sábado, 10 de octubre de 2015

La pobreza extrema sigue cayendo y podría ser historia en 2030

Dominto Soriano analiza a raíz del último informe del Banco Mundial, la evolución que ha tenido la pobreza extrema en los últimos siglos y décadas, y que muestran la espectacular reducción de la misma (tanto en términos absolutos como relativos) se mire por donde se mire (sin importar el indicador).
Artículo de Libre Mercado: 
La causa principal de la pobreza es un sistema económico que ha quitado a la persona del centro y ha colocado al dios dinero; un sistema económico que excluye siempre a los niños, los ancianos, los jóvenes sin trabajo y que crea la cultura del descarte. Éste es el motivo principal de la pobreza, no las familias numerosas
Ésta ha sido una de las frases más comentadas de los dos años de Pontificado del Papa Francisco. No queda claro a qué "sistema" se refiere Jorge Bergoglio, pero sea cuál se la interpretación que cada uno quiera dar a sus palabras, parece claro que el Santo Padre está jugando con tres conceptos más o menos aceptados por el ciudadano común:
  • Cada vez hay más pobreza y más pobres
  • Alguien o algo es el causante de esta pobreza. Al igual que se habla de generar riqueza, se puede hablar de generar pobreza.
  • El exceso de población y el incremento en el número de nacimientos son un peligro para el desarrollo.
Francisco parece comprar los dos primeros enunciados y se desmarca del tercero. Pero lo cierto es que ninguno de los tres es cierto. No al menos si se habla en términos generales. Puede haber países que sean ahora más pobres que hace 10-20-30 años, pero a nivel global podemos decir rotundamente que nunca hemos vivido mejor.
Este domingo, el Banco Mundial publicaba sus previsiones para este año y anunciaba un hito que es una de las mejores noticias que puedan imaginarse: si todo se mantiene según lo previsto, a finales de 2015 menos del 10% de la población mundial estará por debajo de la línea de la pobreza extrema. Son 700 millones de personas, por lo que no se puede caer en la complacencia. Pero nunca antes el porcentaje de los que pasan privaciones severas fue tan pequeño.

'Lo normal'

Lo primero que hay que destacar es ese "nunca" que apuntábamos anteriormente. Al igual que el Papa habla de "causar" pobreza, muchos ciudadanos de países occidentales asocian la privación a decisiones políticas, a la explotación de unos países sobre otros, a la existencia de unos pocos ricos que explotan a los mucho más numerosos pobres, etc.
En este sentido, lo primero que hay que aclarar es que lo normal es la pobreza, no la riqueza. Desde que se tiene noticia, la gran mayoría de la humanidad ha vivido en condiciones de acuciante necesidad. En 1800, más del 90% de la población mundial vivía con menos de 1 dólar al día (en términos reales). Sólo en algunos pocos países de Europa y América del Norte comenzaba a intuirse el embrión de la clase media. Es que incluso los ricos de aquella época tenían en muchos aspectos un nivel de vida peor que el del ciudadano medio europeo de la actualidad: esperanza de vida, consumo de calorías, variedad alimenticia, oferta de ocio a su disposición, comodidades en sus hogares, etc., En cualquiera de estas variables, nuestra situación es mejor que la de los potentados de 1800.
Y lo mismo puede decirse de la vida en la Grecia clásica, la Roma imperial o la Edad Media italiana. Por muy idealizadas que tengamos aquellos momentos, lo cierto es que si por algo se definían era por la pobreza.
Desde comienzos del siglo XIX, todo esto comenzó a cambiar. Como puede verse en el siguiente gráfico de Max Roser, el porcentaje de población mundial que vive por debajo de lo que se considera pobreza no hace más que bajar desde hace 200 años. Y en los últimos 30-40 se está desplomando.
Fuente: Our World in Data


De hecho, la tabla del Banco Mundial (ver debajo) nos muestra una realidad aún más increíble. Desde 1990, la población mundial ha pasado de 5.200 a casi 7.400 millones de habitantes. Pues bien, incluso a pesar de ese incremento, el número de pobres ha pasado de 1.958 a los 702 millones de los que hablábamos antes. Es decir, la caída en el porcentaje de población que vive con menos de 1,9 dólares al día (la nueva medida del Banco Mundial para definir pobreza extrema) es de tal magnitud que no sólo descienden las cifras relativas, sino también las absolutas.

Fuente: Banco Mundial

Geografía de la pobreza

En este contexto, la región que ha sufrido un cambio más llamativo ha sido el este asiático. Ahora que tan de moda están los tigres asiáticos, no está de más recordar que en los años 50-60, la pobreza se relacionaba con aquellos países. África era, en términos de ingresos per cápita, menos pobre que China, Indonesia, Vietnam o India.
De hecho, esta situación se mantuvo así hasta 1990. En aquel año, el 60% de la población del este asiático vivía por debajo del nivel de pobreza extrema por un 56% en el África Subsahariana. Hoy, las cifras son 4,1% (¡¡sí, menos del 5%!!) y del 35%. La globalización y la entrada en los mercados mundiales ha generado en muy poco espacio de tiempo un nivel de riqueza que casi nadie habría previsto hace un cuarto de siglo. El "sistema" capitalista ha sacado a miles de millones de humanos de la pobreza en las últimas décadas y a una velocidad inusitada.
Fuente: Banco Mundial
Fuente: Banco Mundial

Objetivo: 2030

Lo ocurrido en el último medio siglo es una demostración de que "el motivo principal de la pobreza no son las familias numerosas", como dice el Papa Francisco, o el incremento de la población, si hablamos en términos más generales. Ya hemos apuntado que incluso aunque el número de habitantes del planeta sigue creciendo, eso no ha parado la creación de riqueza.
En realidad, desde hace dos siglos, el número de habitantes a nivel global se ha disparado y no sólo no somos más pobres, sino que cada vez somos más ricos. La capacidad creativa del ser humano es el principal generador de riqueza, por lo que el incremento de la población es causa y consecuencia del crecimiento: como somos más ricos vivimos más, enfermamos menos, comemos mejor… y eso genera que tengamos más recursos para producir aún más riqueza.
Por eso, que la población siga creciendo, como se supone que hará en las próximas décadas no sólo no es una mala noticia, sino que nos acerca al objetivo de los organismos internacionales de reducir la tasa de pobreza extrema por debajo del 3% en 2030. Es el nivel por debajo del cual el Banco Mundial cree que se podría hablar por primera vez de fin de la pobreza. Como podemos ver en el siguiente gráfico, no será sencillo de alcanzar. El mundo tendría que crecer de media al menos al 4% en los próximos 15 años. Hay numerosos riesgos en el horizonte: inestabilidad en los emergentes, precios de las materias primas, tensión geopolítica,… Pero por primera vez, el objetivo está a nuestro alcance.
A pesar de las declaraciones catastrofistas de políticos o intelectuales occidentales, el capitalismo está a punto de terminar con la pobreza a nivel mundial. No será suficiente y habrá que seguir trabajando, pero la mejor noticia de la historia está cerca de hacerse realidad.
Fuente: Banco Mundial

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