jueves, 22 de septiembre de 2016

Perfil antiliberales (4): Juan Carlos Monedero

Samuel Vázquez analiza el perfil antiliberal de Juan Carlos Monedero, un comunista "perfecto".

Juan Carlos Monedero
Juan Carlos Monedero es el prototipo de comunista perfecto.
Jamás pasó hambre ni guerra. Jamás sufrió la tiranía del sistema que dice defender. Nacido en el bienestar de un país occidental, tapa el logotipo de Apple de su tablet con una foto de Gramsci. ¡Que me aspen si eso no es ser comunista!
Habla siempre de un mundo mejor como casi todos los comunistas, pero cuando sale de España se va en calidad de asesor, es decir con la clase dirigente, con los de arriba, a un país que tiene a los de abajo haciendo cuatro horas de cola para conseguir pan y leche.
Mientras, la hija del malogrado dictador de ese país compite ya en fortuna personal por llegar a ser como Amancio Ortega; con una pequeña diferencia, la riqueza del gallego sirve para dar trabajo a 150.000 personas, la mayoría mujeres, algunas de países donde hasta hace dos días comían arroz con moscas y carecían de cualquier tipo de derecho, y ahora cobran un sueldo el doble que la media del país y tienen por primera vez sindicatos. Mientras que la fortuna de la hija del adorado Chávez sale directamente de condenar a millones de personas a la miseria y el hambre. Matices.
Pero ojo, que no todo es malo en este cultureta de odio en vena, él también fue empresario. Creo una empresa pero se le olvidó contratar trabajadores, por un despiste no vayan a pensar mal.
Lo hizo para cobrar un informe sobre una moneda que nunca se llegó a crear al módico precio de 400.000 euros, y eso sin ser economista…na, cuatro perras.
Al pasar la minuta por la empresa se pagaba muchos menos impuestos de esos que sirven para hacer hospitales y escuelas, pero qué tonterías son esas pudiendo utilizar la pasta para tener una televisión propia…vas a comparar curar y educar con intoxicar y adoctrinar.
Total, que le pillaron con el carrito del helado y una filtración de un Ministro torpón hizo que mientras los inspectores de hacienda tocaban el timbre de la puerta principal, Juan Carlos saltara por la ventana de atrás y se fuera corriendo a regularizar su indecencia para evitar que fuera un delito. Luego pilló su móvil de última generación comunista y siguió dando lecciones de ética por Twitter. Un no parar.
Otra de las cosas que le convierten en el comunista ideal es que todo lo que toca lo destroza. Después de pasar él, como después de pasar el comunismo, sólo queda desolación y ruina.
Fue asesor cinco años del líder de Izquierda Unida Gaspar Llamazares. Como sería el asesoramiento que el partido pasó a ser conocido como Izquierda Hundida.
Con semejante currículum en estrategia política, fue fichado por Hugo Chávez para asesorar en el enésimo intento fracasado de implantación de un régimen marxista. El resultado ya tuvo menos gracia que lo de IU, aquí no hundió un partido, aquí se hundió todo un pueblo.
El profesor de la Complu critica a las multinacionales capitalistas y luego se une a los trabajadores de Coca-Cola para que la compañía no cierre una de sus fábricas, lo que en su mentalidad debe ser una llamada a que continúe la explotación.
Huelga decir que Monedero es antiliberal por supuesto, de los de manual, de los que si se cae una maceta de una ventana y le da en la cabeza, encuentra alguna conexión para echarle la culpa al neoliberalismo del fatal accidente. Porque para dejar claro que eres un progre guay tienes que decir “neoliberal”, que es lo que se lleva.
Como casi todos sus amigos de Podemos, es un producto del fracaso absoluto de la universidad española, y más en concreto, de la mayor máquina de adoctrinamiento de toda ella: la Complutense de Madrid.
Si le oyes hablar parece un Premio Nobel, si entiendes lo que dice te cuesta una hora o así dejar de reírte a carcajadas.
Dicen que es el verso libre de Podemos, como si en la ideología que defienden, alguien pudiera ser libre.

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