lunes, 3 de abril de 2017

«El Ejército de Francia se prepara para hacer "limpieza", habrá guerra civil»

Éric Zemmour sobre la incompatibilidad del islam con Francia y la República, los errores de la corrección política al respecto y su creciente problema y lo que se avecina. 





"Obviamente, lo que ocurra en los países europeos que tenemos cerca nos importa, porque tenemos graves problemas que nos son comunes. Según afirma, el día 7 de septiembre del 2016, el periodista nada políticamente correcto Éric Zemmour, el islam es incompatible con Francia y con la república. El islam y el islamismo son exactamente lo mismo. No hay diferencia dado que los islamistas, lo que nosotros llamamos «islamistas», ellos se llaman a sí mismos «musulmanes», y también cuando se dice «Daish» se dice el «Estado IS-LÁ-MI-CO», ¿por qué? Porque ellos aplican el islam, todo lo que hacen viene apoyado por las suras del islam. Cuando degüellan a sus adversarios, es que está escrito en el Corán que hay que degollar a judíos y cristianos. Mahoma mismo degolló a muchos y para el islam y para todo musulmán Mahoma es el hombre «perfecto» —entrecomillado porque es así como ellos lo creen— que hay que imitar. La lógica de todas nuestras élites es la lógica del gobierno que empuja hoy a querer distinguir entre islam e islamismo; pero ¿cuál es la lógica de este razonamiento? Nos dicen: para evitar el islamismo es necesario más islam. Es por ello que nos construyen más mezquitas, nos hablan de un islam «de Francia», etc. Es un mal diagnóstico, luego con una falsa solución y un falso tratamiento. En cambio, si sabemos que islamismo = islam, veremos que es necesario «desislamizar» barrios enteros franceses que se han vuelto islamizados. Ya «no estamos» en Francia. En innumerables barrios. Los franceses son ahora extranjeros en su propio país, por ejemplo en Sena-Saint Denis y en muchos barrios y en todas las grandes periferias de las metrópolis francesas. ¡Sí! Hoy ya no se vive a la francesa en estos barrios, sino a la musulmana. Las mujeres están rebozadas. Los hombres visten como el «profeta» del siglo VII. Las chicas no son libres: «tú no saldrás con ese chico», «eres una puta si vas en minifalda», «no entres en los bares»... Los chicos no pueden beber alcohol... Lo siento, a esto ya no se le llama «Francia». La pretendida desradicalización de los yihadistas es pues un proyecto grotesco ya que haría falta «desislamizar». Existe un error, típico en Francia, y ya de lo más normal. En Francia, desde los católicos hasta los anticlericales, todos, cuando dicen «religión» piensan en el catolicismo, es decir, que se identifica el islam con el catolicismo y, por consiguiente, se ven en el islam las prácticas del catolicismo, es decir: el ayuno, la oración... ¡Pero el islam no es esto! ¡No es una religión el islam! Es una ley, es un derecho y es una nación. ¡No - es - una – religión! Si mañana hubiesen 20 o 30 millones de musulmanes franceses muy decididos a rebozar a sus mujeres y a aplicar las leyes de la charía, sólo una dictadura podría preservar las reglas mínimas de la laicidad. La ley que prohíbe el burka integral no la aplican. ¿Por qué? Porque desde los disturbios de Trappes que siguieron al control de identidad de aquella mujer que estaba completamente tapada, ha habido disturbios, y es por eso que ahora los policías tienen por misión y por consignas no controlar. Hay en Francia centenas de Saint-Denis y de Molenbeeks. De momento el Ejército es confinado al ridículo papel de mera vigilancia, protección de edificios religiosos, etc., pero el Estado Mayor del Ejército sabe que se avecina el día de tener que reconquistar las tierras convertidas en extranjeras en nuestro propio suelo; el plan ya es un proyecto. Tiene por nombre «Operation Ronces»; ha sido puesto a punto con la ayuda de los especialistas del Ejército de Israel. ¿Fuentes? Alguien... muy próximo al Estado Mayor. El Ejército de Francia está preparándose para hacer «limpieza». Estamos en una situación de guerra civil. Las fuentes son seguras, de gente muy próxima al Estado Mayor, y la operación se llama «Ronces» [zarzas]. Han ido a ver a los especialistas del Ejército de Israel... Los franceses que se lo han explicado a Zemmour le han dicho que, tal como hicieron los israelíes en Gaza, les han aconsejado que hagan lo mismo; les han explicado cómo proceder, porque los israelíes son especialistas y el plan francés está a punto. Y es que estamos en una lógica poscolonial. Si los inmigrantes no se adaptan al modo de vida francés, y encima imponen sus modos de vida, a esto se le llama «colonización»; cuando se tienen tierras colonizadas, o bien uno se somete —islam significa sumisión—, o bien uno se rebela contra la colonización. La polémica está servida. El libro más reciente de Éric Zemmour: «Un quinquennat pour rien», publicado por Albin Michel."

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