martes, 3 de enero de 2017

El peligro demoledor del cafre científico (instinto de banda)

Plazaeme muestra el peligro demoledor que tiene en la ciencia el instinto de banda (o coalición), característico del ser humano, a raíz del psicólogo evolucionista John Tooby, y que es bien visible en la ciencia de la calentología...

Artículo de Plazamoyua:
Cita:
El espíritu de banda hace a todos, incluyendo a los científicos, mucho más estúpidos en la banda que como individuos. Paradójicamente, un partido político unido por creencias sobrenaturales puede revisar sus opinones sobre economía o sobre el clima sin que los que lo proponen se conviertan en herejes. Pero los grupos cuya pertenencia a la banda depende de la adherencia común a proposiciones científicas “racionales” tienen un problema cuando -como suele ser el caso- llega nueva información que requiere una revisión de las creencias. Poner en cuestión los preceptos de la banda, aunque sea por motivos racionales, hace que uno se convierta en un traidor y un inmoral, — con el riesgo de perder ofertas de trabajo, amigos, y la muy preciada identidad de grupo. Esto congela la revisión de las creencias.
Formar bandas alrededor de cuestiones científicas o fácticas es desastroso, porque desactiva nuestra urgencia de búsqueda de la verdad científica en aras del insuperable apetito humano de ser un buen miembro de una buena banda. Una vez que las cuestiones científicas han sido moralizadas, el proceso científico está herido; a menudo fatalmente. Nadie se está comportando ética o científicamente si no presenta el mejor caso posible para las teorías con las que rivaliza.
Es una cita más que generosa del artículo con el que John Tooby colabora en la encuesta de Edge.org: 2017, ¿cuál es el término científico que debería ser más conocido? Y su respuesta es:
Siendo Tooby fundador del campo de la psicología evolucionista, la primera parte del artículo es una muy cabal descripción de la presión evolutiva que impulsa el desarrollo del instinto de formar bandas. Vaya, su inevitabilidad. Y de la dinámica que conlleva el asunto, que en el caso de la ciencia es manifiestamente perversa.
Y hablando de paradojas, no es menos espectacular el caso de que una ciencia física (esto es, dura) como la climatología, tenga que ser rescatada de su retroceso y su descarrile por la antropología. Y digo retroceso porque es evidente. Sin llevar a cabo un planteamiento formal como el que hace Tooby, la ciencia clásica tenía un muy suficiente conocimiento del tipo de problemas como el del instinto de banda, la moralización de cuestiones científicas, o la dinámica de identidad. Y por eso tenía normas explícitas para evitarlos. Desde el Nullius in verba que aun figura en el escudo de la Royal Society, hasta la ya eliminada ley de la misma sociedad en contra del principio de autoridad:
… es una regla establecida de la Sociedad, a la que siempre se adherirá, no dar nunca una opinión como cuerpo, en ningún asunto que se le presente, tanto sea de la naturaleza como del arte.
Si quieres depositar confianza en un sistema de conocimiento que llamas “la ciencia”, el único motivo para hacerlo es porque se trata del mejor sistema que conocemos para ir sabiendo cómo funciona la naturaleza. Lo que no tiene sentido es cambiar el sistema y mantener la confianza. Un sistema manejado por bandas moralizadoras que, por ser bandas, tienen inevitablemente el espíritu de un grupo de delincuentes juveniles, no es un buen sistema para adquirir conocimiento. Por mucho que le quieras llamar ciencia, y que antes era el exacto contrario de ciencia.
Nota: He hecho un cambio al traducir. Tooby no usa banda, sino coalición. Pero una coalición es una unión provisional para alcanzar un objetivo concreto. Y como describe la identidad como parte de la dinámica de esa unión, banda parece más adecuado. Supongo que Tooby prefiere mantenerse en un plano más alejado y frío, y no usar términos con connotaciones evidentes. Pero lo suyo es banda, yo creo.
Agradecimiento por la noticia.
Fuente, Tooby en Edge.org:

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Twittear