lunes, 17 de octubre de 2016

El 'Patriómetro': descubre si eres o no un "patriota" según Podemos

Juanma del Álamo presenta el patriómetro, que permite saber si uno es un patriota o no, a los ojos de Podemos. 

Desmonta a su vez la enorme hipocresía de Pablo Iglesias y Podemos en torno al concepto patria, y su empleo como herramienta política. Y todo como siempre, con grandes dosis de ironía...
Artículo de Libre Mercado:
Pablo Iglesias | Flickr/Podemos/Dani Gago

Día de la Hispanidad. Fiesta Nacional en todo el país menos en el Ayuntamiento de Badalona. Ayuntamiento que, en definitiva, no fue descubierto por Colón. La izquierda, toda la vida luchando para que los comercios no abran en festivo y van ahora y les da por abrir hasta los edificios públicos.
El pasado miércoles se celebró el desfile militar habitual, al que los ilustres podemitas decidieron no acudir. Llovía, hacía frío, salir de la cama no era fácil…Pablo Iglesias prefirió quedarse en casa, y lo respeto. Yo hice lo mismo, aunque sin echarle tanto cuento. El líder podemita dijo que se ausentaba porque "los representantes de la democracia no están para tomar canapés", algo que contrasta con las cenas que ha tenido con Ferreras, con su asistencia al cumpleaños de Roures, con las invitaciones a desayunos informativos o con la generosa cena a la que el presidente de Ecuador le invitó hace un par de años.
Tal vez Pablo acude a estas citas y no prueba bocado, quién sabe. Aunque fuentes internas de Podemos aseguran que su líder sí come en la intimidad, estoy seguro de que no pasa de la tortilla francesa, pues el pueblo sufre.
El caso es que Pablo se quedó en su casa (o en la de algún ser querido), seguramente leyendo a Gramsci y viendo series. Pero la obligación llamó a su puerta. Y él, a pesar de que no le gusta nada llamar la atención, es un tipo responsable. Había que tuitear. Es obvio que Iglesias no fue al desfile, pero lo siguió desde casa, lo cual convierte su ausencia en un gesto todavía más absurdo, como estar en contra de ir a los toros, pero verlos por la tele y rezongar desde casa.
Vean las críticas que hacía Pablo:



Pocas imágenes representan mejor lo que queremos cambiar. Rajoy, Díaz, Rivera, Hernando Guindos...Turnismo por abstención lo han llamado
Rajoy saludando a Susana Díaz. ¡Qué vergüenza! ¿Qué es esta amabilidad y educación? ¿Qué es este conchabeo bipartidista? Pablo no dudaba en expresar su indignación desde el sofá de casa. Y hacía bien. Cuando Rajoy se encuentra con Susana Díaz, tenía dos posibilidades: saludarla o no saludarla. Al saludarla, estaba confirmando el sistema del turnismo, el teatro bipartidista, la dictadura oculta bajo dos siglas diferentes.
Si Rajoy no hubiera saludado a Díaz, entonces Pablo (y esos que son como él) habrían dicho que Rajoy es un machista opresor, recalcitrante y terrateniente. En el mundo de las paridas, estos señores siempre ganan. Además, todos sabemos que a Pablo Iglesias le gusta tanto el multipartidismo en el Congreso que pacta con otras cuarenta formaciones políticas para ir en coalición y bajo unas mismas siglas.
Todo este asunto es extraño, pues tenemos fotos hasta aburrir de Pablo Iglesias saludando a Rajoy: en Moncloa, en el Congreso, en platós de televisión…
Pocas imágenes representan mejor lo que queremos cambiar. Rajoy, Díaz, Rivera, Hernando Guindos...Turnismo por abstención lo han llamado pic.twitter.com/xgaLh7SNzg
¿Amigo? Tú (y tu partido) deliras @domenech60
@fernandorubio81 Solo mira la cara de la Bescansa, y el Iglesias como admiran al líder amigo. Que dura es la vidapic.twitter.com/GcP9sb44XE




Ver imagen en Twitter
Alguno dirá que cuando Pablo saluda a Rajoy no es lo mismo. Y tienen razón. Fijémonos en esta última imagen, tuiteada por un señor que se llama Antoni. Estamos en la inauguración del museo de la agencia Efe. Mes de marzo de este año. Rajoy saluda a Iglesias, que muestra un rostro serio, duro, de clara desaprobación. Está dando la mano al amigo de Bárcenas. Hay condena en el rostro de Iglesias, tensión en todos sus músculos faciales y en los de la muñeca, que estruja agresivamente la mano de Mariano como si fuera un pimiento.
En la imagen también podemos ver a Carolina Bescansa, que no disimula su profundo desagrado ante la presencia del líder del PP. Fíjense bien. Vean esa mirada penetrante, de condena total. Se ve que está pasando un mal trago. Qué rictus exterminador, qué mueca de intenso dolor, mezcla de seriedad y preocupación por la gente empobrecida por culpa del hombre que tiene delante. Se puede cortar el ambiente con un cuchillo. Por suerte, la sangre no llegó al río.
Bien. Pablo también aprovechó la fiesta para felicitar a los "trabajadores latinoamericanos" que han venido "a construir un país nuevo con nosotros":


Bienvenidos y votadme cuando podáis es el resumen del vídeo. El detalle que no comenta Pablo (seguramente por un sencillo olvido) es que buena parte de los hermanos latinoamericanos que han llegado a España han venido huyendo de los regímenes en los que él se ha amamantado ideológicamente.
Muchos de ellos han venido huyendo de las crisis argentinas, de Ecuador o de Bolivia. Ni hablamos de Cuba. Muchos han salido huyendo de su amada Venezuela y del chavismo que tanto él alaba y con el que él y los suyos han colaborado activamente. Por suerte, los hermanos latinoamericanos cuando ven a Pablo saben de qué va la cosa.
El líder de un destacado círculo podemita, Alberto Garzón, también compartía sus reflexiones:
Yo no creo en patrias ni en música militar. Los pobres no tienen patria, y los ricos esconden sus intereses detrás de cualquier bandera.
Al principio creí que era una dura crítica al chavismo, que se apropió del concepto de patria hace década y media, fusionándolo con el de la propia revolución. Uno era patriota si era chavista, más allá de que pudiera comer o no. Alguno me ha comentado que no iban por ahí los tiros.
"Los pobres no tienen patria", nos decía Garzón. Qué frase tan bonita. La ha tuiteado como media docena de veces en los últimos cinco años. Aquí tienen la primera, de 2011, que queda para la historia:
Es raro que vaya de apátrida quien pretende que el Estado lo controle todo. Al menos reconozcamos que los regímenes socialistas y comunistas han renunciado a usar la bandera del país en enormes desfiles militares o no han tenido la tentación de ponerse un chándal con los colores de la enseña nacional (por poner dos hipotéticos ejemplos que nunca han ocurrido).
Todos sabemos que los ídolos que Alberto dice tener (los mismos que Pablo enaltece, ahora en la intimidad) jamás se han abrazado a una bandera y nunca han usado la idea de patria en su propio interés. Lo de "patria o muerte" es una frase que yo me acabo de inventar aquí y que ningún líder latinoamericano ha usado nunca.

¿Qué es patria?

El lema más utilizado últimamente por Podemos es "la patria es la gente", que une todos los elementos esenciales para convertirse en lema podemita: no quiere decir nada, habla de la gente y recupera el recurrente tema de la patria. Desde el principio, Iglesias ha insistido en usar este concepto, a imitación de sus ídolos sudamericanos. Pero no ha conseguido que cogiera fuerza y como palanca para cambiar algo (reunir votos) resulta bastante floja. España, de momento, no es la Venezuela del año 2000, aunque en el Congreso tengamos sentada a la marca blanca del chavismo.
Bueno, el caso es que como el lema no funcionaba, hubo que probar a hacer variaciones sobre el término "patria". El otro día Pablo nos explicaba desde casa qué es ser patriota en un vídeo aburrido, que no deben ver sin tener cerca un cubo para vomitar, y que resumimos más abajo:



"Los patriotas trabajan. Se levantan temprano para ir a trabajar o para buscar trabajo". Vaya, ha definido a Rajoy. Por ejemplo. No entiendo nada. "Los patriotas de verdad son los que cuidan de su gente", añade. Ahora ha definido el nepotismo de los ayuntamientos del cambio. Colau, patriotaza ella. La explicación sigue: "Para nosotros, defender la patria es defender que haya hospitales públicos, defender que haya escuelas públicas, defender que podamos contar con los mejores servicios".
Así que si usted es liberal, es un antipatriota de manual. Es extraño que las malvadas élites hayan permitido que existan miles de escuelas y hospitales públicos sin esperar a que Pablo, el verdadero patriota, se dedicara a la política. Miren, en resumen, esto es sencillo de entenderser patriota es pensar como Pablo.
Vean esto que dijo Iglesias en un discurso que dio en el País Vasco:
Es extraño, podría ser un mitin en Togo o en su amada Bolivia, donde muchos niños trabajan con el amparo del Estado. Pero no, Iglesias reclamó que los niños pudieran ir al colegio en una de las regiones más ricas de Europa, que está en un país con escolarización obligatoria y una tasa de alfabetización casi del cien por cien. Cualquier día este hombre pide agua potable, ferrocarriles o carreteras para el País Vasco. Pablo, siempre por delante.
Pero vean, patria es muchas cosas más:
"Patria es que las instituciones no estén al servicio de mafiosos sino al servicio de la gente" @Pablo_Iglesias_
Si patria es la gente, no puede ser que al mismo tiempo patria sea que las instituciones estén al servicio de la gente/patria. Por decirlo de otra manera: Pablo Iglesias no es Pablo Iglesias estando al servicio de Pablo Iglesias. Pablo Iglesias no es la misma persona que le lleva los cafés (que es Garzón, posiblemente). Esto es complejo y confuso, pero nadie dijo que el "asalto a los cielos" iba a ser un paseo.
Veamos este otro comentario. Nos lo trae el exmilitar Julio Rodríguez:
Vean qué retorcido: los autónomos y medianos empresarios. Esto no es casual. A los grandes empresarios que les vayan dando. Si tu empresa tiene éxito y crece un poco, entonces dejas de ser patria. Es sencillo. El día que contratas a tu empleado 250 te llama un funcionario y te dice que ahora eres una gran empresa y que dejas de ser patria.
Preguntas si eso te exime de pagar impuestos y Hacienda te manda a un inspector por pasarte de gracioso. Y vete tú a reclamar. Quedas en un limbo de no-patria almeriense del que luego es muy difícil salir, salvo despidiendo empleados y volviendo a ser mediano empresario. Ay, la vida.
Veamos ahora un par de versos del poemario de Errejón:
"Patria es reconstruir la solidaridad que hace que nos duela si le pasa al de al lado" @ierrejon 
Esta última frase es un claro plagio literario de la poetisa Cristina Fernández de Kirchner, que ya decía esta merluzada de "la patria es el otro" hace muchos años. Y no dejó de utilizarla. Precisamente, en la fiesta nacional de Argentina de este año (el 25 de mayo), el diputado Máximo Kirchner, hijo de la ex presidenta y del ex presidente (en paz descanse), cometió un cómico error al tuitear "la patria es el orto", algo que evidentemente las siempre incendiadas redes sociales no le perdonaron:
Tras toneladas de bromas, el tuit, en el que para colmo aparece una imagen de su señora madre, fue borrado. Pero la cagada (nunca mejor dicho) había sido depuesta (como su madre del cargo). No enreden.
Esto es mucho follón, lo admito. Pero fíjense. Después de mucho investigar (lo que hemos tardado en ir al baño y venir) hemos encontrado el manual de instrucciones de todo esto¿Por qué en Podemos hablan tanto de patria? El propio Pablo lo explica amablemente:





Se habrán fijado en que en el vídeo aparecen hoces y martillos, pero no tienen nada que ver con el comunismo, sino con el campesinado de las socialdemocracias nórdicas. Iglesias reconoce que manosean el tema de la patria como elemento agregador de incautos. En el vídeo, de 2013, Pablo subraya que"es sólo un ejemplo", reconociendo la simpleza del asunto.
Simpleza que, tres años después, se ha convertido en uno de los elementos esenciales en el discurso de Podemos. Y es una simpleza, en eso estamos de acuerdo. Pero en los últimos años siguen insistiendo en ello, así que habrán notado que algunos bobos pican bien el anzuelo patriótico. Recuerden que el mejor cebo siempre es el gusano. Y a Chávez le funcionó.

El Patriómetro: descubra si es "patriota"

Para facilitar todo este lío, humildemente hemos inventado el Patriómetro (patente siempre en trámite). Para ponerlo en marcha, deben pinchar sobre él. Cuando estén preparados, pinchen de nuevo y el Patriómetro se detendrá, revelándoles qué es patria.

Puede usarlo las veces que necesite. El Patriómetro no tiene colorantes y tras su lanzamiento Laboratorios Facua no ha puesto ninguna pega. Ha sido utilizado por algunos miles de tuiteros y hemos decidido sacarlo de Twitter y traerlo aquí. Úselo con altura de miras.


Conclusión

Desde que murió Franco, Pablo es tal vez el tipo que más ha hablado de la patria. Intenta imitar a sus ídolos bolivarianos, al tiempo que desprecia el patriotismo español. Todo ello, por supuesto, sin dejar de apoyar el nacionalismo catalán y vasco, donde los partidos con los que simpatizan no se envuelven apenas en la bandera. Pero así es Iglesias, todo coherencia.
Entiendo que el panorama no les guste a Pablo ni a sus correligionarios, pero los símbolos nacionales no solamente representan a una élite con la que no te quieres hacer una foto en un desfile. Representan todo y nos representan a todos los que andamos por aquí. Y de paso, todas nuestras ideas de patria, no solamente las de Pablo, que ni siquiera son españolas, sino nórdicas.
Esa heterogeneidad es lo que molesta a Iglesias y lo que le separa de su objetivo último. Eso sí, si algún día llega la patria de pensamiento único que tanto gusta a los comunistas, en la que sus ideas políticas se confunden con el mismo concepto de patria, veremos a los podemitas abrazarse a la bandera con el mismo afecto que el pelo de Trump se abraza a Trump.

Yo prefiero que patria sea lo que a cada uno le dé la gana. La primera patria seguramente es uno mismo. Pero a partir de ahí cabe todo y patria puede ser sentirse afortunado de vivir en el país en el que vivimos y en el que intentamos prosperar. Ese país que le dará asco a Pablo hasta el día en el que él lo gobierne. Pero patria también pueden ser los amaneceres en Ibiza, los atascos de Madrid, un inesperado gol de Morata o el orto de alguien. Libertad, señores. A mí es que los fachas me aburren mucho.

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