récord de 3,5 billones de yuanes (550.000 millones de dólares) en bonos, lo que representaba un 90% más que en el mismo periodo del año anterior. Grandes compañías del país tienen ratios de endeudamiento extremo y el riesgo de impago es muy elevado. En 2016 se espera que las insolvencias aumenten un 20% con respecto a 2015, año en el que ya aumentaron un 25% respecto al 2014. 
El mercado crediticio tiene un panorama similar. En marzo los préstamos se duplicaron. Hay señales claras de que la economía china se encuentra al borde de una crisis de deuda masiva.
Por ejemplo, la deuda improductiva del país, es decir, aquella que se utiliza para subir los precios de los activos, alcanzó niveles tan elevados en 2015 que ha eclipsado el nivel visto en EE.UU. previo a la gran crisis financiera. Así lo cree Torsten Slock, economista del Deutsche Bank.
Slock, en una nota a clientes, ha mostrado el siguiente gráfico donde se compara el nivel del crecimiento del crédito en los EE.UU. y en China para generar un punto porcentual de crecimiento del producto interior bruto.
Vemos como el endeudamiento en China en los últimos años ha sido mucho más elevado que durante los años previos a la crisis financiera en EE.UU., y todos sabemos que pasó en EE.UU. en 2008.
“El problema es que el sector bancario en China ha estado impulsando nuevos créditos de forma agresiva, pero con la desaceleración del crecimiento económico estos nuevos préstamos no han ido a crear más fábricas o puestos de trabajo, sino a empujar los precios de los activos financieros con el fin de aumentar los rendimientos, afirma Slock.
En resumen, la burbuja de crédito en China es un factor de un elevado riesgo que parece que los inversores obvian por ahora. Bueno, todos los inversores no. De hecho los últimos datos de posicionamiento muestran que los institucionales están reduciendo de forma importante su exposición a bolsa. Uno de los principales motivos que argumentan para esta decisión es precisamente la situación en China. Yo seguiría su ejemplo.

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